Internacional

Europa teme un efecto contagio de la ola de protestas estudiantiles en EEUU tras registrar acampadas en Francia, Reino Unido y España

Decenas de manifestantes propalestinos detenidos tras irrumpir la policía en el campamento de la UCLA

La oleada de protestas estudiantiles en apoyo a Palestina y contra la ofensiva israelí en la Franja de Gaza se están empezando a extender más allá de las fronteras de Estados Unidos, epicentro de las movilizaciones desde hace dos semanas. Canadá, Australia y ahora también Europa, sobre todo en Francia pero también en Reino Unido, Suiza y España, han empezado a registrar movilizaciones, aunque por el momento distan mucho de las multitudinarias protestas de Estados Unidos, que también dejaron enfrentamientos entre Policía y estudiantes, quienes levantaron campamentos, barricadas y llegaron a ocupar edificios. 

Allí se han registrado hasta la fecha más de 2.000 detenciones, una cifra que podría aumentar en las próximas horas pues estas manifestaciones se han llegado a registrar en 42 campus de 23 estados diferentes, según cálculos de The New York Times.

Este jueves, después de que la Policía desmantelara el campus de la universidad de Los Ángeles UCLA, el presidente del Gobierno estadounidense, Joe Biden, se vio obligado a romper un silencio de días y se pronunció por primera vez sobre las protestas, condenando cualquier acto de violencia. "Nada de esto es pacífico", manifestó en una comparecencia institucional a la nación. "Debe prevalecer el orden".

Horas después de esa intervención, las protestas no solo se registraban en Estados Unidos. El jueves por la noche uno de sus países vecinos, Canadá, ponía el foco en la Universidad de Toronto, una de más prestigiosas del país, donde unos 150 estudiantes establecieron un campamento para mostrar su rechazo a la ofensiva israelí en Gaza pero también para pedir a la Universidad que hiciera lo "correcto" y suspendiera sus inversiones a Israel. Esta solo era una movilización más de las muchas que ha encadenado Canadá a lo largo de la última semana. 

Un grupo de estudiantes acampa en la Universidad de Toronto (Canadá).
Julio César Rivas (EFE)

Francia

Al otro lado del Atlántico, Europa, que miraba con recelo la situación de tensión que vivía Estados Unidos, vio cómo la chispa de la movilización se prendió hace una semana en Francia, cuando 200 estudiantes ocuparon la Universidad Sciences Po, una movilización que acabó de manera pacífica y sin detenciones. Tres días después, se trasladaron a la Sorbona y desde entonces se han multiplicado las concentraciones por todo el país, aunque en general implican a grupos reducidos de personas. 

Este jueves, 23 edificios universitarios fueron evacuados por todo el país y este viernes, sin ir más lejos, la Germanderia ha tenido que intervenir los centros de Sciences Po en París y Lyon para expulsar a las decenas de estudiantes congregados que pedían una investigación de los supuestos lazos de su centro con universidades israelíes. 

Desde el Gobierno, más concretamente desde el gabinete del primer ministro, Gabriel Attal, se ha dado orden de actuar con "firmeza" ante este tipo de ocupaciones. Mientras tanto, continúa por segundo día consecutivo la ocupación de la Escuela de Periodismo de Lille (norte), ciudad donde también está cerrado el campus de Sciences Po, mientras que se ha programado este viernes una manifestación en el campus de la Universidad de Grenoble (sureste). El campus Jourdan de la Escuela Normal Superior (ENS) también ha sido bloqueado. Además, seis estudiantes han iniciado una huelga de hambre.  

España

En España, se cumplen ya cinco días de la acampada en solidaridad con Palestina que se inició el lunes en la Facultad de Filosofía de la Universitat de València. La iniciativa, la primera de este tipo en nuestro país y que cuenta con medio centenar de personas, seguirá de forma indefinida mientras los estudiantes tengan "fuerza" y consigan su objetivo que, en palabras de Esther Monge, estudiante de Ciencias Políticas y miembro de Estudiants per Palestina y del movimiento social BDS País Valencià, no es otro que lograr el "fin del genocidio palestino". Además, al igual que el resto de movimientos por el mundo también reclaman el cese de acuerdos de las universidades e instituciones con cualquier empresa u organismo de Israel.

"Al Estado español le pedimos el fin de las armas, que recupere la jurisdicción universal para que se puedan juzgar crímenes de guerra en España y que ponga fin a la ley mordaza y a la de extranjería, que tantas consecuencias están teniendo para los activistas propalestinos", ha añadido Monge.

Reino Unido

El primer campamento universitario se instaló hace una semana en Reino Unido, en la universidad de Warwick y después se fue extendiendo progresivamente por los de Bristol, Sheffield, Manchester, Leeds y Newcastle, según han asegurado los propios organizadores. 

Así, varias universidades británicas llevan días asentando campamentos propalestinos, pero, según han asegurado desde la Campaña de Solidaridad con Palestina no esperan que se repita la violencia presenciada en las protestas de Estados Unidos.

Suiza

Al norte de Europa, concretamente en Suiza, un grupo de estudiantes propalestinos se encuentran desde el jueves haciendo una sentada en el vestíbulo de la Facultad de Ciencias Humanas y Políticas de la Universidad de Lausana (UNIL) y anunciaron que se quedarán, por lo pronto, hasta el lunes, según informó la prensa del país. 

Frédéric Herman, rector del centro educativo, afirmó que de momento no prevén realizar controles de identidad de los manifestantes ni imponer sanciones contra ellos, quienes piden "el fin de la represión contra el movimiento de solidaridad con Palestina".

Australia

En Australia, mientras tanto, la Universidad de Sídney vive división en las protestas que se suceden desde hace días. Este viernes, por ejemplo, cientos de estudiantes se manifestaban para protestar contra la guerra israelí en Gaza, mientras un grupo acudió en apoyo a Israel. Por eso, guardias de seguridad del centro tuvieron que formar una barrera para distanciar a unos y a otros.

El pasado miércoles, el vicerector de la institución, Mark Scott, escribió un comunicado para defender el derecho a la libertad de expresión y a manifestarse de manera pacífica en la universidad. "Reafirmo nuestro compromiso por la libertad de expresión", expresó, "y la tolerancia cero hacia cualquier forma de racismo, amenazas a la seguridad expresiones de odio, intimidación, discursos amenazantes, acoso o actitudes ilegales, como lenguaje o acciones antisemintas o contra los musulmanes".

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