Manuel Pimentel: "El carro de la compra eran 150 euros, ahora ya va por 250 y llegará a 500. Esa será la venganza del campo"

Manuel Pimentel, exministro, agricultor y autor de 'La venganza del campo'
Manuel Pimentel, exministro, agricultor y autor de 'La venganza del campo'
CEDIDA
Manuel Pimentel, exministro, agricultor y autor de 'La venganza del campo'

Con los agricultores bloqueando con sus tractores las autovías de media Europa, incluida España, desde el mes de enero —encolerizados por la dramática situación de los bajos precios agrarios, el incremento de costes y la madeja burocrática— Manuel Pimentel, exministro de Trabajo en el Gobierno de José María Aznar, ingeniero agrónomo y agricultor, acaba de publicar 'La Venganza del Campo' (ed. Almuzara). En su análisis, Pimentel advierte de que si no se toman medidas políticas agrarias adecuadas, la alimentación se va a volver prohibitiva para la clase media.

¿Qué le llevó a escribir 'La venganza del campo'?Soy agricultor, vivo en el campo. Me interesa mucho la evolución de la sociedad y he ido viendo una tendencia muy acusada en toda Europa, una tendencia sociológica, no estrictamente política, de cómo la sociedad urbana iba tomando fuerza, creaba imaginarios y hacía leyes que desconocen lo rural. Y, al mismo tiempo, como la alimentación del 2000 al 2020 ha sido la más barata de la historia de la humanidad, nadie se interesaba. Y empezaron a preocupar otros valores, que están muy bien, medio ambiente, sostenibilidad, etcétera. Y, claro, todas las leyes se hicieron pensando en este valor y obviando, a la agricultura. Moraleja, todas y cada una de las normas que se han hecho en Europa desde los últimos 20 años o han limitado o restringido o encarecido la producción agraria. Y eso no podía terminar, sino con agricultores muy castigados, por una parte, y por otra parte, con una subida de precios agrarios que no ha hecho sino comenzar. Y esa subida de precios agrarios es lo que yo llamo la venganza del campo, que va a golpear con fuerza y durante tiempo a toda la sociedad europea. 

¿Quiénes son los agricultores que están cortando carreteras en España?El sector primario, agricultores, ganaderos y pescadores, es muy heterogéneo. Hay desde el pequeño agricultor a la empresa, es muy variado. Más que hablar de agricultores hay que hablar de agricultura.

"La subida de precios agrarios es lo que yo llamo la venganza del campo, que va a golpear con fuerza y durante tiempo a toda la sociedad europea"

Pero ellos están protestando y conviene entender por qué.Las protestas tienen dos raíces, por un lado una desesperanza, (los agricultores) ven como su renta va disminuyendo y al mismo tiempo sufren hartazgo de sentirse despreciados y no considerados en pro de la sostenibilidad, al tiempo que les ha caído encima una política agraria que es un artefacto burocrático complejísimo.

¿El Gobierno de España está respondiendo como debe, o tiene más margen para actuar?Esto no lo soluciona el gobierno actual, esto es mucho más profundo que lo que hace un gobierno nacional. Es un tema europeo. Seguro que el Gobierno actual podría hacer más, pero nos equivocaríamos si echamos la culpa al Gobierno de España y no nos damos cuenta de que esto es sociológico y que afecta a toda Europa.

De hecho la cólera agraria es europea, hay protestas en Francia, España, pero también en Alemania, Italia, Portugal, Bélgica...Es que esto se ha ido acumulando, lleva muchos años y estaba el combustible listo para la chispa. Se han conjugado dos cosas, la oportunidad por las elecciones europeas y esa sensación de hartazgo y desesperanza que ha llegado a un límite que tenía que explotar por algún lado. Es lo que estamos viendo.

"El inconsciente colectivo europeo ha decidido, y así lo expresa la PAC, que el campo sea para pasear y que otros países por ahí produzcan los alimentos que se necesitan"

¿PAC (política agraria común) sí, PAC no o PAC, pero de otra manera? ¿Qué están demandando los agricultores?La agricultura necesita de ayudas, pero de otra manera. Yo creo que esta última PAC, sobre todo, responde a las prioridades sociales, al criterio de sostenibilidad que ha sido el único que ha imperado. Eso ha hecho desconfiar de los agricultores, limitar su producción, aplicarles unos cuadernos de campo que es puro control digital, como un 'gran hermano'. Todo ello crea una gran incomodidad porque los agricultores se sienten controlados e intervenidos. Los cultivos no los decide el agricultor, se deciden en un despacho de Bruselas, y esa ha sido la chispa. Esta política agraria europea encierra lo que el inconsciente colectivo quiere, que el campo sea un lugar para pasear y que produzcan otros países por ahí.

