San Valentín está a la vuelta de la esquina. Y es que como cada 14 de febrero, esta celebración, amada por unos y no tan querida por otros, puede llegar a suponer algún que otro quebradero de cabeza para aquellas personas a las que les gusta pasarlo junto a su pareja, pero que no saben qué hacer o a dónde ir.
Cataluña es uno de los destinos elegidos por las parejas para disfrutar de una escapada romántica. Y, como este año el día de San Valentín cae en miércoles, hacer un viaje es la excusa perfecta para celebrarlo en alguno de los bonitos y acogedores pueblos, tanto a pie de playa como en el interior de esta comunidad autónoma.
Cuatro destinos para celebrar San Valentín en Cataluña
Cadaqués (Girona)
Empezando por un pueblo de costa, Cadaqués es uno de los destinos más bonitos que tiene Cataluña para visitar. Ubicado en la provincia de Girona y perteneciente a la Costa Brava, es la localidad más oriental de toda la península ibérica.
Dar un paseo por sus calles compuestas de aceras empedradas y casas blancas adornadas con plantas y flores para conocer cada uno de los rincones que influyeron en la obra de Salvador Dalí, gran enamorado de Cadaqués, es un plan perfecto para hacer en pareja y conocer así la historia de este pueblo marinero.
Artíes (Lleida)
Situado en el Valle de Arán y a siete kilómetros de la estación de esquí Baqueira Beret, se encuentra Artíes, un pueblo que en 2023 fue reconocido como uno de los más bonitos del país por la Asociación 'Los Pueblos Más Bonitos De España'.
En esta localidad, aparte de hacer una rutina para conocer sus edificios históricos como la Iglesia de Santa María de Artíes, la Ermita de San Jaime de Arties o la Casa Portolà, ubicada junto al Parador de Artíes y declarada Bien Nacional de Interés Cultura, las parejas pueden disfrutar de una jornada de tranquilidad en su complejo de aguas termales. Este recinto compuesto por dos piscinas es idóneo para adentrarse en una experiencia relajante en medio de la naturaleza.
Rupit i Pruit (Barcelona)
El siguiente pueblo, ubicado en la provincia de Barcelona, es el claro ejemplo de un 'matrimonio' entre todos localidades. Y es que hasta 1977, Rupit i Pruit eran dos pueblos independientes uno del otro, pero contrajeron su unión y se convirtieron así en uno de los núcleos medievales más importantes de la región.
Ambos cuentan con sus correspondientes cascos antiguos que datan de los siglos XII y X, respectivamente. El núcleo urbano de Pruit es más pequeño que el de Rupit, al cual se puede acceder cruzando un puente colgante. En él se recomienda que no haya más de diez personas a la vez, por lo que es un lugar perfecto para hacer una proposición de enlace matrimonial, ya que solo basta con las dos personas de la pareja (y una tercera en el caso de que se quiera inmortalizar el momento).
Altafulla (Tarragona)
Por último, y sin olvidar la Costa Dorada, el pueblo de Altafulla también destaca por ser un destino ejemplar para celebrar San Valentín. Situado a 15 minutos en coche de Tarragona, esta localidad es perfecta para perderse por sus calles en pendiente que conducen a la Vila Closa, su casco antiguo, conocer su pasado romano y descubrir su castillo fechado en 1059 y levantado en la parte más alta de la villa, junto a la iglesia parroquial de Sant Martí.
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