Barcelona

El gobierno de Collboni acelera la reforma de la calle Balmes entre plaza Molina y Mitre: tendrá un carril menos y aceras más amplias

Calle Balmes de Barcelona.
Miquel Taverna.

El gobierno de Jaume Collboni se ha puesto como objetivo acelerar la reforma de la calle Balmes, una de las más importantes de Barcelona, en el tramo comprendido entre la plaza Molina y la ronda de General Mitre. Se trata de un proyecto que lleva atascado 10 años y que, ahora, se quiere sacar del cajón. 

El gobierno municipal de la capital catalana ha aprobado inicialmente el proyecto de remodelación para ganar más espacio peatonal, con aceras más anchas y más verde, y mejorar la conexión entre los barrios de Sant Gervasi-Galvany y el Farró. La previsión es que la remodelación empiece en otoño y tenga una duración de 15 meses.

Este proyecto de reforma de la calle de Balmes entre la plaza Molina y la ronda del General Mitre actualiza uno de los dos tramos del proyecto ejecutivo que elaboró el Ayuntamiento entre 2017 y 2018, que comprendía la reurbanización de Balmes desde la plaza de Molina hasta la plaza Joaquim Folguera. 

En declaraciones a periodistas, la primera teniente de alcaldía, Laia Bonet, ha explicado este miércoles que se trata de una "remodelación importante en la ciudad para este mandato y que dará continuidad al tramo ya reformado en los últimos años que va de Gran Vía a plaza de Molina" y ha admitido que ya era conocido como el "tramo del olvido". En total, se renovará una superficie de unos 15.000 metros cuadrados y se cuenta con un presupuesto de unos 7 millones de euros. 

Aceras más anchas y nuevos pasos de peatones 

Concretamente, se prevé que las nuevas aceras tengan una anchura media de 4,35 m en cada lado, por lo que crecerán en 1,90 metros respecto al tamaño actual. Esta nueva configuración permitirá disponer de más espacio para los peatones y plantar unos 110 árboles nuevos en alineación. "Haremos una transformación que va encaminada a la mejora de la movilidad sostenible", ha afirmado la primera teniente de alcaldía. 

La reforma permitirá tener aceras más anchas para los vecinos.
Miquel Taverna.

Para ampliar las calles, la calzada se reducirá de los 15 metros de ancho actual a 11,20 metros. Así, se pasará de los cuatro carriles de circulación actuales a tres: dos de subida en sentido montaña –uno para el tráfico privado y otro compartido para buses y coches– y uno de bajada en sentido mar para buses y tráfico privado. 

Además, habrá un carril de servicios que se situará en el lado Besòs. Aquí se instalarán unos 130 metros lineales de plazas de carga y descarga, 147 plazas de aparcamiento para motos, 4 plazas de aparcamiento para vehículos de personas con movilidad reducida, paradas de bus y contenedores.

Para facilitar los desplazamientos y "mejorar el espacio público" se hará nuevos pasos de peatones en plaza Molina, en Sant Hermenegild-Copèrnic lado mar y en Pàdua lado montaña. También se harán aceras pasantes en los cruces con la calle de Putxet, la de la calle de Sant Hermenegil-Copèrnic, y el de Francolí. 

Además, se aprovechará la reforma para renovar la pavimentación, el mobiliario, el alumbrado y se mejorará el sistema de recogida de aguas

El segundo tramo tendrá que esperar

El segundo tramo del proyecto, que va desde la ronda del General Mitre hasta la plaza Joaquim Folguera, se afrontará una vez lo permitan las obras de la Línea 9 del Metro en la estación del Putxet y se disponga de dotación presupuestaria. 

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