Nació como una experiencia piloto en 2022 pero el proyecto 'mayores prematuros' puesto en marcha por el Ayuntamiento de Madrid junto a la Fundación Síndrome de Down, ha llegado para quedarse. Con esta iniciativa, se proporciona atención temprana frente al envejecimiento precoz de personas con discapacidad intelectual mayores de 40 años.
Según ha indicado el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, desde el Centro de Mayores La Vaguada, donde se desarrolla este programa inclusivo, el proyecto pretende "proporcionar nuevas habilidades a las personas con síndrome de Down que alcanzan determinada edad". Además, ha adelantado que están estudiando "cómo ampliar" la iniciativa, "que se ha testado con éxito", a otros centros municipales de la ciudad de Madrid. Esta actividad está en línea de otros programas del Gobierno municipal para "paliar la soledad no deseada" en la capital.
A través de actividades como taichí, teatro o dibujo, el programa busca potenciar el desarrollo integral cognitivo, físico, social, emocional y lingüístico de personas con discapacidad intelectual mayores de 40 años que ya se han retirado de la vida laboral. En estas actividades los participantes, usuarios del centro ocupacional de la Fundación Síndrome de Down de Madrid, conviven y socializan con los usuarios del Centro Municipal de Mayores La Vaguada. Lo hacen dos días a la semana con tallares inclusivos de teatro y acuarela.
"Lo que ha demostrado este programa piloto", ha dicho el delegado de Políticas Sociales, Familias e Igualdad, José Fernández, es que "puede haber una complementariedad entre las personas mayores y las personas con discapacidad intelectual", motivo por el que comparten los distintos talleres. Tal es el éxito que el día 23 de este mes se celebrará un certamen con las obras de teatro inclusivas que hacen en estos talleres. Ildefonsa y José Antonio, los monitores, cuentan lo gratificante que es para ellos: "dan más de lo que les damos nosotros, te llenan mucho". La intención, según explican, era conseguir "que a las personas con síndrome de Down se les considerara mayores y pudieran entrar en estos centros a partir de los 45 años". Con este programa, aseguran, "se consiguió y ahora son uno más".
En los últimos años, la longevidad de las personas con síndrome de Down se ha incrementado en 30 años, alcanzando una esperanza de vida que se acerca a los 60. Por eso, se realiza una atención temprana que ayuda a combatir la pérdida de capacidades y a mantener la mayor autonomía, fomentando sus habilidades sociales, cognitivas y emocionales. Con este programa municipal, además se aborda el envejecimiento prematuro mediante la prevención y detección de síntomas de declive funcional.
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