El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, volvió a apostar este lunes por la construcción del AVE Madrid-Lisboa, que uniría España y Portugal por el centro de la península. Junto a este trazado, en el que también insiste la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, existe otro proyecto que uniría el norte de Portugal y España mediante un AVE que partiera de Lisboa y terminara en Galicia, en Vigo, que también en los últimos días ha salido a relucir en la precampaña electoral para las elecciones gallegas del 18 de febrero. Mientras el debate sobre la conexión de alta velocidad con Portugal bulle una vez más en España, en el país vecino los planes parecen ir por otros derroteros, de índole nacional y encaminados primero a crear una red nacional de AVE. De momento, se ultima una red que terminaría cerca de Badajoz pero al otro lado de la frontera mientras que el Gobierno luso acaba de anunciar la licitación del AVE Lisboa-Oporto con un ancho de vía distinto al europeo, que afirma que "no tiene sentido" aplicar todavía a la conexión con España.
Durante una visita a Mérida en la que aseguró a la presidenta de Extremadura, María Guardiola, que en junio empezarán a circular trenes de alta velocidad Avant en la conexión con Madrid, Puente recalcó que existe un "compromiso europeo" con el AVE Madrid-Lisboa dentro del Corredor Atlántico y que por parte del Gobierno central se está dando el "impulso definitivo" a esta conexión. Puente se reunió la semana pasada con la comisaria de Transportes, Adina Välena, y afirma que ambos coincidieron "en la necesidad de implementar una decisión común con el Gobierno de Portugal para acelerar la tramitación de Madrid-Lisboa desde el punto de vista ferroviario y de las carreteras".
El Corredor Atlántico se inserta en el megaproyecto europeo para crear la Red Transeuropea de Transporte para unir toda la UE por medio de sus puertos, vías aéreas, de ferrocarril y fluviales y carreteras. Este Corredor fue incluido en este plan europeo por primera vez en 2003 y desde entonces ha experimentado distintas modificaciones y actualizaciones. En estos momentos, consiste en una conexión multimodal entre Portugal, España, Francia, Alemania e Irlanda.
Su paso por España comprende 11 comunidades y el trazado de tren discurre a lo largo de 5.300 kilómetros. De acuerdo con el último trazado, la infraestructura ferroviaria que contempla iría desde Badajoz hasta Madrid y entroncaría, al otro lado de frontera con Portugal, con un trazado ya diseñado que pasaría por Sines y Lisboa para hacer un giro hacia arriba y continuar hacia Aveiro y Porto, antes de regresar de nuevo a España, hacia Valladolid.
El año pasado, el Ministerio de Transportes dio un impulso a este trazado -y, por tanto, a la alta velocidad entre Madrid y Lisboa- con la creación en Adif de una delegación permanente, con un alto comisionado, para el seguimiento y actualización del plan director del Corredor Atlántico, sobre todo con Portugal y Francia y para asegurar que se aprovechan los casi 2.500 millones que están previstos en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia para financiar con fondos europeos estos tramos del Corredor Atlántico.
Ayuso y Galicia también quieren AVE
La Comunidad de Madrid también patrocina este tramo de alta velocidad entre Madrid y Lisboa y Díaz Ayuso volvió a insistir en la necesidad de que el Gobierno central y para ello el mes pasado se alió con el alcalde de la capital portuguesa, el político de centro derecha Carlos Moedas, que rechaza abiertamente la prioridad que el Gobierno del socialista Costa parece dar a vertebrar el país de norte a sur, con el AVE Lisboa-Oporto. "La prioridad en el tren de alta velocidad debe ser la conexión entre Lisboa y Madrid. Podemos tener altas velocidades en otras partes del país, pero la primera conexión debería ser Lisboa-Madrid", dijo Moedas.
Por el contrario, la posibilidad de que la construcción del AVE que parte de Lisboa y llega a Oporto pueda ir más hacia el norte para unirse en España con Vigo es una opción que defienden en Galicia la Xunta y el PSOE. Al contrario que la línea Lisboa-Madrid, este trazado no figura en el Corredor Atlántico, que une A Coruña y Vigo -y Gijón- directamente con Valladolid.
Hace unos días, durante la precampaña para las gallegas del 18 de febrero, se convirtió momentáneamente en un asunto en el que los candidatos a la Xunta tuvieron que dejar clara su posición y en un arma arrojadiza entre ellos por lo que defienden otros dirigentes de sus respectivos partidos en Madrid
El candidato socialista, José Ramón Gómez Besteiro, prometió que priorizará el AVE Vigo-Oporto-Lisboa por ser "esencial para nuestra economía" y acusó al presidente gallego, Alfonso Rueda, de doblegarse "al PP que manda, de Ayuso aliada con el PP de Portugal" para que la red de AVE discurra de Lisboa a Madrid.
Por su parte, Rueda reclamó al Gobierno central que demuestre "el mismo esfuerzo" en el AVE Lisboa-Oporto-Vigo del que tiene en el caso del tren a Madrid y devolvió la alusión de Besteiro al "PP de Ayuso" reprochando a los socialistas gallegos manifestaciones como las que Puente ha repetido este lunes desde Mérida, que "es el Gobierno [central] el que prioriza el AVE Lisboa-Madrid y no la conexión a Vigo.
Portugal se centra en su red
El debate público y político en España sobre por dónde debería discurrir un futuro AVE desde y hacia Portugal no es nuevo, como tampoco lo es una indefinición al respecto por parte del gobierno luso. Aunque las relaciones entre países son excelentes y es patente la buena sintonía entre el presidente español, Pedro Sánchez, y el primer ministro portugués, António Costa, de momento hay pocas pistas sobre las preferencias de Portugal, más allá de la prioridad que da a la vertebración de su propio territorio con alta velocidad.
El mes pasado, el Gobierno portugués inició el proceso de licitación de la construcción del AVE Lisboa-Oporto, en un proyecto con el que quiere fortalecer la "principal línea" del país, que discurre desde Lisboa hasta el norte. La conexión con vías convencionales entre estas dos ciudades se hace ahora en casi tres horas con vías de ancho ibérico. En lugar de hacer una nueva línea Lisboa-Oporto con ancho de vía europeo -la que debe generalizarse por toda la UE para permitir la conexión transeuropea-, el Gobierno portugués ha optado por unas "traviesas polivalentes" que permiten la circulación de trenes también con ancho de vía ibérico, de modo que se mantenga también la de las líneas al sur de Lisboa, hasta Faro.
Portugal ha aplicado la misma solución -no cambiar totalmente al ancho de vía europeo para no inutilizar las vías que ya existen- en otro trazado que está terminando, desde Évora a Caya, casi en la frontera con España al lado de Badajoz.
Según explicaba el Gobierno luso recientemente en un documento de "preguntas y respuestas" sobre la licitación del tramo Lisboa-Oporto, "de momento no tiene sentido en el lado español esperar a una conexión nacional con ancho europeo".
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