Los reyes Felipe y Letizia eran, sin duda, los invitados más destacados, en cuanto a protocolo, a la boda de Almeida y Teresa Urquijo, no asistirán a la misma. Felipe es tío en tercer grado de Teresa Urquijo (el padre del primero y la abuela de la segunda, Teresa de Borbón, son primos segundos).
La Casa del Rey, órgano de comunicación de los monarcas, ni ha confirmado ni ha desmentido su asistencia, porque se considera que esta actividad forma parte de su ámbito privado, y, por lo tanto, no informan.
En cualquier caso, el rey tiene motivos de "agenda" para no acudir a la boda: el sábado 6 de abril a las 10 de la noche se celebra la final de la Copa del Rey en Sevilla, acto que siempre preside Felipe VI y este año no será de otro modo.
Por otro lado, los reyes reducen al mínimo los compromisos personales que tienen componente político. Es decir, la boda de su sobrina Teresa Urquijo con el alcalde de Madrid está dentro de esta 'regla' que obligaría a los monarcas a alejarse de su tradicional neutralidad. Hay que destacar que toda la cúpula del PP acudirá al enlace (Feijóo solo estará en la ceremonia porque después va a Sevilla a la final de Copa).
Una razón que también podría explicar la ausencia de Felipe y Letizia en este acontecimiento social es que su hija la pequeña, la infanta Sofía, agota sus vacaciones escolares antes de volver al internado de Atlantic College, en Gales. El fin de semana es el último paréntesis que le queda a la familia para estar reunida.
No obstante, conocida es la simpatía y cercanía del alcalde de Madrid hacia los reyes, un hecho que no se corresponde solo con su cargo, sino con las relaciones que su propia familia ha mantenido con la de Felipe VI. Su abuelo, Pablo Martínez-Almeida, fue miembro del Consejo Privado de don Juan de Borbón, padre de Juan Carlos I y abuelo de Felipe VI.
Por otra parte, José Luis Martínez-Almeida, quien cumplirá 49 años dentro de diez días, está muy próximo en edad a los reyes, de 56 y 51 años, y ha coincidido con ellos en multitud de ocasiones, también en cuestiones privadas.
Comentarios