Posteguillo: "Julio César era infinitamente mejor estratega militar que Napoleón o Putin y mejor orador que los políticos actuales"

El escritor Santiago Posteguillo en Bibracte, una antigua ciudad gala cerca de Lyon (Francia).
El escritor Santiago Posteguillo en Bibracte, una antigua ciudad gala cerca de Lyon (Francia).
Asis Ayerbe // Editorial Penguin
El escritor Santiago Posteguillo en Bibracte, una antigua ciudad gala cerca de Lyon (Francia).

Nacido en Valencia en 1967, Santiago Posteguillo se ha convertido en uno de los escritores españoles más leídos del mundo por sus novelas ambientadas en la antigua Roma. Su interés por esta época se despertó a temprana edad, tras visitar la capital de Italia a los seis años. Posteguillo es filólogo, lingüista y doctor europeo por la Universidad de Valencia, con formación adicional en literatura creativa en Estados Unidos y lingüística y traducción en Gran Bretaña.

Aunque sus libros han alcanzado un gran éxito de ventas, Posteguillo sigue dedicado a la docencia, impartiendo clases de literatura en la Universidad Jaume I de Castellón. Su primera incursión en la novela histórica fue con "Africanus: el hijo del cónsul" (Ediciones B) en 2006, el inicio de una trilogía sobre Escipión el Africano. Luego, exploró la vida del primer emperador de Roma nacido en Hispania, Marco Ulpio Trajano en otra trilogía, seguida de una serie de libros de relatos cortos sobre la literatura universal.

En 2018, ganó el Premio Planeta por "Yo, Julia", primera entrega de una saga sobre la emperatriz Julia Domna. Continuando su exploración de la Antigua Roma, publicó "Roma soy Yo" (Ediciones B) en 2022, seguida de "Maldita Roma" (Ediciones B) a finales de 2023, centrada en la figura de Julio César. A lo largo de más de 800 páginas, el autor sumerge al lector en batallas, aventuras, traiciones y ambiciones, presentando una galería de personajes históricos como Espartaco, Pompeyo, Cicerón y Cleopatra. "Maldita Roma" confirma el talento narrativo de Posteguillo, consolidándolo como uno de los escritores españoles con más éxito en todo el mundo. El escritor atiende a 20minutos y aborda la vida de Julio César al tiempo que se moja sobre conflictos de plena actualidad.

¿Que te inspiró a crear una saga dedicada a Julio César?

A mí siempre me llamó la atención el personaje. Creo que Julio César es el personaje central en torno al cual pivota toda la civilización romana, que es el que la hace cambiar, digamos, de República a Imperio. A eso se añade que es un personaje central en la historia de la humanidad. No hace mucho una revista de de divulgación histórica hizo un especial de los 50 personajes más importantes de la historia. No es de sorprender que Julio César estuviera ahí, pero tenían que seleccionar a uno para la portada. ¿A cuál seleccionaron? A Julio César. Entonces sólo eso ya me atraía. 

Julio César es el personaje central en torno al cual pivota toda la civilización romana

Y luego el hecho de pensar que, aunque se ha escrito mucho sobre él, se ha escrito de él para públicos diferentes en épocas distintas. Y las grandes historias, tiene sentido volver a contarlas para públicos de otras épocas. Eso a Hollywood le funciona bastante bien, a veces hay grandes versiones de relatos que se han llevado al cine, pero en ocasiones vuelven a hacer una nueva versión.Todo esto me hizo ver que tiene sentido volver a contar una de las mayores historias que han ocurrido nunca, que es la de Julio César.

¿Qué aspectos de la vida de Julio César le resultan más fascinantes o intrigantes?

Es complicado en un personaje tan poliédrico decidir qué te llama más la atención. Sí que he puesto bastante atención en su parte privada porque intento siempre humanizar al personaje. No en el sentido de hacerlo más bondadoso, sino mostrar que era un ser humano con sus luces y sus sombras. Y eso te lo da la vida privada. Y luego reflejar la parte militar de César. Sé por lo que dicen los lectores, que suelo tener un pulso narrativo bastante interesante para narrar estas partes militares, entonces sí que estoy intentando que toda esa parte militar esté bien reflejada. 

César nunca habría hecho una campaña como la de Napoleón al invadir Rusia

César era un brillantísimo estratega militar. Infinitamente mejor que Napoleón. No hay punto de comparación. Sabía de logística. César nunca habría hecho una campaña como la de Napoleón al invadir Rusia. En la guerra de las Galias se demuestra el interés constante de César por mantener sus líneas de suministros y de provisiones abiertas. 

