Todo o nada. Esa es la idea del expresidente de la Generalitat y candidato de Junts a las elecciones del 12M, Carles Puigdemont, que ha anunciado que si no logra ser presidente dejará la “política activa”, ya que no se ve “en absoluto como jefe de la oposición”. El eurodiputado ha confirmado también que volverá a Cataluña el día del pleno de la investidura, aunque no sea el candidato elegido para ser investido.
Así lo ha avanzado ante los micrófonos de Rac 1, donde ha asegurado que, gracias a la Ley de Amnistía, pendiente de aprobación, “se cierra una etapa personal y política”, además de “la etapa del exilio” y el grosor de la represión”. Puigdemont abandonó España hace seis años, justo después de ser cesado como presidente de la Generalitat.
Desde entonces, se ha hablado mucho sobre su vuelta, pero ha sido el propio candidato el que ha dejado claro que no quiere que se haga en un contexto electoral. Aunque la previsión es que pueda volver legalmente antes del día de la investidura, el expresidente ha dicho que el retorno “de una presidencia que fue ilegalmente destituida debe ser más de país que de partido”. Y, ha señalado que “el retorno que hemos estado trabajando tantos años no puede ser un acto al servicio de una estrategia electoral, ni de provocación, ni una gamberrada”.
En cuanto a su candidatura para las elecciones catalanas, Puigdemont ha insistido en que quiere culminar el trabajo que empezaron en octubre de 2017 con el referéndum, herramienta a la que no pueden ni quieren renunciar, según sus palabras.
No obstante, ha reconocido que actualmente celebrar una consulta de autodeterminación es complicado, aunque ha reiterado su intención de realizarla: “Yo quiero que Cataluña sea independiente mañana, y no me presento para hacer de gestor de una administración estatal”.
Su objetivo, ha dicho, es reconstruir la mayoría independentista, a pesar de que ha reconocido que hace “bastante” que no habla con Oriol Junqueras ni con Marta Rovira. Además, ha apuntado que siente una decepción personal con la exconsellera y candidata del partido Alhora para la cita electoral, Clara Ponsatí.
Debate a tres con Sánchez y Feijóo
Puigdemont cree que no hace falta un debate cara a cara entre él y Pere Aragonès, sino que trabajen "codo a codo". Así ha respondido a la propuesta planteada por el actual presidente de la Generalitat y candidato de ERC, que el lunes anunció que estaba dispuesto a celebrar un debate fuera de Cataluña para que el de Junts pudiese asistir.
De esta manera, ha señalado que con quien deberían “pelearse para defender los intereses de Cataluña no es Salvador Illa, sino Pedro Sánchez”, con quien sí está dispuesto a debatir. Es más, ha añadido que “si Sánchez y Feijóo quieren un cara a cara a tres bandas, encantado”.
En cuanto a los pactos postelectorales, el eurodiputado ha descartado un acuerdo para gobernar con los socialistas. “Solo quiero tener una mayoría en el Parlament si es independentista, no buscaré un pacto con el PSC y no creo que el PSC lo busque en mi”, ha explicado. No obstante, no ha descartado llegar a acuerdos puntuales con la formación de Illa.
Acerca de sus planes de futuro si no logra ser presidente, el candidato independentista también ha descartado otras funciones. “Alguien que ha sido presidente de la Generalitat no puede estar en el Senado ni en el consejo de administración de una gran empresa”, ha apuntado.
Citado por el Tribunal Supremo
Este lunes, el expresidente catalán fue citado por el Tribunal Supremo como investigado por la causa abierta contra Tsunami Democràtic, organización a la que acusan de presuntos delitos de terrorismo. Ante esta noticia, Puigdemont no se ha sorprendido y ha asegurado que "la justicia española no pierde nunca la oportunidad de intervenir en la campaña electoral".
El Gobierno respeta su decisión
Ante las declaraciones de Puigdemont, la portavoz del Gobierno Pilar Alegría ha explicado que el Ejecutivo no entra a juzgar una postura “personal” y se ha limitado a decir que la prioridad actualmente es “mejorar la convivencia de Cataluña y de Cataluña con España”.
No obstante, ha dejado claro que sienten “máximo respeto a lo que cada uno decida en un futuro sobre su propia trayectoria política, faltaría más”. Una decisión que han compartido ERC y Sumar. Ambas formaciones han expresado su respeto por la decisión del eurodiputado.
La reacción en el Congreso ha sido otra, ya que han recibido las noticias de Puigdemont con ironía e indiferencia. El socialista Patxi López se ha mostrado convencido de que el expresidente catalán “abandonará la política porque Salvador Illa va a ser president”, mientras que Miguel Tellado (PP) ha considerado que debería rendir cuenta ante la Justicia. Desde Vox han sido más duros y han asegurado que lo que tiene que hacer “es jugar al dominó en el patio de la cárcel".
Entre sus rivales en las elecciones catalanas también ha habido variación de opiniones. En el PSC han replicado que Cataluña “ya ha superado la etapa de los personalismos y las propuestas personalistas”, mientras que Alejandro Fernández, candidato del PP, se ha negado a comentar “las frikadas de Carles Puigdemont”.
“Sus dos primeras propuestas han sido que se podría cambiar de casa y que se podría retirar. Me niego a comentar la vida y milagros de Carles Puigdemont. Hay cuatro mil catalanes en riesgo severo de restricciones de agua en este verano, eso es lo importante”, ha explicado.
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