¿Llegan los tentáculos de Putin hasta Puigdemont? Todo lo que se sabe sobre la 'trama rusa' relacionada con el 'procés'

"Falso. Todo es falso". No pudo ser más rotundo Toni Comín, eurodiputado de Junts, en el Parlamento Europeo durante el pleno de Estrasburgo para negar cualquier vínculo del procés con la Rusia de Vladimir Putin. La Lupe cantaba "teatro, lo tuyo es puro teatro", pero en Bruselas están convencidos de que la 'amistad' entre los independentistas y Moscú existe y por eso quieren que se investigue. En cambio, desde el lado secesionista lo niegan todo. "El independentismo catalán no tiene ningún vínculo con Rusia. Basta ya de difamación, basta de lawfare", expresó un Comín enfadado mientras todos los ojos se posan en Carles Puigdemont y sus secuaces.

La 'trama rusa' del procés se está investigando y el vicepresidente de la Comisión Europea Margaritis Schinas apuntó a los informes que reflejan esos vínculos. La justicia española indaga y la UE se preocupa, porque no pasará por alto que alguien "esté jugando al juego" que quiere Rusia, ya sea desde Cataluña o desde cualquier otro punto de Europa. La alerta con este tema es siempre máxima, pero más si cabe cuando solo quedan cuatro meses para las elecciones europeas y la injerencia del Kremlin en el proceso es una amenaza real. Ahora, ¿qué se sabe, qué se investiga y qué se dice sobre el 'puente' Cataluña (independentista)-Moscú?

El paraguas que abarca todo este asunto es el caso Voloh, que arrancó ya en el año 2020. Está a cargo del juez Joaquín Aguirre, a quien la portavoz de Junts en el Congreso de los Diputados, Miriam Nogueras, acusó de "prevaricación" en una de sus últimas intervenciones en la Cámara, y además en plena negociación de la ley de amnistía. Es un proceso clave ante los movimientos para que también 'se olviden' los delitos relacionados con el terrorismo. En total, se dieron en su momento 31 registros entre Barcelona y Girona, y hubo 21 detenidos.

Entre los arrestados destacaron Josep Lluís Alay, director de la oficina del presidente Puigdemont desde 2018 o Xavier Vendrell, secretario de organización de ERC entre 1996 y 2006. Ambos quedaron en libertad, pero sobre todo Alay es considerado el enlace del expresident con Moscú. El Kremlin desde el inicio de la investigación negó cualquier relación con el independentismo, pero en Bruselas son conscientes de que cualquier incursión de este tipo encaja con las dinámicas rusas para influir en procesos en la UE. "Todo lo que suponga desestabilizar a la Unión y a sus Estados miembros lleva la firma de Putin en los últimos años", se limitan a comentar fuentes comunitarias consultadas por 20minutos.

El paralelo con el debate que se ha dado estos días en el Parlamento Europeo se han intervenido también conversaciones a uno de los cabecillas de Tsunami Democràtic. Estas, según ha adelantado El Confidencial, revelan que la plataforma contó con el apoyo de tres informáticos bielorrusos que estaban escondidos en un piso franco. El papel de Minsk también tiene sentido, al ser su Gobierno -liderado por Aleksander Lukashenko- uno de los títeres más conocidos de Rusia.

El núcleo duro del independentismo siempre ha negado cualquier relación con Moscú, pero en 2022 el empresario Víctor Terradellas reconoció ante el juez reuniones con emisarios del Kremlin en las que estaba presente el propio Puigdemont, que además, dijo, se dieron en varias ocasiones entre el 24 y el 26 de octubre de 2017, justo antes de la declaración unilateral de independencia. Según su declaración esos encuentros se dieron en las dependencias de la Generalitat. En las reuniones Rusia habría ofrecido al Govern apoyo económico -en criptomonedas para evitar la persecución-, el reconocimiento de la independencia y también ayuda logística.

A tal punto se ha elevado el caso que el abogado de Puigdemont y de Alay, Gonzalo Boye, ha pedido apartar al juez Aguirre, y se basa en una palabras de este en una entrevista. En ella el magistrado aseguró que lo que se investiga es "la influencia directa de Rusia en el proceso de independencia de Cataluña, apoyando el proceso de independencia, con la finalidad de que Rusia desestabilizara, primero, la democracia española y abriendo la puerta trasera a la infiltración en todas las democracias liberales de Europa Occidental". Para Boye estas palabras "denotan falta de imparcialidad".

El secesionismo catalán define este proceso como "delirante", pero es la base de lo que ahora piden investigar tanto el Parlamento Europeo como la Comisión Europea. En la resolución aprobada -con 433 votos a favor y solo 56 en contra- este jueves en la Eurocámara (y pactada por los principales grupos políticos, incluidos los socialdemócratas), los diputados se centran en pedir a España que investigue "efectivamente las conexiones de los diputados al Parlamento Europeo presuntamente asociados con el Kremlin y los intentos de desestabilización e injerencia de Rusia en la UE", en referencia entre otros a Carles Puigdemont. 

En este sentido, los eurodiputados recuerdan las "campañas masivas de desinformación" orquestadas presuntamente por el Kremlin durante los años más complejos del proceso independentista. Al mismo tiempo, llaman a no atacar a los jueces que se encuentran a cargo de la investigación de este tema. Además, algunas voces, sobre todo desde el PP y Ciudadanos, recuerdan que "Sánchez quiere ahora amnistiar" a algunos de los presuntamente implicados en esta 'trama rusa'.

Las zarpas de Moscú sobre la UE

La resolución acordada por los principales partidos señala a otras fuerzas políticas europeas por su presuntos vínculos con el espionaje ruso. Aparte del caso de la eurodiputada Tatjana Dzanoka, acusada de ser una espía rusa, la Eurocámara denuncia el supuesto apoyo financiero ofrecido por Moscú a Frente Nacional en Francia, la Lega de Matteo Salvini en Italia o el partido de extrema derecha austriaco FPO, así como el respaldo a la campaña para la salida de Reino Unido de la UE. También hace mención a que un trabajador afiliado a la ultra Alternativa por Alemania y vinculado a un diputado alemán en el Bundestag fue identificado como persona de contacto para el FSB ruso.