Es un joven con el pelo color caoba peinado a raya y salpicado de sutiles reflejos dorados, su frente aún padece las marcas de un acné agresivo posadolescente y aparece en algunas fotografías con ciertas hechuras de mormón. Su nombre es Jack Sweeney, tiene 21 años, es californiano y Elon Musk lo tiene, a buen seguro, en la lista de personas que más odia del mundo.
"Sweeney es un ser humano horrible", escribió este martes el magnate en su cuenta de X (antes Twitter). Musk publicó ese mensaje en un hilo en el que se informaba de que Taylor Swift, que también anda mosca con el joven, lo había amenazado con emprender acciones legales si no cejaba en su empeño de monitorizar los desplazamientos que realiza su jet privado. Porque a eso es a lo que se dedica Sweeney: a transmitir los trayectos, algunos de ellos ridículos, de apenas 13 minutos de duración, que realizan los aviones de celebridades como los propios Musk y Swift.
El joven cuenta con unos amplios conocimientos sobre informática que le han llevado a convertirse en una especie de justiciero del medioambiente. No alza la voz de la misma manera en la que lo hacen Greta Thunberg o Francisco Vera, pero se encarga de dar a conocer a sus seguidores, a través de datos no cifrados transmitidos directamente desde las aeronaves, el derroche de opulencia y gasolina que hacen las personas más influyentes y seguidas del mundo.
Taylor Swift has threatened legal action against Jack Sweeney, who created a website to track her private plane. Given that she has multiple stalkers who’ve endangered her life, I can’t say I blame her. pic.twitter.com/tRrWiD4Arc
— Ian Miles Cheong (@stillgray) February 6, 2024
Un ejercicio de "transparencia"
Para Sweeney, el trabajo que realiza es un ejercicio de "transparencia y difusión de información pública". Una opinión que compartió con sus seguidores después de que The Washington Post publicase la carta que el joven había recibido del equipo legal de Taylor Swift, en la que le decía que el seguimiento que hacía de su actividad aérea era peligroso para la seguridad para la cantante, "una cuestión de vida o muerte", concretamente.
El joven estudiante, en todo caso, no parece arredrarse, puesto que, defiende, la actividad que lleva a cabo no es ilegal. "La FCC [Oficina Federal de Comunicaciones de EEUU] no prohíbe la recopilación de señales de radio no cifradas", ha señalado recientemente en Twitter.
El soborno de Elon Musk
Sweeney comenzó a rastrear en tiempo real los vuelos de los famosos en 2022. Osado, su primera 'víctima' fue Elon Musk, al que dedicó una cuenta de X en la que informaba de dichos desplazamientos. Ante el éxito que la iniciativa tuvo entre la comunidad tuitera, el magnate dio enseguida con el joven, al que escribió por privado y llegó a ofrecer 5.000 dólares por que cerrase la cuenta, según ha anunciado el informático, que se negó.
Desde ese momento, Sweeney se convirtió casi en una obsesión para Elon Musk. A finales de 2022, Musk compró Twitter y una de las primeras medidas que tomó fue modificar las políticas de la compañía para cerrar, sin posibilidad de defensa, la cuenta que le había dedicado el joven alegando que iniciativas así ponían en peligro la seguridad del afectado.
Let's remember you offered me 5k to stop. Also threatened to sue me, and here we are a year later. https://t.co/nYaplO75vX
— Jack Sweeney (@Jxck_Sweeney) February 6, 2024
No obstante, Sweeney no se dio por vencido y cambió de estrategia: en lugar de monitorizar en tiempo real los trayectos de las celebridades, comenzaría a hacerlo con 24 horas de retraso, es decir, cuando el viaje ya se hubiera producido.
Un dominio para cada famoso
Pero Elon Musk y Taylor Swift no son los únicos famosos en el punto de mira de este Jet Tracker (rastreador de jets). En su página web cuenta con una lista en la que tienen su espacio otros como Kim Kardashian, Kylie Jenner, Donald Trump, Bill Gates, Jeff Bezos o Mark Zuckerberg. Basta con clicar sobre uno de ellos para conocer los desplazamientos que hacen en sus respectivos aviones.
Flew from Long Beach, California, US to Los Angeles, California, US 24 hours ago.
— ElonJet but Delayed (@ElonJetNextDay) February 5, 2024
Apx. flt. time 22 Mins. pic.twitter.com/APs3Z6P771
Así, gracias a su trabajo los usuarios pueden saber que el jet de Kim Kardashian aterrizó en Camarillo (California) hace siete días después de realizar un trayecto de 10 minutos en el que emitió casi una tonelada de CO2; o que, también la semana pasada, el avión de Zuckerberg aterrizó en Mountain View tras pasar solo 6 minutos en el aire, tiempo en el que emitió más de media tonelada de CO2 a la atmósfera.
Al investigar estas páginas, siempre se descubren varios trayectos irrisorios, de entre 5 y 20 minutos, que hacen los jets de estas celebridades. Si cada una va en su respectiva aeronave, eso es algo que Jack Sweeney no puede comprobar, al menos por ahora.
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