La sobrecarga de trabajo, las jornadas eternas y los sueldos bajos están afectando a los médicos internos residentes (MIR) del sistema de salud público catalán -que se plantean abandonarlo- y, por ende, a los pacientes, según estudios de sindicatos como Metges de Catalunya (MC) o ONGs como Amnistía Internacional y movimientos sociales como Marea Pensionista. Se ven perjudicados, sobre todo, quienes acuden a los centros de atención primaria (CAP), donde estos profesionales rechazan plazas, lo que contribuye a que las listas de espera sobrepasen el tiempo recomendado.
Una encuesta de MC muestra que un 39% de los MIR no se ve trabajando en el sistema sanitario público de Cataluña dentro de diez años. Indica, asimismo, que siete de cada diez médicos internos residentes que se forman en unidades docentes catalanas se plantean mudarse al extranjero una vez obtengan el título de especialización. Entre los motivos que destacan los más de 700 encuestados, están la carga de trabajo –el 68% la define como "agobiante o muy agobiante"- o las jornadas que superan las 48 horas semanales –el 81% afirma que las trabaja-.
El descontento de los MIR es visible, sobre todo, en los centros de atención primaria, donde este año, en Cataluña, sobraron casi un centenar de plazas de médicos internos residentes, mientras que el año pasado fueron 36 las que se quedaron vacantes.
En el conjunto de España tambien sobraron 459 plazas, casi el doble que el año anterior, cuando fueron 202, pero los catalanes pertenecen a la comunidad con más plazas vacantes, a pesar de que el Govern impulsó en marzo de 2023 un plan con incentivos y complementos retributivos para ocupar estas especialidades.
Desde Metges de Catalunya consideran que las medidas del Departament de Salut han dado respuestas "puntuales, tarde y descontextualizadas", que han terminado afectando a la base de Atención Primaria, así como a la relación personal entre los usuarios y profesionales. El sindicato advierte a las instituciones de que el sistema "se encuentra en una encrucijada, con la presión de reducir los tiempos de espera para citas y un aumento constante de la cartera de servicios, sin el presupuesto adecuado ni suficientes recursos materiales ni humanos". Asimismo, señala que la carga asistencial es insostenible y que eso provoca que los profesionales acaben pidiendo la baja por casos de "burnout".
Por su parte, la portavoz de Marea Pensionista, Conchita Rivera, lamenta que en los centros de atención primaria hay "médicos que tardan mucho" en dar visita y que las esperas superan los 15 días en algunos casos. A su parecer, el problema recae en que falta presupuesto. Por eso, pide que el 25% del Producto Interior Bruto (PIB) de Cataluña se destine a Sanidad. Rivera señala que en los ambulatorios hay casi 3.000 puestos de trabajo por cubrir y que prácticamente el 40% de las plantillas tiene contratos temporales, un hecho que provoca que los profesionales tengan muchas rotaciones y sueldos bajos. "Se están yendo de la atención primaria", apunta en una conversación con este medio.
Los pacientes, por su parte, se quejan de las largas esperas para ser atendidos. Isabel, por ejemplo, que prefiere no decir su apellido, explica que pidió cita el lunes pasado en el ambulatorio de Cornellà y que le atenderán el próximo lunes, es decir, siete días después. Y eso ocurre en casos en los que los CAPs van relativamente bien, dice.
También un estudio de Amnistia Internacional denuncia largas esperas para acceder al médico de cabecera. El informe de esta organización señala que ocho de cada 10 personas tienen que esperar más de dos días para una visita en Cataluña, con lo que se supera el plazo máximo de referencia de 48 horas del Servei Català de la Salut y del Marco Estratégico de Atenció Primaria y Comunitaria. La cifra empeora respecto al año pasado, cuando el porcentaje de los que se visitaban en el periodo de referencia era del 28%. Sin embargo, no es de las peores del conjunto de España. En Andalucía, Madrid o Canarias, por ejemplo, más del 80% de las citas tardan dos días o más en ser atendidas.
Según otro estudio de AI, en la salud pública de Cataluña se invierten un total de 1.886 euros por persona –de los que el 14% se destinan a la atención primaria-, una cifra inferior a la de la media de España (2.537 euros).
Barcelona tendrá tres nuevos CAP
En el marco del pacto de ciudad 2023-2030, el Departament de Salut de la Generalitat está avanzando en la construcción de nuevos centros de atención primaria (CAP) en Barcelona, como el del Raval Nord, que se encuentra en fase de licitación de la primera fase de las obras; el de Fort Pienc, que tiene redactado el proyecto ejecutivo; o el de Congrés-Indians, cuyo proyecto está en fase de licitación.
También se están ejecutando trabajos de ampliación de los CAP Besòs y La Pau, ambos en el distrito de Sant Martí, y del de La Sagrera, en Sant Andreu.
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