Entrevista

José María Pou: "Ingresar a los padres en una residencia crea un estigma familiar que debería desaparecer"

fotografo: Jose Gonzalez Pérez [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Entrevista José María Pou
El actorJosé María Pou en el camerino del Teatro Bellas Artes.
Jose Gonzalez Pérez
fotografo: Jose Gonzalez Pérez [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Entrevista José María Pou

José María Pou no es capaz de renunciar a los proyectos estimulantes que le proponen, a pesar de que en noviembre cumplirá ochenta años y desde hace algunos desea retirarse. Actor portentoso que ha brillado en teatro, cine, televisión y radio, todavía vive situaciones que le reafirman en la utilidad social del teatro. Al finalizar cada función de El padre, nos asegura que algunos espectadores le esperan a la salida, no para hacerse un 'selfie', sino para cogerle de las manos y darle las gracias; gracias por tratar un tema como el Alzheimer y sus consecuencias, tan presente en nuestras vidas. Como una señora, que le confesó sentirse liberada del pesar por haber ingresado a su madre en una residencia, tras asistir a esta función. El sentimiento de ser la peor hija del mundo, que arrastraba desde meses como una 'mochila' de culpabilidad, quedó en una butaca del Teatro Romea. "Es el mejor ejemplo de lo que es y para qué sirve el teatro", asegura el actor, con el que mantuvimos la siguiente conversación.

José María Pou en una escena de 'El padre', de Florian Zeller.
José María Pou en una escena de 'El padre', de Florian Zeller.
David Ruano

¿Qué le impulsó a afrontar esta obra?Leerla después de haber pasado la pandemia me llevó a pensar que la emoción que yo estaba sintiendo, la sentiría el público también. Eso fue lo que me decidió a hacer esta función en este momento. Esa historia ya se había contado en otro montaje anterior, pero ahora había que contarla de nuevo, porque el público necesitaba oírla después de tantos abuelos muertos.

Sin embargo, creo que la había desestimado cuando se la propusieron hace años.
Me resistí bastante a hacerla porque tenía cierto escepticismo, pero el día que me puse de verdad a leerla con intención de interpretarla, me conmovió. Me puso el cuerpo en carne viva. Pocas cosas me han impresionado tanto, pero ha sido al releerla ahora.

"No elijo las funciones para lucimiento propio, sino pensando qué puede interesar al público en cada momento"
fotografo: Jose Gonzalez Pérez [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Entrevista José María Pou
Un momento de la entrevista a José María Pou en el Teatro Bellas Artes.
Jose Gonzalez Pérez

¿Cómo elige sus funciones habitualmente?
No elijo una función teniendo en cuenta si el personaje es más o menos protagonista, o para lucimiento propio. En absoluto. Siempre he pensado si puede interesar al público en un momento concreto; si es un tema que está en su mente o en su imaginario, y le puede ayudar a entenderlo mejor. Ese es el principal motivo para escoger las funciones, pero también que el público tenga la oportunidad de disfrutar de un gran texto literario. Siempre pienso si el público necesita esa función.

¿Qué referencias  sobre la vejez y la demencia encuentra en la literatura dramática?Bueno, cuando te remites a la locura o a la enfermedad mental de un hombre anciano, hay un gran personaje que es la figura del Rey Lear de Shakespeare. Quizás el primer gran personaje del teatro y de la ficción. Un hombre que empieza teniéndolo todo, un rey absoluto, que va renunciando poco a poco y termina convertido en un hombre desnudo, en mitad de un bosque, debajo de una tormenta y teniendo que aprender otra vez a ser hombre. También en Dostoievsky y Tolstoi hay personajes mayores que han "perdido el norte", pero en aquella época no se les diagnosticaba como enfermedad mental ni como Alzheimer. Eran pobres orates, pobres locos. En el teatro moderno alguna referencia debe haber, pero ninguna con tanto protagonismo como en esta obra, y por eso se está haciendo en todo el mundo.

¿Qué aporta el personaje de Florian Zeller en este terreno?Es uno de los grandes personajes del teatro de los últimos años; alguien con quien el público empatiza enseguida, no tanto porque le vea víctima de una enfermedad terrible, sino porque ve cómo lucha contra la enfermedad para mantener su dignidad. El protagonista se da cuenta de que está perdiendo la memoria y es un hombre inteligente que lucha por mantenerse dignamente contra la enfermedad. Sobre todo intenta que la gente de su alrededor no le trate como a un niño, uno de los defectos en que caemos todos. Eso es terrible. El hombre repite con orgullo, hasta cuando ya no conoce a nadie, "yo puedo vivir solo, yo puedo valerme por mí mismo, dejad de preocuparos por mí". Creo que es lo que admira al público: ver a un hombre con ese carácter fuerte, luchando contra lo que es imposible luchar porque se acaba perdiendo.

