En las elecciones europeas, los ciudadanos de los Estados miembros de la Unión Europea (UE) eligen a sus representantes en el Parlamento Europeo. Estos representantes, conocidos como eurodiputados, son responsables de legislar y tomar decisiones en nombre de los ciudadanos de la UE en asuntos que afectan a nivel europeo.
Las elecciones europeas, celebradas cada cinco años, permiten a los ciudadanos influir en la política y las decisiones de la UE, así como expresar su opinión sobre cuestiones clave que afectan a Europa en su conjunto pero, sin embargo, no todos los países participan con el mismo nivel de compromiso. Entre los 27 Estados miembros, hay varios que destacan por su baja participación.
En las elecciones europeas de 2019, la República Checa registró una abstención del 71.2%. Esto significa que aproximadamente 7 de cada 10 ciudadanos checos se abstuvo de votar. Pero, ¿por qué ocurre esto?
Los países más abstencionistas
La República Checa se unió a la Unión Europea en 2004, junto con otros países de Europa del Este. Desde entonces, ha celebrado cuatro elecciones europeas, pero nunca ha alcanzado el 30% de participación.
Otros países, como Eslovenia, Eslovaquia y Croacia también muestran altas tasas de abstención. Croacia, siendo el miembro más reciente de la Unión Europea (desde 2013), ha participado en estas elecciones solo en tres ocasiones desde su adhesión. A pesar de tener una buena población elegible para votar, la participación en Croacia ha sido notablemente baja en comparación con otros países.
Por otro lado, Eslovenia, también miembro desde 2004, ha logrado convencer en su media histórica aproximadamente al 28% de su electorado para participar en los comicios europeos, aunque sigue siendo una cifra baja en comparación con otros países.
Eslovaquia experimentó un aumento en la participación en las elecciones europeas en 2019, superando por primera vez el umbral del 20% de votantes, pero con una media que apenas supera el 18% y que lo convierte en el país más abstencionista de la UE.
Todos estos datos, que recogen la participación electoral y la conexión con la política europea de los Estados miembros, están recogidos en el reciente artículo ‘The non-voter time bomb’, elaborado con la participación de Red Europea de Periodismo de Datos (EDJNet) y publicado en la revista Divergente.
Factores que contribuyen a la abstención
Entre los datos que analiza el trabajo periodístico de investigación, se incluyen las estadísticas de absentismo electoral y los motivos entre los ciudadanos de los Estados miembro de la UE. En los hallazgos principales extraídos del análisis de los datos, resaltan:
- En los países del norte de Europa, la abstención es superior a los países del sur
- Cuanto más bajo es el salario medio de un país, más alta es su tasa de abstención
Entre las principales causas del bajo nivel de participación se encuentra la "fatiga de los votantes". Después de años de intensos debates sobre la Unión Europea, muchos ciudadanos sienten que su voz no tiene suficiente impacto y se han desilusionado con el proceso político a nivel europeo.
Pero para los investigadores del artículo también es evidente un conflicto latente entre dos posturas contrapuestas: el euroescepticismo y el proeuropeísmo. Por un lado, hay sectores de la población que desconfían cada vez más de las instituciones de la UE y cuestionan su poder e influencia. En el otro extremo, existe un importante segmento que sigue creyendo en el proyecto europeo y quiere ver una Unión Europea más fuerte y unida.
Comparación con otros países
El Reino Unido, como uno de los nueve Estados miembros fundadores de la Unión Europea, ha mantenido una relación ambivalente con las elecciones europeas. A pesar de su relevancia en la geopolítica europea, los británicos no siempre han mostrado un gran interés en estos comicios. Durante las nueve legislaturas en las que fue miembro de la UE, el Reino Unido registró una alta tasa de abstención ciudadana, con un promedio del 65%.
En contraste, España ha mostrado un compromiso más activo. En 2019, ocupamos el sexto lugar en cuanto a participación. Desde su adhesión a la UE en 1987, aproximadamente una media del 55% de los electores españoles ha tomado parte en las elecciones europeas. Encabezando la lista de los países que más votan se encuentran Bélgica y Luxemburgo.
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