El príncipe de Gales, Guillermo, heredero de la corona del Reino Unido, retomó este miércoles sus actividades públicas, después del diagnóstico de cáncer de su padre, el rey, y de la cirugía abdominal sufrida por su mujer, Kate. Guillermo presenta un aspecto algo desmejorado, mucho más delgado que la última vez que fue visto.
El hecho de que Guillermo vuelva a su vida oficial, supone un intento de normalizar una situación que ha desbordado a los ingleses, que en pocos días han visto a las personas más importantes de la familia real asaltadas por importantes problemas de salud.
Guillermo participó esta mañana en el castillo de Windsor, cercano a su casa de Adelaide Cottage, en una ceremonia de investidura, en la que se condecoró a diferentes personas con la Orden del Imperio Británico.
En las fotos se puede ver al príncipe de Gales en actitud distendida y sonriente, departiendo con los receptores de las condecoraciones.
Este miércoles por la noche, el príncipe heredero tiene previsto participar en la cena de gala de la ONG London Air Ambulance.
Durante el tratamiento del rey Carlos III por un tipo de cáncer que no ha sido especificado, Guillermo será el miembro principal que representará a la familia real en eventos oficiales.
El monarca continuará desempeñando su trabajo de despacho, así como tareas de Estado como la audiencia semanal con el primer ministro, según anunció el Palacio de Buckingham tras informar de su diagnóstico el pasado lunes.
El príncipe de Gales había visto cancelada su agenda oficial en las últimas semanas después de que Kate fuese sometida a una cirugía abdominal el pasado 16 de enero, que le obligará a varios meses de reposo posoperatorio, al menos hasta después de Semana Santa.
Según fuentes de la casa real, Guillermo había decidido hasta ahora centrarse en el cuidado de su mujer y sus tres hijos tras la intervención, pero la nueva situación tras el diagnóstico de Carlos III le ha llevado a retomar su agenda pública.
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