Barcelona

Crimen de las gemelas de Sabadell: la familia de la víctima pide subir a 25 años la pena para las hermanas y la pareja de una de ellas

Dolores Vázquez, Pilar Vázquez e Isaac Gil, durante el juicio por el asesinato de Pedro Rodríguez.
Europa Press

La acusación particular ejercida por la familia del hombre asesinado por las gemelas de Sabadell (Barcelona) Dolores y Pilar V., junto a la pareja de una de ellas, Isaac G. -condenados a entre 16 y 20 años de cárcel-, ha solicitado que la pena impuesta sea de 25 años de prisión para cada uno de los tres.

En la vista de apelación este martes ante la sala civil y penal del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), el letrado de la familia del asesinado, quien era pareja de Dolores, ha subrayado la "brutalidad" y el "salvajismo" con el que cometieron el asesinato.

La Audiencia de Barcelona, a partir del veredicto de culpabilidad del jurado, condenó el pasado otoño a los tres acusados, las gemelas Dolores y Pilar, y al novio de esta última, Isaac, a entre 16 y 20 años de cárcel por asesinar a la pareja de la otra, en julio de 2021 en Sabadell, con al menos 12 golpes en la cabeza.

La sentencia consideró probado que la noche del 9 al 10 de julio, Isaac, de mutuo acuerdo con Dolores y Pilar, asesinó con al menos 12 golpes en la cabeza a la víctima con una palanca metálica, pese a que el fallecido huyó del domicilio cuando comenzó la agresión y consiguió llegar al rellano, donde falleció.

Isaac, con la colaboración de Dolores y Pilar, envolvió a la víctima en una manta para trasladarla al interior del domicilio, y luego los tres trataron de limpiar las manchas de sangre y restos orgánicos en el rellano para "eliminar todo vestigio", en un crimen previamente planificado por los tres.

Por otra parte, la sentencia benefició a los condenados ante la "duda" de que un posible móvil del crimen fueran unos supuestos malos tratos por parte del fallecido a Dolores, pese a que dicha motivación no quedó probada en el veredicto, algo que tampoco justificaría "en modo alguno, la conducta de los acusados".

Sobre esta última cuestión, el letrado de la acusación particular, que recurrió la sentencia, ha subrayado que el jurado ya valoró los supuestos malos tratos, y que los desestimó, por lo que este beneficio impuesto a sus condenas no está jurídicamente motivado.

"La víctima no era ningún maltratador, era una buena persona", ha afirmado el letrado de la acusación particular, pese a que las defensas insisten en que hay elementos para pensar que había podido haber malos tratos.

Además, la acusación particular ha subrayado que los tres condenados, "de una manera brutal, con mucho salvajismo", planificaron y ejecutaron el crimen.

Por su parte, la Fiscalía, que no había presentado recurso de apelación a la sentencia condenatoria, se ha adherido a la argumentación de la acusación particular y ha afirmado que considerar el maltrato como posible motivación es "especialmente estigmatizador para la personalidad del fallecido".

Además, ha indicado que "con toda la prueba practicada en el acto del juicio" los tres acusados merecen "un reproche penal mucho más elevado".

Por otro lado, la letrada de Dolores, condenada a la pena más alta por la agravante de parentesco -20 años-, fue la única de los tres que recurrió, al considerar que el fallo no estaba suficientemente motivado o que había pruebas insuficientes, por lo que ha pedido la nulidad del juicio o la absolución de su representada.

La abogada de Dolores también ha solicitado que no se tenga en cuenta la agravante de parentesco, puesto que la relación entre ella y el fallecido no era analógica a la de un matrimonio, sino que era intermitente, y, en caso de estimarse la petición, la pena pasaría a ser de una horquilla de entre 15 y 20 años de cárcel.

Los hechos: golpes con una "barra metálica"

Según contaron los acusados en el juicio, el cuñado de la víctima -que vivía con la hermana de su pareja- confesó que todo empezó tras haber oído una discusión en el dormitorio de su cuñada. Al escuchar como se rompían unos cristales, decidió coger una barra metálica y entrar a la habitación.

Tras analizar la situación y ver como la víctima le intentó dar un puñetazo, él le golpeó con el objeto con el que acababa de entrar al dormitorio. Posteriormente, lo llevó hasta el rellano, le siguió golpeando y lo mató.

La noche de los hechos, los vecinos de la finca grabaron a través de la mirilla a los tres acusados, moviendo el cuerpo y limpiando los restos de sangre del rellano, acto que la mujer aseguró que hizo, puesto que su cuñado le obligó, además de estar "en pánico, inmovilizada". Su hermana, cuñada de la víctima y pareja del acusado, confesó en su día que no participó en el crimen ni pudo haberlo evitado.

Sin embargo, la Fiscalía consideró que los tres planificaron el asesinato, puesto que se encontraron un mensaje de Whatsapp donde el autor de los hechos, 20 minutos antes del crimen, citaba a su pareja en el piso: "A las dos allí". 

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