El Gobierno aprueba de nuevo la senda de déficit que tumbó el Senado hace una semana
- Los objetivos de estabilidad vuelven al Congreso, pero el principal obstáculo sigue siendo la Cámara Alta por la mayoría absoluta del PP.
- El Ejecutivo hará un segundo intento para intentar que haya Presupuestos antes de aplicar su plan b.
- El Gobierno ve amenazados los Presupuestos y baja una marcha en su impulso legislativo tras las dificultades con la amnistía.
El Gobierno ha aprobado este martes por segunda vez los objetivos de estabilidad presupuestaria, un paso previo imprescindible para poder sacar adelante las cuentas públicas de 2024. La senda de déficit —que establece los límites de gasto en los que pueden incurrir Estado, comunidades y ayuntamientos en sus presupuestos— viajará de nuevo al Congreso y pasará después al Senado, cámara en la que el PP ya bloqueó la iniciativa la semana pasada.
La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha llevado al Consejo de Ministros exactamente la misma senda de déficit que tumbó el Senado hace menos de siete días. El Estado se reserva un límite de déficit del 2,7% del PIB, las comunidades un 0,1%, los ayuntamientos un 0% y la Seguridad Social un 0,2%.
Pese a que el Gobierno contaba con un mes de margen para volver a tramitar la iniciativa, ha optado por acelerar al máximo los plazos para no dilatar aún más unos presupuestos que llevan ya mes y medio de retraso. "No perdemos el tiempo, seguimos trabajando sin perder un minuto para contar cuanto antes con unos presupuestos", ha señalado la ministra portavoz, Pilar Alegría, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo.
La senda de déficit vuelve ahora al Congreso de los Diputados, donde previsiblemente saldrá adelante de nuevo con el apoyo de los socios parlamentarios del Gobierno, incluido Junts. Una vez superado el trámite en la Cámara Baja, la iniciativa aterrizará de nuevo al Senado, donde, salvo giro de guion inesperado, el PP volverá a bloquearla.
Lo que ocurra a partir de ese segundo "no" en la Cámara Alta es una incógnita. La ley de estabilidad presupuestaria no aclara cuál es el procedimiento a seguir y tampoco hay una senda de déficit anterior a la que poder aferrarse, pues las reglas fiscales han estado suspendidas entre 2020 y 2023.
Desde el Gobierno, María Jesús Montero defiende que, en caso de que el PP vuelva a vetar la senda de déficit, debe aplicarse la que se recoge en el Programa de Estabilidad remitido a Bruselas en abril del año pasado. Este marco es menos favorable para comunidades y ayuntamientos que el que plantea ahora el Gobierno, un punto importante que Montero recuerda a menudo al PP. La vicepresidenta primera sostiene que hay un informe de la Abogacía del Estado que avala su interpretación, aunque se niega a revelar su contenido.
Sin embargo, el principal partido de la oposición rechaza la visión de Montero y sostiene que sin objetivos de estabilidad aprobados no se pueden elaborar Presupuestos Generales del Estado. Aunque defienden que las cuentas públicas que ya han aprobado las autonomías no decaerían, algo que la vicepresidenta primera rechaza.