La ayuda a personas sin hogar se prorroga en Madrid: en 2023 atendieron 2.290 casos

Los servicios de ayuda a personas sin hogar del Ayuntamiento de Madrid atendieron 2.290 casos en 2023, de los cuales 1.894 fueron hombres y 331 mujeres. A través del servicio de Puerta Única de Entrada (PUE), registraron 2.392 solicitudes de entrada y contabilizaron 335 atenciones directas en el punto de información ubicado en el Centro de Acogida de San Isidro. Junto a los servicios de PUE, existe el programa A Tiempo, dirigido a evitar la situación de calle de jóvenes de entre 18 y 25 años. En su primer año de funcionamiento, entre diciembre de 2022 y el mismo mes de 2023, han participado en el programa 66 jóvenes: 55 hombres y 11 mujeres.

Para continuar con estos dos servicios, el Consistorio ha aprobado este jueves en Junta de Gobierno la prórroga del contrato de gestión del servicio de PUE y la atención a este colectivo a través de los Equipos de Calle. "Se garantiza así la continuidad de ambos recursos, que centralizan la valoración y asignación de plazas en los centros y proyectos de la Red, así como el seguimiento en calle de los usuarios", ha informado la vicealcaldesa y portavoz municipal, Inma Sanz. Además, han autorizado también prolongar la vigencia del programa A Tiempo con una inversión total que asciende a 7 millones de euros.

La Puerta Única de Entrada tramita las solicitudes de acceso a la Red Municipal de Atención a Personas Sin Hogar, que dispone de 2.005 plazas en centros de acogida y pensiones, 565 más en centros de día y 273 en viviendas. El equipo está compuesto por tres trabajadores sociales encargados de revisar los casos y de adjudicar, si procede, una plaza en el recurso que más se ajuste a las necesidades del usuario. El objetivo es la recuperación de proyectos vitales mediante el reconocimiento de la dignidad de cada individuo.

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Por su parte, los Equipos de Calle realizan las valoraciones y seguimientos de las personas que se encuentran en situación de sinhogarismo, en las estancias habilitadas por el programa y en cualquiera de los centros municipales destinados a la asistencia de este perfil vulnerable. Existen siete equipos, compuestos por dos trabajadores sociales y dos auxiliares de servicios sociales cada uno, además de un psicólogo que ejerce como apoyo en los procesos que así lo requieran. Además, el contrato incluye otros dos equipos de asentamientos formados por un trabajador social y un educador social que, en su caso, cuentan con la ayuda de un mediador intercultural.

Este contrato contempla que la empresa adjudicataria provea 60 plazas de pensión, que suponen 21.600 estancias anuales de carácter temporal. Para el Consistorio supone un gasto plurianual de 4,7 millones de euros y su vigencia se ha establecido entre el 1 de diciembre de 2024 y el 30 de noviembre de 2026. Durante este tiempo, también dispondrán de un mediador intercultural árabe, se prestará servicio de odontología y oftalmología a usuarios que no cuenten con recursos económicos suficientes, así como el pago de transporte o tarjetas de viaje.

A Tiempo, prevención situaciones de calle en jóvenes

La diferencia del programa A Tiempo, frente a otros centros de la Red Municipal de Atención a Personas Sin Hogar, se encuentra en garantizar un alojamiento más integrador y una atención más específica a la población entre 18 y 25 años dentro de las personas sin hogar. En concreto, a través de este proyecto se busca proporcionar una estabilidad de alojamiento a los usuarios mientras se generan nuevas oportunidades para ellos tras haber adquirido el compromiso de abandonar su situación de calle e iniciar un proceso de intervención social.

El nuevo contrato, que se ejecutará entre del 16 de diciembre de 2024 y el 15 de diciembre de 2026, comprende la gestión de 28 plazas de alojamiento en hostales o pensiones y 12 plazas en cuatro pisos compartidos. Durante esta estancia, los 66 jóvenes del anterior programa, consiguieron documentación, empadronamiento y tarjeta sanitaria. Además, los usuarios participaron en más de 70 cursos formativos, 23 consiguieron un puesto de trabajo y cinco pasaron a la vida autónoma tras cumplir los objetivos.

El programa pone el foco en la creación de redes de apoyo y en promover el acceso a los servicios comunitarios para que se conviertan en un factor de protección para ellos en el futuro. Además, busca la inclusión formativa y al empleo al entender este paso como un elemento clave para su transición a una vida autónoma. Al mismo tiempo, se asegura su manutención a través de espacios adecuados con cocina o servicio de catering en el hostal y con cocina propia en los pisos.