La Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior de la Comunidad de Madrid ya tiene redactado el proyecto de decreto para modificar la estructura tarifaria del consumo de agua. El objetivo de los cambios es "penalizar el despilfarro al aumentar el precio del metro cúbico cuanto más se consume". Además, la reforma añade que prioriza "tarifas más asequibles" en aquellos usos que se consideran esenciales para cubrir necesidades vitales.
El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso ya indicó a finales del pasado diciembre que el objetivo de este cambio de normativa es "aumentar y mejorar la progresividad" del recibo del agua en la región. Para ello, mantendrán la estacionalidad de la tarifa y la encarecerán en verano, del 1 de junio al 30 de septiembre.
La tarifa de agua para los usuarios domésticos se divide en tres bloques: de 0 a 25 m3, de 25 a 50 y más allá de esta cifra en periodos de dos meses. La propuesta baja hasta los 20 m3 bimestrales el consumo asociado al primero de los tramos y aumenta en los tres siguientes en la misma proporción. Además, crea un bloque a partir de 60 m3 donde se encuadrarían los consumos diarios por habitante de hasta 400 litros para una vivienda formada por una media de 2,5 habitantes.
La mayoría de familias "no notarán este cambio"
A partir del próximo verano, los madrileños pagarán menos por el agua que empleen para usos esenciales, como beber o cocinar, y más para el riego de jardines o el llenado de piscinas. El Ejecutivo regional ha sostenido que la mayoría de familias "no notarán este cambio" en las tarifas porque se encuadran en el primer bloque fijado. Aquellos usuarios que tengan jardines o piscinas sí que notarán la subida al estar encuadrados en el cuarto bloque porque cada m3 a partir de 60 se pagará en verano a 2,6341 euros, más de ocho veces más que los primeros 20 m3 consumidos.
La Consejería de Medio Ambiente ha recalcado que el cambio tarifario "no tiene una motivación económica". Sin embargo, su implementación supondrá un incremento millonario de los ingresos para el Canal de Isabel II a la vez que reducirá los mayores consumos hasta en un 10%. En concreto, el proyecto estima que el primer año la recaudación podría crecer en 57,3 millones de euros.
Los documentos sometidos a consulta pública explican que el incremento de recaudación se reinvertirá en Canal de Isabel II en proyectos que mejoren la infraestructura, en otros que supongan la actualización de equipos y también en mejorar el servicio al cliente. Además, el dinero también irá destinado a "cubrir" los incrementos que han sufrido en los últimos periodos los costes en la producción y de los servicios del agua.
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