En efecto, la Plaza de España de Sevilla es, mayormente, patrimonio de todos los españoles y españolas. Solo la explanada central cuenta con titularidad municipal. Toda la edificación, incluidos los 48 bancos de las provincias españolas, pertenecen al Estado.

Aníbal González presentó el proyecto en 1914 como un semicírculo abierto, a modo de abrazo al mundo. Desde esa perspectiva sentimental se puede considerar patrimonio de toda la humanidad. La Academia de Cine Europeo así lo vio en 2018, declarándola Tesoro de la Cultura Cinematográfica Europea, tras los rodajes de Lawrence de Arabia o La Guerra de las Galaxias.

Hoy es uno de los monumentos más visitados de España y Bien de Interés Cultural desde 2023.

Por eso nadie entiende la ocurrencia del alcalde de airear por cuenta y riesgo, y traicionando al Estado diría yo, la idea de cerrar y privatizar este enclave singular, incrustado en la memoria colectiva del país. Un nuevo dislate del regidor, con trascendencia nacional e internacional, como el teleférico entre Tomares y Sevilla en su etapa al frente del pueblo aljarafeño.

Es curioso que justifique el cerramiento con deficiencias, todas de su competencia: suciedad, desperfectos, seguridad, venta ambulante... Sobre todo porque el señor Sanz se presentó como eficaz jefe de mantenimiento de la ciudad.

Tuve la oportunidad, y la suerte, de que el alcalde Monteseirín me encomendara en 2008 las obras de rehabilitación de Plaza de España con una inversión de seis millones euros. Impermeabilizamos la ría, restauramos la balaustrada, rehabilitamos los paños de las provincias, acondicionamos el pavimento y las zonas ajardinadas e instalamos paneles descriptivos.

Levantamos, además, un monumento a Aníbal González, nuestro arquitecto, saldando una deuda histórica, y derribamos el muro que separaba la plaza del Parque de María Luisa, creando un espacio unificado, posibilitando su cerramiento por las noches para garantizar un mejor cuidado. Lo hicimos sin necesidad de privatizar ni de activar una tasa turística, con la que se podrían mantener otros entornos que también lo necesitan.

Todo lo ejecutamos con recursos propios y con un alcalde como Monteseirín, con un proyecto valiente y transformador de la ciudad, preservando nuestro patrimonio.

Mientras los socialistas gobernemos en España por conciencia, por competencia y por la ciudadanía… la Plaza de España no se cierra.