Más de 5,7 millones de personas están llamadas a las urnas este domingo, 12 de mayo, con motivo de las elecciones catalanas de 2024. Las personas que no hayan ejercido su derecho al voto por correo podrán acudir presencialmente a alguna de las casi 9.000 mesas electorales que habrá repartidas por la comunidad para depositar su papeleta. Desde las nueve de la mañana y hasta las 20.00 horas, los colegios electorales abrirán sus puertas. Muchos ya tienen claro a quiénes van a votar y otros lo decidirán durante la jornada.
Los catalanes tienen la opción de ejercer su derecho de tres maneras diferentes: introduciendo una papeleta en el sobre, votando en blanco o anular su participación. Los que no están de acuerdo con ninguna lista o no se sienten representados con las propuestas de ninguna de las formaciones pueden expresar su descontento en esta jornada electoral sin que se pierda su voto. Esto se hace a través del voto en blanco.
Qué es el voto en blanco y a quién afecta
El voto en blanco consiste en no introducir nada dentro del sobre: ni papeleta ni ningún otro objeto o documento. Este se suma al recuento final, ya que se considera válido, y puede llegar a influir en el reparto de escaños, que se rige por la conocida Ley D'Hondt. Esta norma explica que para que una formación pueda tener representación en el Parlament debe sumar el 3% de los votos válidos en las elecciones.
Basándose en esa premisa, cuantos más sobres vacíos depositen los catalanes en las urnas, más votos van a necesitar los partidos más pequeños para lograr ese porcentaje mínimo exigido. Así, es más complicado que puedan acceder al reparto de escaños del Parlament y, por lo tanto, se perjudica de alguna manera a estas formaciones.
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