El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ha dado este lunes un paso más en su escalada contra la política de bajos precios de Ouigo, uno de las tres que opera la alta velocidad, y ha señalado que está estudiando recurrir a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) lo que considera prácticas "desleales" de la compañía francesa por el bajo precio de sus billetes de tren, con los que no solo incurre ella en pérdidas que soporta el Estado francés a través de su empresa estatal de ferrocarril -SNCF, propietaria al 100% de Ouigo-, sino que está "arrastrando" a Renfe y la tercera operadora, la italiana Iryo, que ya obtienen "malos resultados" en corredores de alta velocidad que antes eran rentables, como Madrid-Barcelona o Madrid-Valencia. En esta situación, ha apuntado que Ouigo "tendrá que subir los precios" si no quiere seguir perdiendo dinero.
"Estamos estudiando incluso acudir a la CNMC porque entendemos que están empleando prácticas que son desde nuestro puto de vista tremendamente desleales", ha dicho Puente en una entrevista en Onda Cero. Según ha explicado, recurrir a Competencia sería el siguiente paso de la batalla que libra contra lo que considera "dumping" de precios de Ouigo que empezó prácticamente desde que llegó al Ministerio hace casi cuatro meses. Según ha dicho, empezó "por hacerlo público" y siguió por "hablar con el Gobierno francés", también acerca de "todas las dificultades del mundo" que pone a la operación de Renfe en Francia. Según ha dicho, el siguiente paso podría ser acudir a Competencia, que hace unos días certificó que la llegada de Ouigo e Iryo para competir en la alta velocidad con Renfe rebajó los precios hasta un 40%.
Puente mantiene que esta caída de precios no es sostenible y que con ella Ouigo no solo no es rentable sino que está provocando pérdidas en las otras dos compañías, la italiana Iryo y la española Renfe, a la que, como ministro, ha afirmado que tiene la "obligación de proteger" frente a un "dumping" de precios de la francesa, para que pueda seguir prestando servicio, no solo de alta velocidad en los corredores más rentables, sino en otros que no lo son y donde otras compañías no se plantean entrar.
"Lo que iba a ser una competencia sana se convirtió en una guerra desde el primer minuto. La francesa [Ouigo] está vendiendo desde el principio muy por debajo del coste, perdidas de 40 millones al año y con este comportamiento ha arrastrado a las otras dos competidoras, Iryo, que venía a competir en calidad con trenes nuevos de alto standing, y Renfe. Nos ha arrastrado a resultados malos en corredores que eran rentables", ha dicho Puente.
La CNMC, a favor de la liberalización
En este escenario, se plantea recurrir a la CNMC, que en las últimas semanas ha fallado en varias ocasiones en favor de la libre competencia en el sector del ferrocarril y de demandas de Ouigo e Iryo al considerar que no perjudicaban a Renfe.
La semana pasada, el regulador dio luz verde a que Ouigo opere la línea entre Sevilla y Córdoba al considerar que no entraría en competencia con los trenes Avant porque sus precios seguirían siendo más ventajosos para los viajeros frecuentes. Antes, a principios de marzo, tampoco vio perjuicio para Renfe en que la francesa empiece a operar la ruta Madrid-Segovia, como ha dicho que empezará a hacer en la segunda mitad de este año.
También a principios de marzo, la CNMC dio un tirón de orejas a Adif en una resolución en la que, escuchando las demandas de las operadoras francesa e italiana, obliga al gestor español de infraestructuras ferroviarias a adelantar el reparto de la red entre Renfe, Ouigo e Iryo para permitir la venta de billetes con más antelación.
Guerra por el tren
El posible recurso ante la CNMC sería el siguiente paso de una 'guerra' soterrada entre las empresas estatales de ferrocarril de España y de Francia, Renfe y SNCF, y, por ende, entre los dos países, que se remonta a hace años, cuando empezó la liberalización del tren de pasajeros y que el Gobierno ha venido acusando en las "dificultades" que se le ponen a Renfe para expandir sus servicios por territorio francés -sobre todo para llegar a París-.
Más recientemente se centran también en la agresiva política de precios de Ouigo, que vende billetes de alta velocidad a partir de nueve euros, un precio que Transporte sostiene que es a bajo precio y que no cubre los costes y hace que la francesa incurra en pérdidas -40 millones al año, ha dicho Puente- que respalda la empresa estatal francesa, SNCF, perjudicando a la cuenta de resultados de Renfe e Iryo, que para competir se ven obligadas a bajar precios por debajo de lo que es sostenible.
En este escenario, la rueda de prensa que dieron en Madrid la semana pasada los altos responsables de Ouigo en España y Francia para anunciar nuevas rutas, también a partir de nueve euros, abrió aún más las heridas en el Ministerio de Transportes. Los responsables de la compañía francesa no solo defendieron los bajos precios de los billetes, sino que insistieron en su reclamación al Gobierno español para que les rebaje los cánones que cobra Adif por el uso de la infraestructura ferroviaria, algo a lo que Puente no tardó en contestar a través de la red social X. “Lo tendré muy en cuenta en la próxima reunión en la que me pidáis que os rebajemos el canon que abonáis a Adif. Está claro, por la respuesta, que podéis pagarlo”, dijo.
Según ha afirmado Puente este lunes, "la competencia tiene que ser en buena lid y no tienen que tener pérdidas" y ha apuntado que Ouigo "tendrá que subir los precios" a menos que "la idea de la operadora francesa sea tener que perder dinero en los 10 años que tiene comprometidos" para operar la alta velocidad en España.
No habrá nuevas pistas en Barajas
Por otra parte, Puente se ha referido a una de las grandes obras de infraestructuras de transporte previstas para los próximos años, la ampliación del aeropuerto madrileño de Barajas para incrementar los vuelos intercontinentales. Según ha dicho, no supondrá añadir nuevas pistas de aterrizaje ni despegue, sino aprovechar unas instalaciones a las que todavía queda margen operativo dentro de los límites que en su momento fijó el impacto de estudio ambiental.
"No supone ninguna nueva pista, sino aprovechar el potencial del aeropuerto, que por declaración de impacto ambiental tiene un plan que le concede una operativa a la que ni siquiera se acerca. "Se van a dar capacidad a las terminales para que las pistas de aterrizaje y despegue se puedan utilizar", ha dicho en relación a las críticas que este proyecto de ampliación recibió, por ejemplo, desde Sumar, por el incremento de emisiones de CO2 a la atmósfera que supone aumentar el tráfico aéreo. Uno de los críticos fue el portavoz en el Congreso de Sumar, Íñigo Errejón, que lo consideró "un despropósito económico y ecológico" mediante un tuit donde mostró su preferencia por incentivar el transporte por tren y se encontró con una de las respuestas irónicas de Puente, que también en la red social X se mofó de que "Iñigo quiere viajar a Buenos Aires o a Hong Kong en tren. Estamos en ello, pero de momento es un poco difícil" y aludió al "cuñadismo" de quienes piensan así.
Este lunes se ha ratificado en contra de la "mentalidad de cuñado" de decir que "hay que potenciar el tren cuando uno anuncia la ampliación de Barajas que pretende consolidarlo como 'hub' intercontinental". Según ha dicho, no se lucha contra la descarbonización reduciendo vuelos -ni "decreciendo-, sino, en el ámbito de la aviación, mediante el desarrollo de combustibles sostenibles o el trazado de nuevas rutas más directas y cortas.
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