A sus 43 años, considera que ha encontrado su propósito, su vocación, aquello para lo que está llamada: Paris Hilton quiere dedicar su tiempo a partir de ahora a ayudar a menores que han sido víctimas de abusos. Y todo ello tras un viaje a Jamaica que le ha recordado las agresiones que ella misma sufrió en las instituciones para jóvenes con problemas a las que le enviaron enviada en su adolescencia.
La socialité y empresaria ha dado a conocer que su reciente visita al país centroamericano ha sido para ayudar a varios jóvenes que aseguraban que habían abusado de ellos en el internado Atlantis Leadership Academy, en Treasure Beach, en el sur de la isla caribeña, lo cual ha negado su fundador, Randall Cook, a través de su abogado.
Según han explicado desde NBC News, siete niños —aunque podrían ser más, dado que las cifras son diferentes en los diversos informes— habían sido puestos al cuidado de las autoridades de bienestar social de Jamaica tras unos denuncias sobre abusos en el centro el pasado 8 de febrero. Hilton ha explicado que le sorprendió "lo horrible de las acusaciones" y que los propios niños le habían pedido "que fuera a ayudarlos en su siguiente audiencia judicial".
"Lo dejé todo para asegurarme de poder estar allí. Ningún niño merece testificar estando solo sobre el abuso que ha sufrido, especialmente en un país extranjero —algunos de los menores son norteamericanos—. Estoy muy orgullosa de haber podido llegar y mostrarles a estos jóvenes que hay personas que les creen y se preocupan por ellos", ha declarado a Newsweek.
En otra entrevista este mismo fin de semana con la revista Flaunt ha añadido: "Quería ir allí porque tenían no se estaban tomando en serio su caso judicial. Así que supe que tenía que presentarme, poner los puntos sobre las íes y presionar a los responsables. Los cinco empleados que abusaban de los niños acaban de ser arrestados y por fin se están asumiendo responsabilidades".
Paris Hilton afirma que le "enorgullece mucho ser la heroína" que ella misma hubiese necesitado de adolescente, sobre todo con niños que están en instituciones o centros a los que se refiere como "agujeros infernales". "Siento que este es mi verdadero propósito en la vida y algo que deseaba dentro de mi corazón. No dejaré de luchar hasta que se produzca un cambio", ha finalizado.
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