Representación del asesinato de Julio César.
Representación del asesinato de Julio César.
Karl von Piloty

A César tampoco le habría pasado lo que a Putin y a los rusos cuando intentaron invadir Ucrania con esas columnas de tanques que se quedaron bloqueadas y fueron liquidados porque se quedaron sin combustible y eran un blanco fácil. También hay una parte que me ha interesado mucho, que se refleja en la segunda novela Maldita Roma, que es el ascenso político de Julio César. Es muy interesante la vida política y sus tensiones, que son tan paralelas a nuestra propia época. Por tanto, es difícil destacar una una parte concreta de la vida de César porque hay muchas interesantes, por ejemplo también la cuestión de sus matrimonios y sus numerosas amantes Por eso necesito seis novelas.

¿Cómo equilibras la fidelidad histórica y la narrativa ficcional en tus obras?

Lo que procuro hacer siempre es que todo lo que sean hechos históricos que refiera en la novela sea congruente a lo que sabemos o a lo que las fuentes nos dicen que ocurrió. También lo digo así porque a veces las fuentes, y sobre todo las fuentes clásicas, son contradictorias. Evidentemente, si vas a fuentes muy primarias, no como los propios protagonistas, lo que César dice de sí mismo puede no tener mucho que ver con lo que Catón diga de César, ya que era su enemigo político. Entonces tienes que contrastar todas estas fuentes. Si César es cónsul en el año 59, es en el año 59. Y es así para César, para Cicerón y para Pompeyo, eso es algo indiscutible. Entonces esos datos indiscutibles han de ser fidedignos. 

El escritor Santiago Posteguillo
El escritor Santiago Posteguillo
Cedida

Y luego hay mucho espacio para la ficción en dos aspectos donde puedes intervenir mucho literariamente sin alterar el relato histórico. Son los diálogos y el cómo contarlo. Los diálogos porque así como tú me estás grabando ahora nadie ha grabado ninguna conversación de la época. Sí tenemos referidos, directa o indirectamente, importantes discursos en el Senado de Roma. Las Catilinarias, las de Cicerón, ahí están y así salen reflejadas en la novela Maldita Roma. Pero hay muchos otros debates que sólo los tenemos referidos indirectamente.  Entonces, todo eso es un magnífico espacio para el escritor. Yo suelo trabajar mucho cruzando distintas tramas que van entrecruzadas. Evidentemente la trama central es la de César, pero me interesa lo que pasa con Cicerón, lo que pasa con Pompeyo, lo que pasa con los piratas, lo que pasa con Espartaco, lo que pasa con Cleopatra, niña y adolescente en esta segunda novela. 

Entonces, esa forma de ir cruzando unas tramas, una trama central con otras subtramas, es ficción, porque si hiciéramos historia tradicional, iría cronológicamente contando la sucesión de eventos. Ahora hay una nueva forma de concebir la explicación de la historia que a mí me parece peligrosa, que es temáticamente, pero para mí la cronología es fundamental en la historia. 

Si no explicas las cosas cronológicamente no se entiende la historia. La Segunda Guerra Mundial no se entiende sin la Primera Guerra Mundial porque es consecuencia de la primera

Si no explicas las cosas cronológicamente no se entiende la historia. La Segunda Guerra Mundial no se entiende sin la Primera Guerra Mundial, porque es consecuencia de la primera. Por ello en mis novelas hay un relato cronológico muy bien indicado. Siempre te digo lugar y fecha, lugar y fecha, porque me parece muy importante que el lector sepa dónde está y en qué momento. Puedo, literariamente, dar saltos atrás en el tiempo para darle dinamismo al relato, para recuperar alguna cosa que me interese, pero siempre lo indico.

¿Pensaste que llegarías a ser el autor de novela histórica con más lectores del mundo en lengua española?  

No, no pensaba que iba a arrasar de esta manera. En absoluto. Tenía el sueño, primero, de publicar. Y la aspiración de vender los suficientes ejemplares. Si consigues vender unos dos mil o tres mil ejemplares de una novela la editorial te puede decir bueno, entréganos otra, pero eso no te permite en absoluto vivir de la escritura. Lo que te permite es sentirte realizado como escritor. Y eso sí era una aspiración que yo tenía. Tienes luego un sueño, como creo que tiene la mayor parte de los artistas, de vender muchos libros. 

Pero es cierto que a algunos artistas les da igual el impacto de su obra, viven en su mundo interior creativo y ya está. Pero la mayor parte de los artistas creo que sí deseamos tener un impacto importante y llegar a mucho público. El director de cine quiere que las salas de cine se llenen con su película, igual el actor de teatro, etc. Eso es normalmente la aspiración. Y yo sí, también tenía una un sueño de llegar a muchos lectores. Pero no imaginé nunca que pudiera tener este éxito y ahora intento tomármelo de una doble forma, por un lado, como una responsabilidad de intentar seguir haciendo las novelas lo mejor posible. 

