Las recientes protestas en Canarias contra el modelo actual de turismo, la falta de vivienda y la sobreexplotación de los recursos naturales han tenido un fuerte impacto en la prensa británica, habida cuenta que Reino Unido es el principal emisor de turistas a nuestro país.
Este sábado, el tabloide The Sun ha alertado a sus lectores de que este clima de rechazo al turismo masivo se puede extender a otro de los puntos neurálgicos del sol y playa en España: Benidorm.
Según este medio, los empresarios hoteleros de ciudad alicantina han admitido que están "muy preocupados" por el enfado creciente entre los canarios, y han calificado la proliferación de pisos vacacionales en España de "virus".
Fede Fuster, presidente de la asociación hotelera local HOSBEC, dijo que las manifestaciones en Canarias mostraban que había problemas graves que debían abordarse: "Vimos con preocupación cómo la gente en las Islas Canarias protestaba hace unos días contra los efectos negativos del turismo".
"Esto es grave, debería preocuparnos y ocupar nuestra mente. Se ha roto el delicado equilibrio entre turistas y residentes que hemos podido mantener durante décadas", dijo Fuster.
Fuster mostró su indignación porque los implicados que señalaban con el dedo a los hoteleros confundían a "justos por pecadores".
En cambio, lanzó un ataque contra la expansión del alquiler vacacional: "La génesis de este virus se llama hotelización de la vivienda y las plataformas digitales son su portador. En los últimos 15 años, este tipo de alojamiento ha pasado de 4.000 plazas a más de 400.000 en toda España, superando ampliamente la oferta de alojamiento regulado".
"Lo que antes eran terrenos residenciales ahora están siendo hotelizados en beneficio de unos pocos que, además, actúan con la más absoluta impunidad", prosigue Fuster.
"Y quienes sufren las consecuencias son nuestros vecinos, nuestros empleados, nuestras familias y todos los que competimos de manera justa", agrega.
Fuster también criticó al gobierno español por no hacer del turismo "parte de sus prioridades" y que este sector debería verse como una "fuente de riqueza para la sociedad" y no como una amenaza.
"Los destinos turísticos son el mejor escaparate de un país que puede presumir de un alto nivel de vida y un gran potencial a la hora de ser un ejemplo de planificación y desarrollo sostenible", dijo.
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