El Juzgado de Menores de Santander ha condenado este viernes a cuatro menores, a sus padres y a un colegio de Santander por un caso de bullying en ese centro educativo. Entre todos, deberán indemnizar con 4.000 euros al alumno que sufrió el acoso, por los daños morales causados.
Además, los escolares tendrán que realizar tareas socioeducativas durante diez meses por un delito contra la integridad moral, según recoge la sentencia, dictada tras la conformidad alcanzada con la fiscal que ha instruido esta causa.
Según la resolución judicial, los cuatro menores actuaron en común acuerdo, de manera "continuada y prácticamente todos los días" con el propósito de "menoscabar gravemente la integridad moral" de la víctima durante casi un curso completo, entre septiembre de 2021 y abril de 2022.
En concreto, cada vez que estaban con el perjudicado, "le llamaban enano, bajito, maricón y gay" para "molestarle" y sin "conocer su orientación sexual". Además, "constantemente le golpeaban dándole collejas y empujones, cada vez que le veían", tanto en las aulas como en las instalaciones deportivas del centro.
Cambió de clase, pero siguió el acoso
En abril de 2022, la madre del niño puso estos hechos en conocimiento del centro educativo, que le cambió de clase, pero a pesar de ello continuaron molestándole.
Así, el 29 de ese mes los procesados "le propinaron un fuerte balonazo en la cara de forma intencionada y le cogieron entre todos de los brazos y las piernas cuando estaba en las gradas del colegio, levantándole para a continuación dejarle caer fuertemente sobre el suelo, quitándole un zapato con el que jugaron al fútbol".
Como consecuencia de esto, el menor fue trasladado al Hospital Valdecilla por su progenitora, donde no se constataron lesiones físicas, pero debido al sufrimiento emocional que padecía fue derivado al servicio de Psiquiatría.
Delito contra la integridad moral
Todo esto constituye, según recoge la sentencia a la que ha tenido acceso esta agencia, un delito contra la integridad moral del que son responsables los cuatro menores ahora condenados y que, a través de sus abogados, se conformaron con las medidas solicitadas por la fiscal: tareas socioeducativas durante diez meses y 4.000 euros de indemnización a la víctima.
Las medias impuestas y aceptadas por los encausados se orientan, principalmente, a mantener su escolaridad y favorecer su desarrollo moral y capacidad empática; así como a desarrollar sus habilidades sociales asertivas y encaminar su formación e inserción sociolaboral.
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