Después de casi un año de trabajo arqueológico en una finca situada en la Plaza de la Llana de Barcelona, las obras han hecho salir a la luz varios restos arqueológicos de una fábrica de chocolate del siglo XIX.
En el edificio han hallado elementos relacionados con este obrador, así como placas que se habrían utilizado para elaborar las etiquetas de los chocolates, en la que se especifica el nombre de la fábrica: Clemente Guardia.
Los arqueólogos también han descubierto muros y puertas atribuibles a un casal medieval del siglo XIV, a pesar de que la finca actual se dice que es del siglo XIX. Las obras se enmarcan en un proyecto del Ayuntamiento de Barcelona para rehabilitar el edificio y convertirlo en un servicio de pisos con apoyo.
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