"Lo terrible del Alzheimer es que convierte a las personas en una piltrafa, en un mueble, en un guiñapo"
Elvira Cuadrupani y José María Pou en 'El padre', de Florian Zeller.
Elvira Cuadrupani y José María Pou en 'El padre', de Florian Zeller.
David Ruano

¿Cómo afecta el Alzheimer, no sólo a la persona que lo sufre, sino a su entorno familiar?
Lo terrible de esta enfermedad es que convierte a los hombres en una piltrafa, en un mueble, en un guiñapo, casi en un niño. Se les van borrando los recuerdos, la memoria; no conocen a la gente. Además es una enfermedad que afecta a quienes tiene a su alrededor. Hay mucha gente que sacrifica su vida por estar al cuidado de esas personas que no pueden valerse por sí mismas. Además hay un estigma, que poco a poco irá desapareciendo, sobre meter a tus padres en una residencia. Todavía hay mucha gente que no quiere, sobre todo en este país. Se niega porque parece como si encerraran a los abuelos en vida, como si les metieran en la cárcel, les olvidaran o les trataran mal. 

La calidad de atención en las residencias de mayores sigue puesta en cuestión en la actualidad.Existe el convencimiento de que en las residencias no se les cuida bien. En la pandemia hemos descubierto que algunas de ellas no son lo que desearíamos. Ojalá esta función ayude a plantearse el problema, aunque ya hay bastante gente interesada en ello en este país. Hay que construir residencias adecuadas, con buenas condiciones, donde podamos dejar a nuestros padres, a nuestros abuelos, sabiendo que están maravillosamente bien cuidados. 

"Esta función plantea el dilema de si una persona joven debe renunciar a su vida para cuidar a un enfermo sin solución"
José María Pou

José María Pou Serra, actor.

  • Mollet del Vallés, 1944.
Realizó estudios de interpretación en la Real Escuela Superior de Arte Dramático
de Madrid (RESAD). En 1970 se incorporó a la compañía del Teatro Nacional María
Guerrero bajo la dirección de José Luis Alonso, en la que permaneció hasta 1973.
Desde entonces, ha trabajado con directores como Adolfo Marsillach, José María
Morera, Miguel Narros, John Strasberg, Mario Gas, Josep Maria Flotats, Sergi
Belbel, Calixto Bieito, Xavier Albertí y Andrés Lima, entre otros.
​Durante su carrera ha obtenido numerosos premios y distinciones, como la Creu
de Sant Jordi de la Generalitat de Cataluña, el Premi Gaudí de Honor, el Premio
Nacional de Teatro del Ministerio de Cultura, el Premio Nacional de Teatro de la
Generalitat de Cataluña, el Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid y el
Premio Ondas, entre otros. Recientemente ha sido nombrado Académico de
Honor de la Academia de Artes Escénicas de España.

¿A raíz de la pandemia no puede empezar a mejorar esa situación?
Por suerte, creo que puede estar cambiando. Así podremos quitarnos de encima ese prejuicio social de qué dirán mis vecinos o mis amigos, si saben que meto a mi padre en una residencia. A veces no queda otro remedio. Es el caso del personaje de la hija en la obra, que ha tomado una determinación: "lo siento pero tengo que irme a Inglaterra y te voy a meter en una residencia, lo quieras o no". Ahí la obra plantea un dilema fundamental y el público lo recoge muy bien: ¿qué es más importante, ese hombre con ochenta años en un estado sin solución, o la vida de su hija, con cuarenta y pico años, que tiene su vida por delante? ¿Se le puede exigir a esa mujer que lo sacrifique todo y renuncie a su vida para cuidar a ese señor? Hay gente que piensa que sí, hay otra gente que creemos que quizá no. Hay que encontrar el equilibrio. Todo eso plantea esta función.

"Yo puedo decir lo mismo que Marilyn Monroe: empecé en este oficio gracias al físico"
fotografo: Jose Gonzalez Pérez [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Entrevista José María Pou
José María Pou conversando sobre la obra 'El padre', en el Teatro Bellas Artes de Madrid
Jose Gonzalez Pérez

Hablando de la memoria, recordemos su debut en 1968, con Marat Sade, dirigida por Adolfo Marsillach. ¿Qué supuso aquel montaje?
En aquel momento yo estaba en la escuela de Arte Dramático y había terminado el primer curso. Era un chaval que se estaba preparando para ser actor y, de repente, se encontró con una oportunidad, cuando Adolfo Marsillach vino a la escuela buscando algunos alumnos para figuración. El único condicionante era la envergadura física y ahí no me gana nadie con mi 1,95. Fue como un curso entero en la escuela y me tocó a mí como una lotería maravillosa. Puedo decir lo mismo que Marilyn Monroe: yo empecé en este oficio por el físico (ríe). Ese espectáculo cambió radicalmente el teatro español. Era un montaje increíble, una función que hablaba de la revolución del pueblo contra los dictadores ¡y estábamos todavía en pleno franquismo! Motivó una apertura importante y la censura a partir de ahí empezó a abrirse. Fue un momento de inflexión.

