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Alba García, la ex de Podemos que lucha contra reloj por darse a conocer y procurar a Sumar una alegría tras la debacle gallega

Alba García, candidata de Sumar a lehendakari en las elecciones vascas 2024.
Carlos Gámez

Marca nueva, candidata nueva. Sumar se enfrentará por primera vez a las urnas autonómicas vascas en las elecciones del próximo día 21 de abril, y lo hará de la mano de una candidata que también se estrena al frente de una lista: Alba García (Bilbao, 1988). Desde que fue elegida hace unos meses como aspirante a lehendakari, Sumar ha querido destacar el perfil de García como activista feminista y antirracista, aunque hay otro apartado de su currículum que destaca poderosamente, puesto que, hasta que fue nombrada, la candidata trabajaba como técnica y asesora de la federación vasca de Podemos, el gran rival de Sumar en los comicios.

García entró de lleno en el mundo del activismo en 2020, cuando fue elegida coordinadora en Bizkaia de la asociación SOS Racismo, aunque desde allí su paso a la política activa fue rápido. En 2021, la candidata de Sumar fue fichada por Podemos como coordinadora de su Secretaría de Acción Institucional y, dos años después, ejerció como coordinadora de campaña en las elecciones municipales. Y no solo eso: en esos comicios de 2023, García fue la número 3 de la lista de Elkarrekin Podemos para el Ayuntamiento de Bilbao y se quedó a las puertas de asumir su acta como concejala, puesto que la coalición obtuvo dos escaños.

No obstante, su nombre era prácticamente desconocido para el grueso de la población cuando fue elegida candidata, y ese es uno de sus principales hándicaps. Según el barómetro preeleectoral del CIS, tan solo el 49,8% de los vascos dice conocer a García, el porcentaje más bajo de todos los candidatos de los principales partidos que concurren a las elecciones vascas, pese a que PNV, EH Bildu, PSOE y PP también estrenan cabezas de lista. Quizá por ello, la dirigente de Sumar se está empleando a fondo en las últimas semanas concediendo entrevistas y realizando actos públicos, y toda la plana mayor de Sumar se va a volcar en campaña con ella.

Ante sí, Alba García tiene un reto mayúsculo en estas elecciones vascas: dar la vuelta a las encuestas, que pronostican un resultado muy magro para Sumar, y evitar un nuevo fracaso electoral que dejaría muy tocada a la coalición que lidera Yolanda Díaz después del varapalo del pasado febrero en Galicia, donde no obtuvo representación. El barómetro preelectoral del CIS señala que la candidatura de Sumar obtendría entre cero y dos escaños, aunque fuentes de la dirección estatal de la formación muestran su total confianza en que tienen la representación parlamentaria asegurada.

La coalición, no obstante, no solo va a tener que hacer frente a su ruptura con Elkarrekin Podemos, que ha debilitado sobremanera a ambas formaciones. También se va a enfrentar al auge de EH Bildu, al que las encuestas sitúan muy cerca de poder disputar al PNV la victoria en las urnas. En Galicia, Sumar ya se vio perjudicado por un fenómeno similar: el apogeo del BNG consiguió instalar la percepción de que el bloque progresista podía desbancar al PP de la Xunta, y eso fomentó durante la campaña electoral la concentración del voto de izquierdas en la opción nacionalista en detrimento de la candidatura de Marta Lois.

La situación del País Vasco es algo diferente, puesto que PNV y PSOE no ocultan que quieren seguir gobernando juntos y EH Bildu no tiene ninguna opción de llegar a Ajuria Enea sin apoyo de otros partidos. Pero la posibilidad de que EH Bildu gane las elecciones puede ser un acicate para que el votante progresista elija su papeleta si eso abre la puerta a una derrota electoral del PNV. Los abertzale, de hecho, han centrado su estrategia precisamente en atraer sectores de la izquierda que habitualmente no les votan, e incluso han retirado como candidato a Arnaldo Otegi para sustituirlo por Pello Otxandiano, mucho más joven y sin relación alguna con la extinta banda terrorista ETA. Si esa estrategia de concentración del voto funcionara, uno de los principales perjudicados sería Sumar.

Sabedora de esta realidad, García está centrando sus primeros mensajes de campaña electoral en acusar veladamente a EH Bildu de imitar el modelo del PNV en lugar de plantear uno netamente de izquierdas. Este miércoles, por ejemplo, la candidata de Sumar se mostró partidaria de "una Euskadi que supere el modelo agotado, caduco y sin ideas del PNV y del PSOE, ese mismo modelo que algunas fuerzas que se llaman de izquierdas parece que están deseando apuntalar". Y, en otra alusión muy poco velada a los abertzale, García aseguró que "promueven fondos privados de pensiones para invertir en empresas" y "lo disfrazan con lenguaje soberanista", en referencia a la propuesta de Otxandiano de crear un fondo soberano vasco de más de 1.000 millones de euros.

Redactor '20minutos'

Redactor de Nacional. Me hice mayor en Infolibre y llegué a 20minutos a finales de 2019. Sigo a Sumar y a Podemos y me paso la vida en el Congreso, donde también me encargo de la crónica parlamentaria. Cosecha de 1993.

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