El rey Carlos III se ha dejado ver por primera vez este martes tras conocerse que padece cáncer. Ha sido cuando subía a un coche, en compañía de su mujer, que no le deja ni a sol ni a sombra, Camila.
Carlos ha dejado en compañía de su mujer, Camila, su residencia de Clarence House, en Londres, para trasladarse al cercano Palacio de Buckingham, según pudo comprobar un equipo de EFE en el lugar.
Desde Buckingham, el rey se ha desplazado en un helicóptero, que había llegado una hora antes al helipuerto del palacio, hacia su residencia campestre de Sandrigham, en Norfolk (al este de Inglaterra).
Carlos acaba de iniciar su tratamiento contra un cáncer no especificado por la casa real británica. Es de suponer que el rey prefiere permanecer en un lugar más alejado del foco público mientras se enfrenta a esta enfermedad que le ha sido diagnosticada hace escasamente un día, tras ser intervenido de un agrandamiento de próstata que en principio no revestía ninguna importancia.
Han sido las pruebas realizadas posteriormente a la operación las que han determinado que el rey padece cáncer.
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