Después de mucho esperar, la ansiada oscuridad total finalmente llegó a distintos puntos del mundo gracias al eclipse solar que movilizó a miles de personas. Los primeros en disfrutar de este evento, apodado el Gran Eclipse Americano, fueron los mexicanos, seguidos de los estadounidenses y de los canadienses. Los más afortunados pudieron presenciar el evento durante casi cinco minutos, mientras que en España -donde se iba a apreciar de manera parcial en Galicia y Canarias- solo se vio ligeramente en las islas.
La ciudad mexicana de Mazatlán fue la primera en disfrutar del evento, que tuvo una duración de cuatro minutos con 20 segundos. Hasta allí se trasladaron al menos 700.000 visitantes, incluyendo a científicos de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA), según informó el Gobierno del estado de Sinaloa.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, también acudió a la urbe a presenciar el evento, el cual calificó como "un fenómeno astronómico único" que se pudo apreciar "como en ninguna otra parte en el mundo". De hecho, según el Instituto de Geofísica de la Universidad Autónoma de México, el mejor punto para disfrutarlo fue precisamente México, país en el que no se observaba un eclipse solar desde 1991.
Texas fue el primero de los 15 estados de EEUU en el que se pudo apreciar el eclipse solar. En la localidad de Eagle Pass el evento había comenzado con cierta desilusión debido a la presencia de nubes en el cielo, pero el viento comenzó a soplar y finalmente los texanos pudieron disfrutarlo. "Mi piel se puso chinita (de gallina) al ver que se puso oscuro y se encendieron las luces, no lo podía creer. Fue una experiencia increíble, que es mejor vivirla sin tecnología, fue algo maravilloso", afirmó a Efe una mujer que se hallaba entre los miles de espectadores. En EEUU y México el eclipse fue visible en un rango de 185 kilómetros.
En España el eclipse solar solo se iba a poder apreciar de forma parcial en algunos puntos de Galicia y también en Canarias. Cientos de coruñeses se concentraron en distintos puntos de la provincia para presenciar el evento. Sin embargo, las personas que acudieron a O Portiño no tuvieron suerte ya que las nubes impidieron captar el momento en el que la luna cubrió una pequeña parte del Sol. La próxima oportunidad que tendrán los coruñeses para disfrutar de un evento de este estilo será dentro de dos años, debido a que está previsto un eclipse solar para el 12 de agosto de 2026. En Canarias el eclipse también fue de muy baja magnitud y fue difícil de apreciar.
En el continente americano la locura por el eclipse fue total. Los alojamientos ofrecidos por plataformas como Airbnb, Vrbo y otras similares se llenaron casi al completo a lo largo de la ruta por donde se apreció el fenómeno astronómico, según las estimaciones de AirDNA, plataforma dedicada a recopilar datos sobre alquileres a corto plazo. En concreto, las reservas de los hospedajes en las ciudades donde se vio el eclipse registraron un aumento del 207% para esta semana, en comparación con el mismo periodo del año anterior. En total, más de 2.300 localidades se encontraban en el recorrido y en ellas hay un total de 110.000 alojamientos para alquilar.
El tráfico también se vio afectado debido a la gran expectación que generó el eclipse. De hecho, la Administración Federal de Carreteras alertó de que el evento podría provocar retrasos en vuelos, atascos y aglomeraciones en distintos puntos del país. Y así se pudo apreciar en algunas imágenes que mostraban atascos kilométricos en las carreteras del país. Además, las gafas gratuitas que se distribuyeron en las bibliotecas de Nueva York para ver el eclipse se agotaron horas antes del evento. En algunos puntos de Canadá también sucedió lo mismo.
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