Por eso no he acelerado el ritmo de entrega de mis novelas. He tardado siempre alrededor de un año y medio o dos años. Eso es lo que tardé en cada novela cuando estaba escribiendo la trilogía de Escipión. Y sigo igual, aunque pueda tener una presión importante para que las entregue antes, pero intento ser responsable y seguir trabajando como hasta ahora, porque esa es la forma en la que estoy llegando a la gente. Y luego sí que me lo tomo también como un estímulo. Piensas, cuidado, que esto no se lo va a leer solo una persona, sino que es fácil, que esta novela la lean medio millón de personas a los pocos meses de salir publicada. Entonces, eso es un estímulo muy grande, junto con el hecho de que luego hay gente que te cuenta cosas maravillosas. Por ejemplo, que tus novelas les han acompañado en momentos difíciles de su vida o gente que te reconoce que se ha introducido, o reintroducido, a la lectura gracias a mis novelas.

¿Cómo manejas la construcción de personajes tan icónicos como Espartaco, Pompeyo, Cicerón o Cleopatra?  

'Gladiator', 'Cleopatra' y 'Espartaco'
'Gladiator', 'Cleopatra' y 'Espartaco'
Cinemanía

Por un lado las propias fuentes nos dan, aunque en menor abundancia, pequeñas pinceladas sobre el carácter de estos personajes históricos. Plutarco o Suetonio suelen dar pinceladas no solo de los rasgos físicos, sino también del carácter, la educación, la cultura, las aficiones… Ahí ya tenemos una fuente muy interesante para construir el personaje. A partir de ahí el escritor ha de hacer ya el trazo más detallado. Y luego sí que con cada uno hay que emplear a veces técnicas distintas. Por ejemplo, con Cleopatra hay que emplear mucha imaginación y contexto porque todo lo que es la infancia y la juventud de Cleopatra es algo poco narrado, se sabe poco de ella. Ahí tienes es que recurrir a datos, a saber todo el contexto de lo que está pasando en Egipto y saber dónde estaba Cleopatra en cada momento. Con Cicerón, en cambio, tengo todos sus escritos. 

Por ejemplo, aunque era enemigo político de César, se carteaba con él. No tenemos esas cartas, una pena, pero sabemos de su existencia indirectamente por cartas a su hermano. De tal forma que no hay una sola técnica única para construir personajes históricos. Depende de la información que tengo enfoco la construcción de un personaje.

¿Tenía Julio César mejor retórica que los actuales líderes políticos?

Indudablemente. Creo que descartando a algunos políticos, quizá anglosajones, en el mundo occidental, tenemos una carencia notable de líderes políticos que sepan hablar bien. E incluso cuando te he dicho esto de líderes anglosajones, me tengo ya que retrotraer a un Obama, por ejemplo, Obama era un buen orador, O Margaret Thatcher desde una ideología diferente. Ambos son buenos oradores. Ahora los políticos están muy enfocados a la imagen y no tanto en hablar bien. Entre otras cosas porque, para hablar bien, hay que tener más cultura. Ahora parece que se vive ahora sólo del insulto de corto. Y, hombre, yo no digo que no puedas arremeter contra el enemigo político verbalmente, pero un poquito de oratoria nos vendría mejor a todos.

Barack Obama, en el Walt Disney World Resort de Florida, en 2012.
Barack Obama, en el Walt Disney World Resort de Florida, en 2012.
Jewel Samad / AFP / Getty

¿Cuál es tu opinión sobre el papel de la mujer en la antigua Roma y como lo reflejas en este caso, en esta saga sobre Julio César?

Creo que la mujer es una gran olvidada porque se ha contado casi siempre la historia no de la humanidad, sino de los hombres. Y si bien es cierto que las mujeres, en sociedades patriarcales, como era la civilización romana, no gozaban de las mismas posiciones de poder que tenían los hombres, ellas siempre estuvieron allí y de una forma indirecta podían tener una enorme influencia. Es el caso de Aurelia, la madre de César, o el caso de Cornelia, su primera esposa. Lo será también en el caso de su hija Julia, o de la propia Cleopatra. Es decir, la capacidad de las mujeres por influir en en el devenir histórico está ahí. Y creo que eso no se ha destacado lo suficiente. 

A César no se le puede entender sin su relación con las mujeres, porque él además se crió entre mujeres, con su madre y con sus hermanas. Con su esposa y con su hija. Todo mujeres. Porque además sus referentes masculinos, su padre y su tío Cayo Mario, fallecieron cuando él era un adolescente. Y luego César llevó una línea de tener muchas relaciones y con muchas mujeres. Pero buscaba estar con mujeres inteligentes. A César la inteligencia en la mujer le atraía mucho. Por ejemplo, Servilia, la madre de Bruto, que fue amante de César durante mucho tiempo, o Cleopatra. Ambas eran mujeres, más allá de su atractivo físico, tremendamente inteligentes.

