Desde 2011, Huerta del Rey, una particular población española, ubicada a 80 kilómetros de Burgos y en mitad de la Sierra de la Demanda, ha dejado una marca indeleble en la historia de los Records Guinness. En 2011, esta localidad se alzó con el título de poseer los nombres más raros del mundo.
Esta distinción catapultó a Huerta del Rey a la fama y la convirtió en un tema de conversación atractivo para medios de comunicación y para la publicidad. Fue tan llamativo el hecho, que marcas comerciales como "Aquarius" aprovecharon esta peculiaridad para filmar anuncios.
Fue así como, en 2011, la empresa de bebidas grabó un anuncio comercial con los vecinos de Huerta del Rey, en el que estos solicitaban que cambiara el nombre del alcalde, el cual se llamaba Antonio, un nombre tan común que llamaba mucho la atención.
Los nombres de los 1.400 habitantes
Esta ciudad, que hace parte de la provincia de Burgos e integra la comunidad autónoma de Castilla León, cuenta con una población de unos 1.400 habitantes.
Habitantes entre los que podrás encontrar nombres como: Quiteria, Onessiforo, Cancionila, Hieronides, Emerenciana, Crescenciano, Euquería, Lupicinio, Sinforosa, Dioscórides y Fredesvinda, Filogonio, Sindulfo, Filadelfo, Aniceto, Evilasio, Gláfida, Marciana, Alpidia, Walfrido o Ercilio, entre otros.
¿Por qué los habitantes tienen nombres tan poco comunes?
La verdad es que muchos de estos nombres hacen referencias a santos y beatos. La tradición de usar nombres poco comunes inició a principios del siglo XX, cuando los habitantes de los pueblos eran familias y compartían los apellidos, los cuales se heredan de generación en generación.
Como detalla El Correo de Burgos, cuenta que el motivo que desencadenó el uso de estos nombres fue que "los burócratas tenían problemas a la hora de recibir su correspondencia, ya que era común que hubiera coincidencias en los nombres y apellidos de los habitantes".
Por esta razón, "entre 1900 y 1930 el secretario del Ayuntamiento de entonces obligó a que todos los nuevos nacidos tuvieran que llevar nombres de santos, beatos y mártires de la iglesia católica", agrega el medio de comunicación.
En ese entonces, el Ayuntamiento puso en marcha la campaña y la población de Huerta del Rey cumplió con la tarea, tomando los nombres directamente del santoral católico, incluyendo muchos que están prácticamente olvidados por el tiempo.
Desde entonces aparecieron nombres como Licerio, Burgundófara, Marceonila, Euqueria, Onesíforo, Malaquías o Isacio. Fueron tan pocas comunes las elecciones que, en 2008, Huerta del Rey se convirtió en la sede del primer Encuentro Internacional de Nombres Raros y concentró a 200 personas.
No obstante, la tradición se está perdiendo en la adopción de nombres de recién nacidos en Huerta del Rey, y esta singularidad hoy corre el riesgo de ser tan solo un capítulo insólito, o una curiosidad, en la historia del municipio y de España.
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