La creciente presencia de perros en nuestras ciudades, con más de 9 millones en España y una tendencia al alza constante, ha traído consigo un lado oscuro: el aumento de los conflictos y la crueldad hacia los animales. No solo se trata de una reacción ante los comportamientos incívicos de los titulares y convivientes que no recogen los excrementos, llevan sueltos a los perros sin supervisión o permiten que orinen en fachadas o propiedades privadas, sino a actos deliberados de daño que buscan herir, causar miedo o incluso eliminar la presencia canina de parques y barrios a través del envenenamiento.
Durante el 2023, entidades caninas de la Ciudad Condal alertaron de una oleada de intoxicaciones y envenenamientos de perros en diferentes barrios de la capital catalana. Ante esta realidad alarmante, el Ayuntamiento de Barcelona ha tomado la medida de emitir un cartel informativo que instruye a la población sobre cómo reconocer y actuar ante los síntomas.
Cómo detectar que un perro se ha intoxicado
Entre los síntomas más reconocibles se incluyen la súbita aparición de diarrea, dificultad para respirar, aumento de la salivación, vómitos y debilidad muscular. Estos signos pueden manifestarse minutos después de la ingestión del veneno o pueden surgir días más tarde.
Es fundamental anotar cualquier actividad que hayamos realizado con nuestro perro antes de que hayan aparecido los síntomas, para poder proporcionar esta información al veterinario y facilitar el proceso de diagnóstico. “Una intoxicación no debe ser necesariamente causada por envenenamiento. Puede haber sido ocasionada por la ingesta de alimentos en mal estado, fármacos, plantas, sustancias tóxicas, insectos u otros animales. Por eso es importante recopilar la máxima información de lo que haya podido comer u olfatear”, alertan desde la nota informativa del Ayuntamiento.
Habrá que llamar al 112 solicitando la presencia de un equipo policial que pueda recoger las pruebas con garantías
¿Hay que presentar denuncia?
El cartel informativo también aborda cómo debe actuar el reponsable del animal ante la sospecha de envenenamiento. La espuesta corta es que una vez que un veterinario confirme la sospecha, se recomienda acudir a una comisaría de Policía para presentar la denuncia con toda la información relevante disponible.
Es muy importante recalcar que, en el caso de la presencia evidente de un cebo malicioso como restos de comida o algún producto químico sospechoso, no se debe manipular, tocar ni alterar la zona bajo ningún concepto: “Habrá que llamar al 112 solicitando la presencia de un equipo policial que pueda recogerlo con garantías”, recomienda la entidad pública. Además, añaden la advertencia de que en caso de encontrarnos un animal ajeno envenenado en el espacio público, se debe llamar inmediatamente al teléfono único de asistencia a la ciudadanía ante emergencias y seguir las instrucciones, permaneciendo en el lugar hasta que nos lo indiquen.
De tres a dieciocho meses de prisión o multa
Con la entrada en vigor de la Ley de Bienestar Animal y la modificación del Código Penal, se introdujo un nuevo título rubricado 'De los delitos contra los animales', con cuatro nuevos artículos, entre ellos el Artículo 340 bis.
Este artículo establece penas de prisión de tres a dieciocho meses o multa de seis a doce meses, junto con inhabilitación especial de uno a tres años para profesiones relacionadas con los animales y la tenencia de los mismos. Se aplica a aquellos que, fuera de actividades legalmente reguladas, causen lesiones que requieran tratamiento veterinario a un animal doméstico, amansado o bajo control humano.
La utilización de veneno se considera una circunstancia agravante, lo que resulta en penas más severas según el Código Penal.
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