¿Europa legisla para que el campo sea paseable y no cultivable?El inconsciente colectivo europeo ha decidido, y así lo expresa la PAC, que el campo sea para pasear y que otros países por ahí produzcan los alimentos que se necesitan. Eso es una irresponsabilidad, porque es entregar la llave de la despensa de los europeos a terceros. Hacerlo, además, en tiempos de guerra es una absoluta irresponsabilidad. Por eso yo creo que hace falta una nueva PAC que aúne la sostenibilidad necesaria con el derecho europeo de una despensa sana, sostenible, variada, abundante y a un precio razonable. Y para ello los agricultores son los aliados y necesitan una renta justa y una rentabilidad razonable.

El exministro y agricultor, Manuel Pimentel, autor de 'La Venganza del Campo'
Manuel Pimentel, con un ejemplar de 'La Venganza del Campo'
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Sin embargo ante las actuales protestas agrarias, Bruselas acaba de retirar precisamente su plan europeo para recortar los pesticidas al 50%. ¿Es esa la solución?Sin entrar en lo concreto, la UE está empezando a girar. No solo con esta norma que ha congelado sino con otras que tenía previstas. Se ha dado cuenta de que cada año se producen menos alimentos en Europa y Europa no puede dejar su despensa a terceros. Por eso yo espero y estoy convencida de que va a pasar, gobierne quien gobierne, que la despensa se va a convertir en algo importante para Europa. Porque lo es. Y que entre todos tendremos que diseñar una estrategia alimentaria que a día de hoy no existe. Por lo tanto, yo creo que vamos a tener un cambio muy importante de la política agraria en la Unión Europea, que en cierto modo pues se había olvidado de la despensa y ahora tiene que recuperarla 

El control de fitosanitarios no suele ser bienvenido, en general, en el campo ¿Ecologismo y agricultura están condenados a no entenderse?Bueno, yo creo que eso son compatibles, si se hace bien. Evidentemente el medio ambiente ha convivido con la agricultura durante miles de años. Yo sí pienso que es posible aunar sostenibilidad y agricultura. Todos queremos un medio ambiente mejor y mantenerlo. Eso es una cuestión irrenunciable socialmente y yo creo que los agricultores lo van a aceptar. Lo que quieren es que haya reglas de juego claras, que los dejen trabajar y que los dejen trabajar con rentabilidad. ¿Es posible combinarlo? Perfectamente. Pero ha pasado todo lo contrario. 

"Tenemos que tener una naturaleza hermosa y sana, pero tenemos que tener la despensa llena a un precio razonable"

¿Hay que renunciar a la protección ambiental para salvar el campo?Lo que ha pasado hasta ahora es el triunfo del inconsciente colectivo de los europeos, especialmente del norte, que como quieren el campo nada más que para pasear, pues les molestan las granjas, los invernaderos, los regadíos, las cercas, cualquier infraestructura agraria. Y ha habido, bueno, pues, este ataque. La limitación permanente de cualquier faceta de producción agraria. Entonces, hay que equilibrar. Veníamos de una agricultura que mandaba todo y hemos pasado a un medio ambiente que manda todo. Y tenemos que buscar un equilibrio porque tenemos que tener una naturaleza hermosa y sana, pero tenemos que tener la despensa llena a un precio razonable. Porque si continuamos como vamos, la venganza del campo se va a producir y la alimentación se va a volver prohibitiva para las clases medias. Hace unos años, el carro de la compra eran 150 euros, ahora ya van por más de 250. Y si seguimos limitando producciones y atacando al agricultor y a su forma de producir alimentos, se va a poner en 500. Por eso hay que tener una estrategia europea alimentaria, que repito, creo que es posible, perfectamente posible, y que redundaría en beneficio de todos.

En otro orden de cosas, ¿qué le han parecido las críticas de Segolene Royal, exministra francesa, a la calidad de los tomates españoles?La ex ministra no sabe de lo que habla. Es pura demagogia lo que ha hecho, intentando llevarse el ascua a su sardina. La producción bio española cumple todos los requerimientos. Es el clásico asunto de cuando uno tiene un problema en casa y echa la culpa al de fuera. En fin, yo creo que ha sido un error grave que ha sido subsanado por su propio colega y ministro de agricultura francés, que ha defendido la producción agraria española.

¿Qué cree usted que conseguiría aplacar la cólera actual de los agricultores y que los tractores dejen de cortar las autovías?Yo veo que la sociedad valora al agricultor cuando le da importancia a la alimentación y esto ocurre cuando se encarece. Esa es la dura realidad. Hace unos años no hubiéramos hablado de campo y ya empezamos a hablar. El agricultor, repito, lo que quiere es trabajar para producir alimentos, tener un prestigio social como cualquier otra actividad profesional y al mismo tiempo una rentabilidad adecuada. Para que así sea, es muy importante una estrategia europea alimentaria. Nuestra despensa y nuestro medio ambiente hay que construirlos con el agricultor y no contra él.

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