Diego Carcedo Periodista
OPINIÓN

Nueva provocación

Puigdemont, ante Sánchez en el Parlamento Europeo.
Puigdemont, ante Sánchez en el Parlamento Europeo.
RONALD WITTEK / EFE
Puigdemont, ante Sánchez en el Parlamento Europeo.

Pedro Sánchez ha pedido a la Mesa del Congreso una prórroga de dos semanas de plazo para negociar con Junts el texto de la ley de amnistía. Es evidente, y lógico por supuesto, que no desee sentarse a debatir en torno a las discrepancias del proyecto bajo el ánimo de debilidad política que le habrán proporcionado las elecciones gallegas.

La debilidad política, tanto nacional como internacional, implica inevitablemente que quien más quien menos intente aprovecharse. Y Junts, que lo sabe y tiene experiencia, enseguida se apresuró a hacerlo. Hoy mismo presentó en el Parlament un proyecto de Ley para proclamar ya la independencia de Cataluña, nada menos.

No es previsible que salga adelante, por supuesto Esquerra Republicana (ERC), también independentista y con mayor solera, ha anunciado que se abstiene: no quiere ni oponerse a una idea que comparte y tampoco darle alas a su principal adversario ante las próximas elecciones catalanas. Los propios letrados de la Cámara autonómica se han pronunciado en contra.

Algunos conocedores de los intríngulis de la iniciativa la atribuyen a Puigdemont, que, son sus palabras, "desde su refugio en Waterloo se ha vuelto más maquiavélico". En cualquier caso, la intención de Junts está clara, se trata de una verdadera provocación para que Sánchez no desista ni rechace sus promesas de amnistiar todo lo que se le exija.

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