Salvador Illa sorprendió al resto de candidatos este martes por la noche cuando adelantó que el excomisario jefe de la policía catalana Josep Lluís Trapero será director general de los Mossos d’Esquadra si él preside la Generalitat. Este miércoles, ha alabado su trayectoria profesional y ha explicado que el excomisario le dijo que estaba "al servicio de Cataluña y que, por lo tanto, no tenía ningún inconveniente" en asumir el cargo.
El candidato socialista ha apuntado en una entrevista en La2 y Ràdio4 que su disposición "es un ejemplo de lo que yo entiendo por servicio público". Asimismo, ha dicho que no quiere poner en la dirección general de la policía catalana a una persona con la misma afinidad política que él tiene, sino una persona que sepa dirigirla.
"Quiero profesionalizar este tipo de trabajos. Yo no quiero personas con estas responsabilidades que estén por su manera de pensar política o por su adscripción política. Quiero personas competentes", ha sostenido.
Al ser preguntado en un acto en Cervelló (Baix Llobregat) sobre si se siente incómodo con el papel que tuvo Trapero durante el 'procés' -fue juzgado por haber consentido la celebración del 1-O, pero quedó absuelto-, Illa ha dicho que se siente cómodo con su trayectoria como servidor público y que la decisión permite "reconocer el trabajo y el talento piense lo que piense y venga de donde venga".
Además del cargo de Trapero, Illa también aseguró que si es elegido presidente de la Generalitat, la actual alcaldesa de Santa Coloma de Gramanet (Barcelona) y portavoz del PSC, Núria Parlon, será consellera de Interior. Unos anuncios que el candidato socialista cree que son un buen "gesto de transparencia hacia la ciudadanía".
Aragonès y Puigdemont, en contra
Por otro lado, el actual presidente catalán y candidato de ERC a las elecciones, Pere Aragonès, ha criticado que el líder del PSC vaya "repartiendo cargos" antes de que voten los catalanes.
En una atención a los medios de comunicación en Barcelona, el republicano ha dicho que le hubiese gustado oír por parte de Illa que el "Ministerio del Interior dejará de poner palos en las ruedas de las políticas de seguridad de los Mossos" cuando se cubren eventos como, por ejemplo, la Copa América.
En cuanto a Carles Puigdemont, candidato de Junts, ha calificado de "ocurrencia" el anuncio y ha afirmado que es "contradictorio" con lo que siempre ha defendido Illa, que es "preservar a la policía del combate partidista".
Al igual que Aragonès, el expresidente ha dicho que él "esperaría a ver qué dicen los ciudadanos en las urnas" porque les tiene un gran respeto y ha dejado claro que su formación no hará "ningún nombramiento de cargos hasta saber qué nos encargan los ciudadanos".
"He tenido la opción de bloquear"
En cuanto a la situación en la que se encontrarán una vez se celebren las elecciones, el líder del PSC ha descartado abstenerse para que haya un Govern independentista y ha afirmado que ve "francamente difícil" gobernar con Junts. Es más, ha puesto sobre la mesa que quizá es el partido de Carles Puigdemont el que bloquea su investidura.
En este sentido, ha reivindicado que su formación no ha bloqueado la legislatura ni cuando ha tenido "opción" de hacerlo. "Yo he tenido la opción de bloquear. Yo podría haber forzado unas elecciones cuando colapsó el Govern. De hecho, me vinieron a buscar para que las forzara", ha admitido. Sin embargo, ha defendido que su partido "pensó más en el país que en los intereses legítimos de otro grupo parlamentario"
Preguntado por si el partido que le pidió forzar elecciones fue Junts, Illa ha respondido que "es fácil" saberlo porque, ha dicho, ya se ha visto, en sus palabras, lo que ha pasado tras la salida de Junts del Govern con ERC
Cordón sanitario
Este miércoles también se ha hecho público que el PSC, ERC, JUNTS, la CUP y los Comuns han firmado un documento en el que se comprometen a no aceptar los votos de Vox o Aliança Catalana. Sobre esta decisión, Illa ha dicho que su partido quiere luchar contra los discursos de odio y "apartarlos".
Illa reivindica al expresidente Tarradellas
Illa, por otro lado, ha reivindicado este miércoles la figura del expresidente de la Generalitat Josep Tarradellas, acompañado de su hijo, Josep Tarradellas i Macià, y su nieto Guillaume Tarradellas.
En un acto en Cervelló (Barcelona), localidad natal de Tarradellas, Illa ha elogiado al expresidente: "Tarradellas es perseverancia, es constancia, es terquedad, es esto lo que hace falta hoy en Cataluña".
"Tarradellas es pacto, es poner los servicios públicos en el centro de la política. Tarradellas es la acción política dirigida a los ciudadanos de Cataluña, pensando en las personas", ha insistido Illa.
El candidato del PSC, que ha afirmado que este era un acto muy emotivo para él, ha tenido un recuerdo también para el que fue delegado especial de Tarradellas y exalcalde de La Roca del Vallès (Barcelona), Romà Planas, que fue quien le introdujo en política.
Para Illa, Tarradellas fue "el político catalán más destacado del siglo XX" y ha dicho sentirse "reconocido" en el estilo de hacer política del expresidente.
Sàmper y Vila se suman a la plataforma
Los exconsellers Miquel Sàmper y Santi Vila, ambos procedentes de la órbita de Convergència, se han sumado a la plataforma de apoyo al candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat, que reúne a más de 150 personalidades.
Además de Sàmper y Vila, una treintena de firmas se han adherido los últimos días a esta plataforma, en la que ya figuraban nombres como el cantautor Joan Manuel Serrat, la directora de cine Isabel Coixet, el exgimnasta bicampeón olímpico Gervasio Deferr o el periodista Jorge Javier Vázquez, ha informado este miércoles el partido.
Sàmper, que fue conseller de Interior del Govern del presidente Quim Torra entre septiembre de 2020 hasta mayo de 2021, se dio de baja de JxCat en febrero del 2024 tras el 'no' de la formación independentista a la ley de amnistía en el Congreso de los Diputados, alegando una "brecha ideológica y de formas".
Por su parte, Vila, que fue conseller con los gobiernos de Artur Mas y de Carles Puigdemont y dimitió la víspera de la declaración unilateral de independencia en el Parlament, en octubre de 2017, abandonó el PDeCAT en 2018 tras meses de distanciamiento del partido.
"Queremos contribuir a que el próximo 12 de mayo se abra una nueva etapa política en Cataluña. Queremos al mejor presidente y un buen gobierno", señala el manifiesto.
Asimismo, reclama "un presidente capaz de representar al conjunto de la ciudadanía, que trabaje para unir y evite dividir, que se dedique más a obtener resultados que a buscar razones, que esté comprometido con el diálogo y la cooperación, que rehúya la disputa y la confrontación".
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