Tras casi un mes, este jueves concluyó el juicio contra Daniel Sancho en Samui (Tailandia) con un alegato del acusado, y queda visto para sentencia, que se leerá en agosto. Sin embargo, se esperaba que se alargase más, pues había testigos que aún quedaban por comparecer, aunque finalmente no lo han hecho.
El tribunal de Samui (Tailandia) rechazó el miércoles la declaración de dos testigos de la defensa de Daniel Sancho, uno protegido y un psicólogo especialista en abusos sexuales, en el penúltimo día del juicio al español, acusado del asesinato del colombiano Edwin Arrieta.
El juez, cuya identidad es confidencial, no permitió que se llamase a declarar a Iván Campos, un psicólogo especialista en abusos sexuales, y a un testigo protegido supuestamente acosado por Arrieta, confirmaron a EFE fuentes de la defensa de Sancho.
El motivo que pudo haber esgrimido el juez para rechazar a los testigos es que no estaban directamente relacionados con el caso de Sancho, a quien la Fiscalía acusa del asesinato premeditado del cirujano colombiano Edwin Arrieta el pasado 2 de agosto en Phangan, isla cercana a Samui, donde se celebra el juicio a puerta cerrada.
Los motivos de la no declaración de Rodolfo
Otros tres testigos, Carmen Balfagón y Ramón Chipirrás, del despacho criminológico jurídico español que asesora a Sancho, y el padre del acusado, Rodolfo Sancho, decidieron no testificar al considerar que ya se habían defendido sus argumentos durante el juicio y para no alargar el proceso.
Aun así, la abogada Carmen Balfagón explicó en Y ahora Sonsoles los verdaderos motivos de esta decisión del padre del acusado. "Si Rodolfo declaraba tenía que declarar antes de Daniel para que no se pudiera contaminar", explicó. "El juez ha considerado que lo que pueda contar Rodolfo es lo que le ha contado su hijo".
Además de Sancho, quien testificó y contestó a las preguntas de la Fiscalía y de la coacusación, también declararon este miércoles el médico forense Manuel Carrillo, con relación a un informe que ha realizado sobre la muerte de la víctima, en concreto sobre el golpe en el occipital.
El segundo en declarar fue el psicólogo forense Pedro Mateo, para analizar el comportamiento y reacciones del acusado en relación al descuartizamiento del cuerpo de Arrieta, cuyos restos fueron esparcidos por varios lugares de la isla de Phangan.
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