Julio César era teóricamente un defensor de un reparto económico social más equitativo y más derechos para el pueblo. ¿Pero fue derivando hacia posiciones que corresponderían más a lo que se considerado un dictador?

César nunca llegó a ser un dictador según lo entendemos en el siglo XXI. Él siempre siguió una política de favorecer a la mayoría de los ciudadanos de Roma frente a la minoría oligarca, senadores enriquecidos que sólo querían mantener sus privilegios. Y esa línea la mantuvo durante toda su vida política. César se enfrentó contra Sila, que sí era un dictador cruel y quien después de conseguir la victoria militar sobre sus enemigos, los ejecutó o los despojó de sus tierras y su dinero. Por ejemplo, la familia de César quedó empobrecida por culpa de Sila. Luego, César, desde el año 69 que ingresó en el Senado hasta que salió elegido cónsul, cumplió sus promesas electorales ante el pueblo. En el año 59, su ley de Reforma Agraria, que fue su gran promesa electoral, la llevó el 1 de enero a votación y no consiguió que prosperara. Tuvo que hacer un montón de maniobras políticas para cumplir su promesa electoral ante el pueblo. Lo subrayo porque los dictadores tienen la tendencia a prometer mejoras para el pueblo, pero luego no se producen y más bien van a peor en libertades y a nivel económico. 

Cuando gobernaba Cesar, la gente no se iba de Roma, al contrario, iba a Roma para prosperar. Por tanto, no se viviría peor que antes. César mantuvo sus reformas políticas hasta que lo asesinan en el año 44. César había ganado políticamente cinco elecciones consecutivas, no una sola, que esto suele ser muy propio de los dictadores del siglo XXI. Estamos hablando de mantener una popularidad política desde el 69 al 44. Eso son más de 20 años de respaldo popular. Además, en los países que podamos convenir que son dictaduras, hoy día el dictador ejecuta a sus enemigos políticos, ya sea con polonio o no sabemos como lo hacen en Corea del Norte, o de las formas que se te ocurra. Los enemigos de César, cuando ven que ya políticamente no hay manera de derrotarle, se enfrentan militarmente a César, le obligan a entrar en una Guerra Civil. Los derrota también militarmente y luego César los perdona, no los ejecuta, los perdona. 

Por tanto, su carácter era magnánimo en la victoria. Otra cosa es que me digas que en la guerra del siglo primero antes de Cristo, por ejemplo, en la Galia, pudiera cometer una serie de violencias que hoy día calificaríamos como genocidio o similar, pero no se puede comparar cómo se gestionaban las conquistas de territorios hace 20 siglos con lo que pasa hoy día, cuando tenemos una ONU que mal funciona, pero ahí está. Hemos pasado por revoluciones, por declaración de los derechos del hombre, por la abolición de la esclavitud, etcétera. Entonces, evidentemente, cosas que se hacían hace 20 siglos nos pueden parecer horribles y lo eran, pero en aquella época era lo habitual. Si César pierde con los galos, los galos lo matan. Al propio Craso le echaron oro líquido por la garganta. Quiero decir que los romanos no hacían nada peor a sus derrotados militares que lo que ellos habrían hecho con los romanos.

¿Tienes un personaje favorito de la historia de Roma? Porque has escrito de Trajano, de Escipión, de Julia y de César...

Eso es como preguntarle a un padre que cuál de tus hijos es el favorito. Un buen padre nunca, aunque en el fondo quiera más a un hijo que a otro, nunca confesará públicamente que hijo le gusta más, aunque privadamente tenga sus preferencias. Así que quiero a todos mis hijos literarios por motivos diferentes. Escipión fue el primero. Trajano, por el hecho de que fuera hispano, le tienes un cariño especial. Con Julia me permitió meterme en la piel de una mujer y César es inconmensurable.

Maldita Roma, libro de Posteguillo sobre Julio César.
Maldita Roma, libro de Posteguillo sobre Julio César.
Cedida

¿Cuándo publicará la próxima novela de la saga de Julio César?

Posiblemente entre mediados y finales de 2025. 

Pablo Segarra
Coordinador Jefe de Verticales '20minutos'

Licenciado en Periodismo por la Universidad CEU San Pablo de Valencia. En mis más de 20 años de profesión, he trabajado en todas las secciones y todas me gustan: Local, Economía, Política, Deportes, Salud, Local, Tecnología, Viajes, Gastronomía, Motor, Sucesos...

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