Bukele revienta las urnas en El Salvador con el 85% del voto y promete más bukelismo: "¿Los derechos humanos de quién?"

"El Salvador ha roto todos los récords de todas las democracias en toda la historia del mundo". Con estas palabras, Nayib Bukele celebró su victoria incontestable en las elecciones presidenciales celebradas este domingo en el país centroamericano.
"El Salvador ha roto todos los récords de todas las democracias en toda la historia del mundo". Con estas palabras, Nayib Bukele celebró su victoria incontestable en las elecciones presidenciales celebradas este domingo en el país centroamericano.
"El Salvador ha roto todos los récords de todas las democracias en toda la historia del mundo". Con estas palabras, Nayib Bukele celebró su victoria incontestable en las elecciones presidenciales celebradas este domingo en el país centroamericano.
Nayib Bukele besa a su esposa para celebrar su victoria en las presidenciales.
ATLAS - EFE

"El Salvador ha roto todos los récords de todas las democracias en toda la historia del mundo". Con estas palabras, Nayib Bukele celebró su victoria incontestable en las elecciones presidenciales celebradas este domingo en El Salvador, un país que idolatra a su presidente y que le ha dado un cheque en blanco para prolongar su gobierno, como mínimo, hasta 2029.

A falta de confirmarse los resultados oficiales, el escrutinio preliminar dibuja una mayoría absoluta sin precedentes para Bukele, que obtendría en torno al 85% de los sufragios, convirtiendo al resto de fuerzas políticas en meramente testimoniales. Sabedor de su victoria y sin esperar siquiera al escrutinio del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Bukele proclamó su victoria en las redes sociales y posteriormente se dio un baño de masas en el balcón del Palacio Nacional de San Salvador, donde fue aclamado por miles de seguidores, ataviados con banderas, camisetas y gorras celestes, el color de su partido Nuevas Ideas (NI).

"Dios quiso sanar nuestro país y lo sanó. Ustedes han visto como El Salvador pasó de ser el país más inseguro del mundo a ser el más seguro de América y ahora, en estos próximos cinco años, esperen a ver lo que vamos a hacer, porque seguiremos haciendo lo imposible y demostrando al mundo el ejemplo de El Salvador", anunció Bukele antes sus fieles, una declaración de intenciones que demuestra que su política de mano dura contra el crimen va a seguir siendo la piedra angular de su mandato.

Acompañado de su mujer, Gabriela Rodríguez, Bukele dio las gracias a los congregados en el centro de la capital salvadoreña y, poco a poco, fue subiendo el tono de su discurso para atacar a todos sus críticos, desde la oposición a la prensa, pasando por las ONG y otros organismos internacionales que han denunciado la precariedad de los derechos humanos en el país. "¿Los derechos humanos de quién? De la gente honrada, no. Tal vez dimos prioridad a los derechos de la gente honrada sobre los derechos de los delincuentes, eso es lo único que hemos hecho y es a lo que ustedes le llaman violar derechos humanos", afirmó el presidente.

Incluso dedicó un apartado especial de reproches a España, a raíz de una discusión que mantuvo con un periodista español, que le acusó de desmantelar la democracia: "¿De qué democracia nos estás hablando? Democracia significa el poder del pueblo, y si los salvadoreños quieren esto, ¿por qué va a venir un periodista español a decirnos lo que los salvadoreños debemos de hacer?".

¿Por qué va a venir un periodista español a decirnos lo que los salvadoreños debemos de hacer?"

"Ese concepto de democracia es el que le dicen sus jefes, allá en España. Pero eso no sería democracia; eso sería colonia, imperialismo, elitismo, plutocracia, pueden llamarlo como quieran, pero no sería democracia. Nosotros respetamos su monarquía hereditaria, pero ustedes están en la obligación de respetarnos a nosotros", continuó el mandatario, con un discurso cada vez más encendido. 

"El Salvador quiere hacer comercio con todos, El Salvador quiere que todos vengan a visitarnos, El Salvador abre las puertas de par en par para los ciudadanos del todo el mundo. Queremos que vengan, que nos visiten, que nos conozcan, queremos ser sus amigos, sus aliados, sus socios... lo que no vamos a ser es sus lacayos", enfatizó.

Un país bajo un régimen de excepción

La política de seguridad pública de Bukele, que sostiene su popularidad, se basa principalmente en un régimen de excepción que suspende garantías constitucionales, como la defensa jurídica de los detenidos. Desde marzo de 2022, cuando se aprobó en el Congreso a petición del Ejecutivo, suman más de 76.000 detenciones, que el Gobierno dice que son solo de pandilleros y colaboradores.

Dicho régimen, ampliado 22 veces por espacio de 30 días, también ha dejado más de 6.000 denuncias de atropellos, entre detenciones arbitrarias y torturas, además de unas 220 muertes de detenidos, según organizaciones humanitarias.

"Yo les pregunto a estos organismos, a estos gobiernos de naciones extranjeras, les pregunto a estos periodistas: ¿por qué desean que nos maten, por qué desean ver sangre de salvadoreños, por qué no están felices de que en nuestro país ya no corra la sangre que corría antes?", afirmó Bukele.

"Los salvadoreños somos dueños de un país muy pequeñito, un país relativamente pobre, un país aún subdesarrollado, pero los salvadoreños le hemos dado el ejemplo al mundo entero, de que cualquier problema se puede arreglar si hay voluntad de hacerlo", subrayó.

De confirmarse los datos preliminares, Bukele sería el primer presidente en ser reelegido para un segundo mandato inmediato desde que El Salvador dejó una larga dictadura militar y a pesar de que la Constitución del país lo prohíbe. 

Redactor '20minutos'

Licenciado en Periodismo por la Universidad Internacional de Catalunya. Diplomado en Ciencias Empresariales. Máster en Banca y Finanzas en la UPF Barcelona School of Management. Periodista en 20 Minutos desde el nacimiento de este periódico en el año 2000.

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