Ópera en directo entre bocado y bocado
- Cada sábado, El Café de la Ópera hace gala de una rica propuesta gastronómica junto con un gran espectáculo.
- El Estado fija en 800.000 euros la obra 'San Jorge y el dragón' para su exhibición en El Museo del Prado.
Para los amantes de la Ópera y la Zarzuela, o simplemente iniciados o curiosos en el tema, vivirlas en directo mientras degustan una cena es posible gracias a El Café de la Ópera (calle Arrieta, 6), el icónico restaurante madrileño situado a escasos metros del no menos imponente Teatro Real.
Porque esa es su atractiva propuesta para las noches de los sábados. Son sus 'Cenas Cantadas' a ritmo de las óperas y zarzuelas más conocidas. Se trata de una velada con un exclusivo y cuidado espectáculo para todos los públicos, donde tenores, sopranos y mezzosopranos, acompañados al piano, interpretan las melodías más famosas del género a escasos metros de los comensales, mientras explican su origen y alguna que otra curiosidad sobre su creación o composición.
Un viaje emocionante en un entorno tranquilo y sofisticado bajo la batuta de su director artístico, Manuel Ganchegui, quien lleva ya 27 años dirigiendo las actividades artísticas de la compañía de El Café de la Ópera. "Cuando empezamos, en 1997, el espectáculo se hacía todos los días, y siempre con el restaurante lleno", cuenta a 20minutos Ganchegui con cierta emoción.
Nada que ver con su propuesta actual, que solo se hace un día a la semana. Eso sí, puede presumir de haber sorteado varias crisis e incluso una pandemia para, cada sábado a las 20.30 horas, tener lleno su local con clientes de aquí y de allá, en porcentaje, "un 70% nacionales y un 30% extranjeros", detalla Manuel.
En cuanto a la comida, actualmente se puede disfrutar del menú 'La Chulapona', una obra con música de Federico Moreno Torroba representativa del casticismo madrileño con una trama más cercana a la tragedia que a la comedia.
El primer golpe de efecto llega de la mano de unas croquetitas de jamón ibérico con mayonesa y una crema de maíz con tierra de kikos y sésamo tostado al que sigue un salmón con salsa de reducción de cava, tomate semiseco y pistacho. Los principales cierran con el codiciado confit de pato al horno con parmentier de patata y canela.
La nota nota dulce la pone un postre marca de la casa: flan suave de queso con helado de violeta madrileña que cierra una inolvidable noche de música y gastronomía.