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El juez Llarena rechaza el séptimo intento de Puigdemont de apartarle de la causa del 'procés'

Carles Puigdemont, en una imagen de archivo.
Europa Press

El juez del Tribunal Supremo a cargo de la instrucción del procés, el magistrado Pablo Llarena, ha rechazado este jueves el séptimo intento del expresidente catalán y eurodiputado de Junts, Carles Puigdemont, para apartarle del procedimiento.

En un auto, Llarena contesta al dirigente independentista que su petición, interpuesta junto con los exconsellers Antonio Comín y Clara Ponsatí, carece de legitimación y es extemporánea. Los procesados alegaban que su apariencia de imparcialidad había quedado comprometida al recibir el pasado 11 de noviembre un premio de la Asociación de Fiscales por su instrucción del procés

En un auto, Llarena explica que ésta es la séptima ocasión que tratan de apartarle de la causa y que una persona en rebeldía no cuenta con legitimación para interponer la recusación. Incide en que el tribunal ya explicó al líder de Junts que la primera exigencia para el incidente de recusación es que quien la presente cuente con legitimación procesal para hacerlo. 

Le afea, además, que plantee de nuevo esta solicitud sin incorporar argumentos nuevos: "Sin incorporarse ahora nuevos argumentos, debe señalarse que los recusantes ya objetaron la continuidad de este instructor por la obtención de un premio en escritos de recusación presentados el día 1 de diciembre de 2021. La recusación fue resuelta y desestimada (...) por auto de esta Sala de 14 de febrero de 2022, en atención a motivos de inadmisión que los recusantes desatienden en su actual escrito".

El instructor añade que la recusación es extemporánea, ya que la presentaron una vez transcurrido el plazo máximo de días a pesar de que "los medios de comunicación dieron puntual noticia". Explica que como el premio lo recibió el 11 de noviembre de 2023, la fecha tope para plantear la recusación era el día 28 de ese mes.

Recuerda, asimismo, que "la imposición de un plazo para interponer la recusación no es compatible con una banal afirmación de haber tenido conocimiento de lo acontecido días después". Al margen, el juez del procés apunta que el poder que presentaron los dirigentes para plantear la recusación es insuficiente para este tipo de procedimiento.

Por último, Llarena subraya "la posible intención de los procesados de apartar al muy limitado número de profesionales que pueden intervenir en las distintas fases de este procedimiento y descoyuntar así su operatividad".

A su juicio, ello se evidencia "no solo en su actual rebeldía procesal, sino en las múltiples recusaciones formalizadas contra este instructor y que han sido declaradas improcedentes, así como en las injustificadas recusaciones a la práctica totalidad de los magistrados del Tribunal  Supremo que están llamados a resolver los distintos incidentes que plantean y recursos que interponen, incluso, a magistrados del Tribunal Constitucional".

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