Eduardo Galán es el responsable de la adaptación teatral de la gran novela del siglo XIX, La Regenta, escrita por Leopoldo Alas, Clarín. Ardua labor la de reducir más de mil páginas contenidas en los dos tomos de la novela, hasta configurar una obra teatral que no sobrepasara la hora y 45 minutos en escena. "El público actual no aguanta más de dos horas en el teatro", nos asegura.
Ya tiene en su haber adaptaciones de novelas como Tristana de Benito Pérez Galdós, o Los Pazos de Ulloa, de Emilia Pardo Bazán, pero reconoce que trabajar sobre la gran creación de Clarín es el mayor reto al que se ha enfrentado. Desde el principio tuvo claro que, si Helena Pimenta aceptaba el reto de dirigirla, él se embarcaría en el proyecto. Y así surgió esta Regenta que se estrena en el Teatro Fernán Gómez.
"Es una novela muy desconocida, porque es muy larga, contiene partes muy descriptivas y resulta difícil. En ella, Clarín retrata fundamentalmente a Ana Ozores, pero también la maldad, la maledicencia, las difamaciones que son capaces de hundir la vida de una persona en una sociedad de casino. La novela toca todos los registros", resume Galán.
Los personajes de Fermín de Pas -confesor de Ana Ozores-, y su madre, Doña Paula, permiten describir un mundo clerical que domina conciencias y persigue también el poder económico. "Lo que mueve a Fermín es la ambición económica y el deseo carnal, con esa contradicción de la fe religiosa que posee, pero es su madre quien le ha educado así. Ella ha preparado la carrera de su hijo para que sea obispo y no quiere que se distraiga con una pasión amorosa".
El centro de toda la atención es el personaje de Ana Ozores, que resulta fascinante desde múltiples puntos de vista. "La Regenta se mueve entre el fervor religioso y su pasión amorosa, pero le va fallando todo el mundo. El amor sacrílego de Fermín, que ella cree su guía espiritual pero acaba reconociendo que lo que quiere es acostarse con ella; Don Álvaro, que no está enamorado de Ana y lo único que pretende también es acostarse con ella, como el que se cobra una pieza de caza; Petra, la criada, también le falla; su marido no accede a tener un hijo con ella, ni siquiera a mantener relaciones sexuales, y la trata con cierto desprecio por su enfermedad nerviosa. Al final, Ana Ozores se encuentra completamente sola".
En cuanto a la vigencia de una obra como La Regenta, Eduardo Galán no tiene dudas: "Completamente, porque es una historia emocional, casi un culebrón, con la belleza del lenguaje de Clarín, toda su ironía y distanciamiento. El público se va a enamorar. Aparte de la pasión por el dinero y la pasión amorosa, que siempre existirán, la murmuración es un tema muy actual. ¿A cuántas personas se les hace un linchamiento en las redes sociales? Además, es una obra tremendamente feminista, porque defiende a la mujer que se sale del cauce permitido de la sociedad, de la moralidad provinciana religiosa. Hoy en día sería muy criticada una mujer que actuara así en una ciudad de provincias".
Eduardo Galán ha realizado un trabajo excelente, extrayendo lo esencial de la gran obra de Leopoldo Alas y permitiendo que ese ambiente enrarecido de Vetusta se muestre en escena, manteniendo la profundidad de los personajes principales. Su labor ya está hecha y ahora el resultado está sobre las tablas. "Una vez entregado el texto adaptado, cualquier cambio en el mismo es Helena quien lo decide. Yo ya no estoy en los ensayos y ella ha hecho probablemente la mejor dirección de su carrera. El texto es del autor hasta que lo tiene el director; y es del director hasta el día del estreno. A partir de ese momento es de los actores".
A ellos hay que aplaudir sus interpretaciones: Ana Ruiz, encarnando a una Regenta extrovertida y anhelante; Alex Gadea, un Fermín de Pas poderoso, mostrando en la fase final su tremendo desasosiego interior; la impresionante recreación de Pepa Pedroche como madre del Magistral; Joaquín Notario, actor supremo dibujando un excepcional Víctor Quintanar; y Don Álvaro, al que Jacobo Dicenta dota de ajustada ambigüedad y porte. El excelente elenco lo completan Francesc Galcerán, Alejandro Arestegui y Lucía Serrano.
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