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El PSOE eleva al máximo la presión sobre Ábalos para que deje su escaño mientras trata de poner el foco sobre el PP

El PSOE libra una batalla soterrada para que salga de la vida pública quien era su número dos hasta hace poco más de dos años: José Luis Ábalos. Después de varios días en los que el partido se había limitado a deslizar que sería conveniente que el dirigente renunciara a su acta de diputado, sin pedírselo de forma directa, este lunes los socialistas dejaron de lado las sutilezas y exigieron pública y oficialmente a su ex secretario de Organización que entregara su acta en un máximo de 24 horas. Ábalos, no obstante, no se ha dado por aludido: sí ha dejado su puesto como presidente de la Comisión de Interior del Congreso, pero no ha renunciado a su condición de diputado.

Tras un fin de semana de ofensiva por todos los frentes del PP, que ha encontrado un filón en el caso Koldo para acerar sus críticas al Gobierno, el PSOE intentó este lunes retomar la iniciativa con dos anuncios. El primero de ellos fue esa exigencia a Ábalos para que entregue su acta de diputado, una petición aún sin respuesta pese a que el plazo que ha dado el partido termina poco antes del mediodía de este martes. El segundo fue que el PSOE pedirá en el Congreso crear una comisión de investigación para indagar en "la compra de material sanitario por parte de las administraciones públicas" durante la pandemia.

Con estos movimientos, los socialistas persiguen dos objetivos. El más evidente pasa por desligarse lo máximo posible del caso Koldo sacrificando a Ábalos, que se ha convertido en un activo tóxico para el PSOE como jefe del cabecilla de la trama en la época en la que se produjo. La propia portavoz del partido, Esther Peña, admitió que Ábalos "no está investigado, señalado ni imputado, ni su nombre figura en la investigación", pero aseguró que el partido considera que tiene "responsabilidad política" en el caso y sostuvo que la formación va a actuar con máxima "transparencia, caiga quien caiga".

El segundo de los objetivos que persigue el PSOE, más a largo plazo, es mover la atención pública a otros casos de compra de material sanitario que, a su juicio, son sospechosos, como el que involucra al hermano de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, al que Peña se refirió como "el comisionista". De hecho, la portavoz socialista mencionó expresamente este caso, y llegó a asegurar que la comisión de investigación "tiene mucho sentido" y que hubiera sido conveniente "que fuera el PP quien la hubiera propuesto". Pero "somos nosotros los que queremos acabar con todas las dudas y que pague quien en algún momento hizo lo que no debía", señaló Peña.

No obstante, la presión del PSOE a Ábalos para que entregue su escaño en el Congreso no había dado frutos a última hora de este lunes. El exministro, que en días anteriores se mostró "siempre a disposición" de su partido pero también argumentó que dimitir sin estar acusado de nada sería "hacer un tributo a la derecha", decidió este lunes únicamente dejar su puesto como presidente de la comisión de Interior de la Cámara Baja, pero no su acta. Esa renuncia es meramente simbólica, aunque evitará que el miércoles Ábalos presida una reunión del órgano en la que, entre otras cosas, se debatirá una iniciativa sobre "corrupción" e "impunidad" de casos que afectan a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Pero lo que el PSOE le exige es que abandone el Congreso. Porque las actas de los diputados son suyas, es decir, el partido en cuestión no puede cesar a sus parlamentarios. En todo caso, lo que dejan claro en Ferraz es que si Ábalos no cede, tendría que abandonar el Grupo Socialista y pasar al Mixto. Una situación bastante inaudita, pero que permitiría al exministro seguir aforado ante el Tribunal Supremo, el único órgano judicial con capacidad para investigarle si hubiera algún motivo para ello.

Sumar apoyará la comisión de investigación

Pese a las dificultades que está teniendo el PSOE para desligarse de Ábalos, en este asunto los socialistas han encontrado el apoyo de Sumar, que quiere evitar macharse de cualquier sombra de corrupción que afecte a su socio de Gobierno pero que, a la vez, va a acompañarle en su estrategia de aprovechar el escándalo para investigar los contratos firmados con el hermano de Ayuso. Este lunes, el portavoz de la formación, el también ministro Ernest Urtasun, aseguró que Sumar apoyará "una comisión de investigación en el Congreso donde puedan esclarecerse los hechos sobre este caso, y también los casos anteriores", y a la vez exigió que "se llegue hasta el final a esclarecer los hechos y se diriman responsabilidades políticas".

Urtasun no mencionó en ningún momento el nombre de Tomás Díaz Ayuso, el hermano de la presidenta de la Comunidad de Madrid, pero hizo varias referencias a que es necesario investigar "todos los casos que han aparecido en prensa" relativos a la compra de "mascarillas". Quien sí fue absolutamente nítida fue la líder de Sumar, la vicepresidenta Yolanda Díaz, que afirmó en un mensaje en la red social X (antes Twitter) que "en lo peor de la pandemia necesitábamos gente a la altura, no personas que se aprovecharan de la emergencia para hacer sus negocios" y señaló que "da igual que se llame Koldo o Tomás Díaz Ayuso: hay que condenarlo y depurar responsabilidades, sea quien sea y tenga el carnet que tenga".

Redactor '20minutos'

Redactor de Nacional. Me hice mayor en Infolibre y llegué a 20minutos a finales de 2019. Sigo a Sumar y a Podemos y me paso la vida en el Congreso, donde también me encargo de la crónica parlamentaria. Cosecha de 1993.

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