Prisión para ocho detenidos de un grupo criminal que cultivaba marihuana en casas de lujo del Maresme

Imágenes de la operación policial en las casas del Maresme.
Imágenes de la operación policial en las casas del Maresme.
Imágenes de la operación policial en las casas del Maresme.
Imágenes de la operación policial en las casas del Maresme.
Externos

Los Mossos d’Esquadra y la Policía Nacional han detenido a 14 personas relacionadas con un grupo criminal dedicado a la producción industrial de marihuana, en casas de lujo del Maresme (Barcelona), para después venderla al mercado ilegal. Se les atribuyen delitos de tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal y defraudación de fluido eléctrico. Un juez ha dictado prisión provisional para ocho de los arrestados.

La operación policial se inició el 13 de marzo y acabó respectivamente con 13 detenciones. Se realizaron seis entradas y pesquisas en domicilios de esta comarca y se intervinieron 110 kg de cogollos de marihuana apta para la venta y 7.000 plantas de marihuana en varios estados de floración.

La investigación también permitió intervenir cinco vehículos de la organización: desde vehículos de alta gama, a otros utilitarios y furgonetas utilizados tanto para los desplazamientos de los miembros de la organización, como para el transporte de la droga y materiales.

El 25 de marzo se produce otra detención

El 14 de marzo se siguió con la fase de explotación y se hicieron dos nuevas entradas y registros que permitieron recopilar más información sobre la estructura criminal. El 15 de marzo los detenidos pasaron a disposición del juez instructor de la causa.

Finalmente, el 25 de marzo se llevó a cabo otra detención de uno de los investigados en el Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona (El Prat), elevando la cifra de detenidos a 14.

Un clan familiar de origen iraní

A pesar de que la mayoría de los integrantes residían en la zona del Maresme desde hacía varios años, la organización se estructuraba en torno a un clan familiar de origen iraní, pero con documentación holandesa.

Los investigadores detectaron una alta sofisticación y automatización de las plantas, por lo que algunos de estos miembros contaban con una previa especialización en el cultivo indoor de marihuana. Los líderes del grupo ya registraban antecedentes en Holanda por tráfico de drogas.

Tanto las plantaciones como las viviendas de los jefes del grupo estaban ubicadas en casas unifamiliares en varias urbanizaciones de lujo del Maresme. Los investigados alquilaban los inmuebles pagando grandes cantidades de dinero, por lo que así pasaban desapercibidos por la policía.

Además, el hecho de elegir casas aisladas de cascos urbanos, hacía que tampoco mantuvieran contacto con otros residentes de la zona.

Involucrados que desconocían el entramado criminal

La banda estaba liderada por varios hermanos y otros familiares directos que conformaban una rígida estructura jerárquica. Nunca utilizaban personas ajenas al grupo, únicamente en casos puntuales cuando requerían de ayuda en tareas de mantenimiento del cultivo, tratamiento de la marihuana, envase y transporte de esta para su posterior venta.

Aun así, los investigadores detectaron que estos jardineros -llamados de vez en cuando por la banda- no tenían conocimiento global del entramado criminal para el cual trabajaban. Otros investigados proveían a la organización de material y equipos especializados para la producción.

Aun así, algunos integrantes del grupo controlaban varías empresas dedicadas a la gestión inmobiliaria para la obtención de las casas y alquiler de vehículos, empleados por la organización.

Seis casas que consumían como 438

La actividad criminal mantenida en las plantaciones se determinó en base al exagerado consumo eléctrico detectado por la compañía eléctrica. Esto fue posible gracias a la colaboración de 17 técnicos de Edistribución, quienes comprobaron las conexiones en, la red eléctrica de seis domicilios y locales.

En todas las inspecciones realizadas se detectaron conexiones fraudulentas que comportaron 1’53 GWh de energía defraudada, lo que es igual al consumo de una población de 438 viviendas, teniendo en cuenta un consumo anual de 3.500Kwh/vivienda. El coste de la energía defraudada asciende a una cantidad de 383.469 euros.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento