Cataluña

Salut incorpora la prueba de detección del virus de papiloma en mujeres mayores de 30 años y en 2025 se realizará con automuestras

El conseller de Salud, Manel Balcells, durante la rueda de prensa del nuevo modelo de pediatría.
Generalitat de Catalunya

El Departamento de Salut incorporará este año una nueva prueba de detección del virus del papiloma humano (VPH) en mujeres de entre 30 y 65 años con el objetivo de detectar de forma precoz esta infección para prevenir la presencia de lesiones y que pueda derivar en un caso de cáncer de cuello uterino. 

De esta forma, para esta franja de edad, la prueba primaria para detectar de forma precoz el virus del VPH dejará de ser la citología tradicional y pasará a ser esta prueba específica, que en 2024 se podrá realizar en los centros de atención primaria con un profesional médico

No obstante, a partir de 2025, se hará por automuestras con un kit que las mujeres podrán recoger en la farmacia y, posteriormente, devolverlo para su análisis. 

El virus del papiloma humano es la principal causa del cáncer de cuello uterino y se transmite por el contacto sexual. De hecho, el VPH es la infección de transmisión sexual más frecuente. Según datos de Salut, se estima que un 80% de las personas sexualmente activas se infectarán por el VPH en algún momento de sus vidas.

El objetivo: reducir la incidencia hasta un 70%

El consejero de Salud, Manel Balcells Díaz, ha celebrado la implementación de esta nueva prueba para la detección del cáncer y ha destacado que "la diferencia entre realizar una citología clásica con la prueba de detección del VPH es una reducción de entre el 60% y el 70% de la incidencia del cáncer de cuello uterino". 

Según Laia Bruni, responsable del Programa de detección precoz del cáncer de cuello uterino del Institut Català d'Oncologia (ICO), el uso de las pruebas VPH permiten un cribado con "más calidad y más efectivo". 

"Son pruebas muy fiables y no es necesario repetirlas tan a menudo", ha afirmado. Según Salut, si las citologías se hacían cada tres años esta prueba permite alargar los intervalos de cribado y solo habría que realizarlas cada cinco años.

Se desplegará en dos fases: oportunista y poblacional

La incorporación de la prueba de VPH se enmarca en la actualización del Protocolo de detección precoz del cáncer de cuello de útero que se está desplegando en dos fases en Cataluña.

En la primera fase, en el cribado oportunista, las mujeres de entre 30 y 65 años pueden solicitar la prueba del VPH en su centro de Atención a la Salud Sexual y Reproductiva (ASSIR) o bien esta se puede realizar aprovechando otra consulta médica. 

Esta primera fase, que sustituye a la citología por la prueba del VPH, se empezó a implementar en noviembre del año pasado en la región sanitaria de Barcelona Ciutat y en febrero de este año en la de Lleida. Durante el resto de 2024 se irá implementando escalonadamente en el resto del territorio.

En la segunda fase, que se desplegará a partir de 2025, se pasará a un cribado poblacional organizado, es decir, la prueba se ofrecerá proactivamente desde el sistema de salud a todas las mujeres de entre 30 y 65 años de toda Cataluña.

A través de un SMS se invitará a la persona a recoger un dispositivo de automuestra en una farmacia que deberá devolverse para el análisis y la prueba de detección de VPH. En cualquier caso, la prueba podrá seguir haciéndose en el centro médico en casos en que la mujer lo prefiera en lugar de la automuestra.

El cribado poblacional se inició a principios de 2024 mediante una prueba piloto en el ASSIR El Prat de Llobregat en colaboración con las farmacias de este municipio. En mayo se prevé extender este piloto al área de referencia del ASSIR Baix Llobregat - Litoral, es decir a los municipios de Begues, Castelldefels, Gavà, Sant Climent de Llobregat y Viladecans. Una vez finalizado este piloto, se implementará de forma progresiva el cribado poblacional en el resto del territorio.

Las automuestras permiten llegar a más mujeres

El objetivo es implementar un modelo de cribado poblacional basado en la prueba de detección de VPH antes de 2029. De esta forma, la extensión del cribado y las automuestras permitirán llegar a toda la población

Balcells considera que el nuevo sistema será un nuevo modelo "ejemplar" para llegar a la mayoría de la población y hacer realidad la erradicación del cáncer de cuello de útero. 

De hecho, con el nuevo protocolo, Cataluña queda alineada con el resto de países europeos para lograr la estrategia de la OMS para eliminar el cáncer de cuello uterino.

En esta línea, David Frigola, jefe de la División de Desarrollo Territorial y Gerencia de Organizaciones del Área Asistencial del CatSalut, ha explicado que el hecho de optar por una automuestra aumenta la participación de las mujeres en el cribado, ya que acudir a la farmacia y poder devolverlo es más fácil que si es necesario ir a un centro sanitario.

Además, han puesto de manifiesto la importancia de que así se alcanza algunos casos que son los que no están yendo al centro sanitario y es en estos casos en los que la incidencia de cáncer es mayor. Según Salut, entre el 70-80% de los diagnósticos de cáncer de cuello de útero son mujeres no cribadas o subcribadas.

Por su parte, para las mujeres de entre 25 y 29 se seguirá manteniendo la citología tradicional como prueba primaria y se realizará cada tres años, tal y como marca el protocolo. La prueba de VPH no está recomendada antes de los 30 años, puesto que muchas de las infecciones con VPH desaparecen por sí solas, sin que requieran ningún tratamiento.

Según datos de Salut, más del 90% de las personas infectadas por el VPH son capaces de eliminar la infección espontáneamente gracias al sistema inmunitario. No obstante, cuando la infección persiste, existe el riesgo de desarrollar lesiones precancerosas en el cuello uterino que pueden progresar a un cáncer invasor.

Con todo, el hecho de que se opte por cambiar de prueba a partir de los 30 y no antes es porque es a partir de esa edad es cuando empieza a haber infecciones persistentes.

"Esto es así porque al haber un pico de infecciones en la década de los 20 años, lo que se considera interesante desde el punto de vista epidemiológico, es empezar con la prueba del VPH a partir de los 30, cuando las infecciones han disminuido, pero cuando persisten algunas que pueden evolucionar hacia una lesión precancerosa y quizás hacia un cáncer”, ha detallado Frigola. 

Además, cada vez habrá más mujeres en edad de cribado que ya fueron vacunadas en la preadolescencia y en estos casos se espera que apenas haya lesiones de alto riesgo. El programa de vacunación escolar en Cataluña contra el VPH existe desde 2008 y actualmente incluye tanto a niñas como a niños de sexto de primaria.

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