¿Cómo se vivía el teatro en aquella época?
Llevo 60 años en este oficio. Tuve la suerte de empezar cuando había unos actores y una profesión que ha desaparecido por completo. ¡Hacíamos 14 funciones a la semana, dos al día! No había día de descanso. Ahora dicen, "no, yo más de 6 funciones a la semana no puedo hacer". Imagina qué capacidad, qué fuerza tenía aquel grupo de actores.

¿Quién le causó más impresión verle actuar a su lado?Todos los actores con los que conviví en esos primeros años de teatro, los considero maestros. Yo bebía y aprendía de todos, pero si me pides un nombre concreto, creo que uno de los más grandes, si no el más grande actor con el que yo he trabajado en este país, fue José Bódalo. Es el actor que más admiro. Cuando terminé en la escuela de Arte Dramático, en el año 70, entramos en el Teatro María Guerrero algunos actores como Luis Lorenzo, Luisa Armenteros y yo. Nos contrató el director José Luis Alonso, y ahí estaba el gran José Bódalo. Con él trabajé mucho: Romance de lobos, El círculo de tiza, Antígona, Misericordia, Las tres hermanas… Ocho o nuveve funciones a lo largo de tres años. Más tarde coincidí con él en El sombrero de copa, en el 82.

José Bódalo (2º por la izq.) saludando junto a José María Pou y resto de actores y director de 'El sombrero de copa', en el Teatro Bellas Artes de Madrid.
José Bódalo (con sombrero entre las manos) saludando junto a José María Pou, resto de actores y director de 'El sombrero de copa', en el Teatro Bellas Artes de Madrid.
Martín Santos Yubero (Archivo Regional Comunidad de Madrid)

¿Y otros referentes, aunque no haya coincidido con ellos en ningún trabajo?Me he pasado la vida yendo al teatro en el extranjero y te puedo nombrar dos a los que he ido siguiendo su carrera y he tomado como referencia, incluso procurando hacer alguna de las obras que ellos estrenaron en Inglaterra. Son Ian McKellen, muy conocido ahora por el cine pero que es un gran actor de teatro; y otro actor menos conocido, que murió hace seis meses, es Michael Gambon, que muchos conocen por las películas de Harry Potter. Son dos ejemplos de lo que es un actor, por su forma de trabajar y de elegir textos.

"No me retiro porque soy imbécil, porque soy un hombre de voluntad débil y no sé decir que no"
fotografo: Jose Gonzalez Pérez [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Entrevista José María Pou
José María Pou frente al espejo, representa 'El padre' en Madrid.
Jose Gonzalez Pérez

¿Es de los que desea morir encima de un escenario?¡En absoluto! Primero que para el público debe ser desagradabilísimo. ¡Qué susto y qué tremendo! Es una elección y cada uno tiene que decidir lo que necesita. Voy a cumplir 80 años y debería estar retirado, como la gente normal desde los 65, pero aquí estoy trabajando como un bestia, sin ninguna necesidad. No tanto por placer personal, ni por el de los demás, sino porque siempre digo ¡basta, esta es la última función que hago!, pero insisten y terminan por convencerme. No sé decir que no. Podría vivir perfectamente, no ya a nivel económico, sino por necesidad personal, sin hacer más teatro ni rodar nada. Tengo miles de libros pendientes por leer, viajes que hacer y no lo dejo porque soy imbécil, porque soy un hombre de voluntad débil. Tengo la sensación de que ya está bien. Si para algo me colocaron en este mundo, ya he hecho bastante. Ahora que lo hagan otros.

Adolfo Ortega
Colaborador '20minutos'

Licenciado en Ciencias Físicas por la Universitat de València. Máster MBA en Gestión de Empresas e Instituciones Culturales por la Universidad Complutense de Madrid. Jefe de Proyecto en procesos de digitalización educativa y como Product Owner en proyectos de Tecnología Educativa y Producción de contenidos digitales, en Santillana. Implementación de una plataforma web de georreferenciación y digitalización de contenidos relacionados con la Historia de la Música Clásica, contando con apoyo del Ministerio de Educación y Cultura. He colaborado en el área de Cultura de diversos medios escritos y de radio, relacionado con música, teatro y cine.

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