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Qué se reivindica este 8-M por el Día Internacional de la Mujer

Manifestación del 8 de marzo, México, 2023.
Arturo Hernandez / Eyepix Group

Quedan menos de dos días para que calles del mundo entero se vistan de lila. Mujeres de todas partes preparan sus pancartas con piezas sueltas de cartón sobre las que escribirán sus proclamas como vienen haciendo desde que, hace décadas, rompieran el silencio y decidieran tomar las calles una vez al año recordando que, sin el 50% de la población a bordo, se hunde el barco.

Aunque las feministas llevaban ya una larga historia de lucha a sus espaldas, no fue hasta 1975 cuando la ONU decidió declarar oficialmente, el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer, reconociendo, así, siglos de desigualdad.

Una demanda unánime: el fin de las violencias machistas

Las reivindicaciones feministas han evolucionado a medida que lo ha hecho la sociedad, y lo que un día fueron oleadas de mujeres poniendo el cuerpo para defender sus derechos sociales, económicos y laborales, desde fábricas mugrientas, se ha transformado en un movimiento universal que trasciende fronteras y demanda igualdad y justicia en todos los ámbitos de la vida.

Además, en el 8M, las mujeres claman para poner freno a la violencia de género en todas sus formas -abusos, violencia sexual, asesinatos machistas- y exigir derechos reproductivos y sexuales, porque las cifras son escandalosas: el año 2023 se saldó con 56 mujeres asesinadas por violencia de género en España, siete más que el año anterior, que suman, desde 2003 -fecha en la que se empezó a contabilizar- 1245 mujeres muertas a manos del machismo.

Y la violencia sexual no se queda atrás. En los primeros nueve meses de 2023 los delitos contra la libertad sexual aumentaron un 12% hasta alcanzar los 15.051 hechos -de los que tienen conocimiento las Fuerzas de Seguridad- según el balance de criminalidad del Ministerio del Interior. Por lo que cualquier movilización parece poca.

Una brecha que sigue abierta: la desigualdad salarial

Que las mujeres no cobran lo mismo que los hombres es una de las protestas históricas del movimiento feminista. También lo son los techos de cristal, que hacen que la presencia de mujeres en puestos directivos sea, definitivamente, inferior. Lo gritaron las islandesas en aquella huelga histórica que se proclamó como la primera feminista, y continúa gritándose en las calles cada 8-M. 

Y no es para menos porque, según los datos del Instituto Nacional de Estadística, en 2020 las mujeres ganaron 5.175 euros menos que los hombres, situándose la brecha salarial de género por encima del 20%. 

El #SeAcabó, también con las palestinas

Son innumerables las proclamas de las mujeres en la movilización del 8 de marzo, porque cada colectivo afronta una lucha particular dentro del movimiento feminista universal. Por eso, con la intención de apoyar todas las causas que luchan contra la vulneración y discriminación estructural de la mitad de la población, las asociaciones feministas redactan un manifiesto en el que, cada año, ponen el foco en los que consideran, son los temas que deben encabezar la lucha.

Este año, aunque son muchas las convocatorias en España -con sus diversas demandas- la Comisión 8-M, que ha sido la asociación encargada de convocar históricamente las manifestaciones, ha publicado un manifiesto para mostrar el apoyo del movimiento feminista a las mujeres palestinas, tras el recrudecimiento del conflicto con Israel. El texto abre así:

La mañana del 1 de febrero, en Barcelona, una mujer de 78 años, una de tantas, fue desahuciada de la casa en la que llevaba viviendo más de medio siglo. Después de suplicar que la dejaran quedarse, la mujer se arregló y se colocó debajo del abrigo un pañuelo blanco y negro que de lejos parecía un pañuelo palestino. Dio dos vueltas a la llave y dejó un beso en la imagen que adornaba la puerta, que decía: Dios bendiga cada rincón de esta casa. Escoltada por la policía se echó al bolsillo la llave de la casa a la que no va a volver. Guardó la llave como lo hicieron las judías sefardíes, las moriscas o las gitanas a las que expulsamos de este reino de España que siempre se ha querido puro y blanco a cualquier precio; como la guardan las familias saharauis en el desierto y las mujeres palestinas que llevan sesenta años expulsadas de sus casas y que hoy son bombardeadas y privadas de alimento y agua.

Abolición de la prostitución, la eterna disputa

¿Debe, o no, considerarse la prostitución un trabajo? Es uno de los grandes debates del movimiento feminista desde sus comienzos que, tras el paso de Irene Montero al frente del Ministerio de Igualdad, en la pasada legislatura, se ha reavivado en nuestro país. 

Ahora, además, el Gobierno tiene pendiente de tramitar dos leyes integrales para abordar el tema. Concretamente, el proxenetismo, la trata con fines de explotación sexual y la prostitución. Y aunque parte del feminismo no lo ve claro, este será también uno de los temas protagonistas en la manifestación del ocho de marzo. 

Redactora SEO '20minutos'

Graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual. Escribo sobre actualidad, economía, política, ciencia y sociedad en la sección SEO del 20 minutos. Anteriormente en la revista XLSemanal. Me apasiona el periodismo en su faceta más humana: la clave de una historia está en su por qué, más que en su qué. Me he especializado en cine y estoy realizando un Máster en Postproducción y VFX porque creo firmemente en el poder de la imagen para transformar el mundo. También aquellas imágenes que no se ven, pero se escuchan o se leen.

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