Cetrería para acabar con el exceso de palomas. Este es el método que ha puesto en marcha este miércoles el Ayuntamiento de Barcelona, en el marco de una prueba piloto de unas seis semanas. En los alrededores del Camp Nou, en Les Corts, donde la presencia de palomas va en aumento, un técnico acreditado y uniformado hace volar a un halcón y tres águilas para dispersarlas.
Durante dos semanas, se realizará una actuación intensiva diaria, desde las 8 horas hasta las 16 horas, y habrá una segunda fase de mantenimiento con vuelos tres días a la semana. Según los resultados obtenidos, se seguirá o no con la cetrería para evitar el exceso de palomas.
Los técnicos especialistas no solo harán volar al halcón y las águilas. También recopilarán datos sobre las palomas, por ejemplo, acerca de sus horarios, las características de los grupos o la presencia en abrevaderos y alimentadores.
Además de esta prueba, en Les Corts se llevan a cabo otras actuaciones para controlar la población de estas aves, como por ejemplo, reducir o eliminar el alimento que las personas les proporcionan. El Ayuntamiento trabaja con ciudadanos que les dan de comer, mediante el servicio de gestión de conflictos. Estas actuaciones se centran en grandes alimentadores, personas que les ofrecen más de dos kilos de comida al día a las palomas.
También se ha trabajado con alimentadores activos, que son ciudadanos que comparten parte de su comida o dejan caer migas -se han detectado 350 en Barcelona-, así como con alimentadores pasivos, que son los que abandonan comida para llevar en la calle. Estos últimos acostumbran a ser turistas.
Otras líneas de trabajo son reducir la fertilidad de las palomas, así como hacer disminuir o eliminar las estructuras que facilitan su reposo o la nidificación.
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