Ábalos pasa a la ofensiva y se defiende en público mientras el PSOE cierra filas y guarda silencio

  • El exministro tacha de "error" la decisión del PSOE de suspenderle y asegura que "no va a parar la cacería".
  • Ábalos tranquiliza al Gobierno y asegura que no será un problema: "No tengo ninguna manta de la que tirar".
  • El Ejecutivo se sume en el mutismo y Sánchez recuerda los casos de corrupción del PP para defenderse de las críticas de Feijóo.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, responde al PP este miércoles en el Congreso.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, responde al PP este miércoles en el Congreso.
EP
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, responde al PP este miércoles en el Congreso.

El PSOE y su ex secretario de Organización, José Luis Ábalos, ya siguen caminos completamente bifurcados. Este miércoles, menos de 24 horas después de anunciar su paso al grupo mixto del Congreso y que mantendrá su acta de diputado en contra de la orden de su partido, Ábalos optó por dar la cara y, lejos de esconderse, concedió varias entrevistas en las que confirmó que recurrirá su suspensión de militancia en el PSOE. Su locuacidad contrastó con la de la cúpula socialista, que durante todo el día evitó hacer nuevas valoraciones sobre el caso Koldo y se limitó a defenderse de las duras críticas del PP, que incluso acusó sin pruebas al presidente Pedro Sánchez de conocer desde hace tres años de la trama corrupta y no haber hecho nada.

El martes, en la comparecencia en la que confirmó su salida del grupo parlamentario socialista del Congreso, Ábalos ya avisó de que no pensaba pasar a un segundo plano de manera inmediata. "Hoy no voy a responder a preguntas, sé que tienen muchas, y yo también tengo muchas respuestas, pero como tengo tantas peticiones [para ofrecer explicaciones] las voy a ir dando", señaló el exministro, que advirtió con una frase muy contundente de que no se iba a esconder: "Como saben, dar la cara es una costumbre en mí".

Dicho y hecho. Este miércoles, Ábalos comenzó a dar la cara en varias entrevistas radiofónicas, en las habló largo y tendido del caso Koldo e insistió en que no conocía ninguna de las actividades presuntamente corruptas de su exasesor, del que dijo que ha "traicionado" su confianza. Y no solo eso. El dirigente afirmó que el PSOE ha cometido un "error" forzando su salida del grupo parlamentario socialista del Congreso, puesto que el caso Koldo "no se resuelve lanzándome a mí de este modo, porque no va a parar la cacería". Ábalos, además, aseguró que va a pedir que se levante su suspensión cautelar de militancia en el partido, dado que, como recordó con insistencia, no está imputado ni investigado en el escándalo.

El exministro, eso sí, quiso lanzar un mensaje tranquilizador al PSOE asegurando que no quiere ser un problema ni para el partido ni para la exigua mayoría que sostiene al Gobierno. "Oigo tantas cosas... y buena parte son fantasía. No tengo ninguna manta de la que tirar, tampoco soy una bomba de relojería para nadie: lo único que me pide el cuerpo es defenderme y salir al paso de tanta falta de rigor", sostuvo el exministro, que sin embargo sí lanzó un dardo al presidente, Pedro Sánchez, asegurando que desconoce los motivos por los que ha forzado su salida. 

"No sé lo que ha pasado para que haya habido un cambio de opinión", pero "el PSOE ha actuado con mucha impulsividad queriendo demostrar que no es como el PP", aventuró Ábalos en este sentido. También se refirió al actual secretario de Organización y número 3 del PSOE, Santos Cerdán, con quien no obstante fue más indulgente. "Para Santos está siendo muy duro todo esto, por la relación que tenemos. Él actúa como secretario de Organización, no va a entrar en compartir o no las decisiones, sabe que le corresponde hacerlo y le entiendo", se limitó a señalar.

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Por el contrario, en el PSOE el día posterior a la defenestración de Ábalos fue de un mutismo casi absoluto, solo roto por el hecho de que el presidente Sánchez y buena parte de sus ministros tuvieron que defenderse de los ataques del PP durante la sesión de control en el Congreso. Los pasillos de la Cámara Baja, por los que habitualmente los dirigentes socialistas pasan y se paran a hablar con la prensa, estuvieron inusualmente poco transitados, aunque fuentes del PSOE ya dejaron muy claro el martes cuál es la sensación que impera en el partido: "Estamos jodidos" y "no entendemos muy bien la reacción" del exministro al no dejar su escaño.

En el hemiciclo, no obstante, la parte socialista del Gobierno no pudo esquivar el caso Koldo, especialmente después de que el PP, con su presidente Alberto Núñez Feijóo a la cabeza, acusara sin pruebas a Sánchez de haber conocido la corrupción del Ministerio de Transportes hace tres años y no haber hecho nada para detenerla. "Usted lo sabía y lo tapó, se lo digo en nombre de todo un país consciente de que usted lo sabía desde hace más de tres años", espetó Feijóo a Sánchez, a quien recordó el cese de Ábalos como ministro hace tres años, que según él se debió a que el presidente "sabía que pasaba en el ministerio". "Lo cesó, pero a la vez aforó a Ábalos por lo que sabía que pasaba en su partido", denunció.

La defensa de los socialistas se basó en intentar desacreditar las críticas del PP recordando los casos de corrupción que han afectado en los últimos años a los populares. "Causa sonrojo que piense usted que puede sacar tajada política de la corrupción, viniendo del partido del que viene, y llegando a liderarlo como llegó a liderarlo", espetó Sánchez, que preguntó a Feijóo "por qué cayó el señor Casado", su antecesor en el cargo de presidente del PP. Él mismo se respondió: "Cayó por denunciar una trama de corrupción de [la presidenta autonómica Isabel Díaz] Ayuso en la Comunidad de Madrid, y si usted está en pie es por tapar y tolerar esta corrupción".

Redactor '20minutos'

Redactor de Nacional. Me hice mayor en Infolibre y llegué a 20minutos a finales de 2019. Sigo a Sumar y a Podemos y me paso la vida en el Congreso, donde también me encargo de la crónica parlamentaria. Cosecha de 1993.

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