Anatomía canina: cuánto dura la digestión de un perro y las consideraciones que hay que tener en cuenta

  • Aunque se trata de una tarea desagradable, los titulares deben controlar la frecuencia y consistencia de las heces.
Es recomendable acudir a un veterinario especializado en nutrición y que nos indique qué tipo de alimento debe comer nuestro perro en función de tamaño, edad y actividad que realiza.
Es recomendable acudir a un veterinario especializado en nutrición y que nos indique qué tipo de alimento debe comer nuestro perro en función de tamaño, edad y actividad que realiza.
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Es recomendable acudir a un veterinario especializado en nutrición y que nos indique qué tipo de alimento debe comer nuestro perro en función de tamaño, edad y actividad que realiza.

La digestión canina es un proceso multifásico que involucra diferentes órganos y glándulas, y que culmina con la eliminación de los desechos metabólicos. En comparación con los humanos, los perros tienen un sistema digestivo más corto, por lo que los alimentos tardan menos en realizar el recorrido.

Pero esta no es la única diferencia entre ambas especies y el proceso de digestión. Los ácidos gástricos de los perros domésticos son más ácidos que los nuestros, motivo por el cual pueden procesar y disolver huesos. Según el Innovative Veterinary Care Journal, los perros y los humanos tienen una forma diferente de procesar los alimentos en sus cuerpos. Mientras que en los humanos la mayor parte de la comida se encuentra en los intestinos, en los perros la mayor parte se queda en el estómago.

Específicamente, los estudios muestran que en los humanos el 70% de los alimentos ingeridos se almacena en los intestinos y solo el 30% en el estómago. En cambio, en los perros sucede lo contrario: el 70% de la comida se queda en el estómago y solo el 30% pasa a los intestinos.

Factores que influyen en la digestión canina

El viaje de los alimentos en el cuerpo de un perro comienza en la boca, donde los alimentos se mezclan con la saliva y enzimas digestivas, continúa en el estómago, donde se descomponen las proteínas y las grasas con los jugos gástricos y enzimas, y luego pasa al intestino delgado, donde se absorben la mayoría de los nutrientes con la ayuda de la bilis y las enzimas pancreáticas. Los nutrientes absorbidos van al torrente sanguíneo para su distribución en el cuerpo, mientras que los residuos no digeribles pasan al intestino grueso, donde se absorbe agua y se forman las heces, que son eliminadas a través del ano.

Pero si hablamos de los perros, la duración de la digestión no es homogénea en toda la población canina. Hay diversos factores que influyen en el proceso, como el tamaño y la raza, la edad, el ejercicio, el tipo de comida, la digestibilidad y cuántas comidas reciben.

El tamaño (o raza) y la edad

Aunque todos los perros pertenecen a la misma especie, las diferencias en tamaño influyen en la velocidad del metabolismo. Los perros pequeños, por ejemplo, tienden a tener un metabolismo más rápido, mientras que los perros más grandes tienen un metabolismo más lento.

Esta variabilidad en el metabolismo se refleja en el tiempo necesario para la digestión de los alimentos. Los perros de tamaño mediano suelen tardar entre 8 y 10 horas en digerir completamente sus alimentos, los perros gigantes pueden necesitar hasta 12 horas, y los perros muy pequeños pueden completar el proceso en tan solo 4 horas.

De la misma manera, la edad es un factor relevante. Los cachorros necesitan evacuar con más frecuencia, en contraste con el metabolismo de los perros geriátricos, que se ralentiza y el proceso digestivo se alarga, tal como nos sucede a los seres humanos. Es importante comprender estas diferencias en el ciclo digestivo canino para evaluar adecuadamente su salud y su bienestar.

Digestibilidad

La digestibilidad de la comida para mascotas se refiere a cómo pueden los animales absorber y utilizar los nutrientes de los alimentos que comen. Esto es relevante, ya que una mejor digestibilidad significa que el animal puede aprovechar mejor los nutrientes y obtener más energía y salud de la misma cantidad de comida.

Para detectar si la digestibilidad del alimento que le proporcionamos es buena, hay que observar las heces: un menor número de deposiciones diarias, junto con heces menos voluminosas y con menos olor, indican que los nutrientes están siendo absorbidos adecuadamente por el cuerpo del animal, y no simplemente ‘pasando’ a través de su tracto digestivo.

Ejercicio

Cuanta más energía gasta un perro, más rápido moviliza las reservas almacenadas en su estómago y las hace pasar a través de su sistema intestinal. Allí, esos nutrientes se convierten en la energía calórica que necesita para mantener su fuerza física. Por eso es tan importante vigilar de cerca el equilibrio entre lo que el perro ingiere y lo que gasta en actividad. Al igual que nosotros, si un perro come mucho pero se mueve poco, su digestión se resentirá.

Por el contrario, si se trata de un perro es muy activo, necesitará un aporte adecuado para mantener ese nivel de actividad. El ejercicio acelera el paso de los alimentos a través de su tracto digestivo, así que requerirá una ingesta de nutrientes proporcional al desgaste que sufre su cuerpo.

Ingredientes y tipo de alimento

Parece obvio, pero no todos los alimentos se digieren igual. Por ejemplo, las comidas ricas en granos y carbohidratos, como los cereales, tardan más tiempo en procesarse que las que son altas en proteínas. Esto se debe a que los carbohidratos complejos requieren más trabajo digestivo que las proteínas de fácil absorción.

Además, los alimentos con alto contenido en fibra también tienden a digerirse de forma más lenta, ya que deben recorrer todo el tracto intestinal. Por el contrario, los alimentos con más grasa se procesan más rápidamente. El sistema digestivo de cada perro tenderá a preferir ciertos tipos de comida dependiendo de la etapa del proceso en la que se encuentre.

Por ejemplo, es importante alimentar a los cachorros hasta los seis meses varias veces al día para facilitar la digestión y mantener niveles de energía constantes, sin llegar a sobrealimentarlos. Como ya hemos visto, las necesidades varían según el tamaño, con cachorros de razas pequeñas o que serán de tamaño pequeño son necesarias de 4 a 6 comidas al día, y para cachorros de razas medianas y grandes de 3 a 4 comidas.

¿Cuánto tarda un perro en hacer la digestión?

No hay una sola respuesta, ya que cada perro es único y el proceso depende de varios factores. En general, y hablando solo de pienso seco, se estima que perros pequeños y cachorros requieren alrededor de 4 horas para completar la digestión, mientras que los perros de tamaño mediano suelen necesitar aproximadamente 8 horas, y los perros grandes y gigantes pueden tardar hasta 12 horas en digerir completamente su alimento. Si hablamos de comida húmeda, el proceso puede tardar la mitad.

Aunque el alimento se mueve algo más despacio a través del estómago canino en comparación con el nuestro, el paso por los intestinos es hasta tres veces más rápido. Esto se debe a que su estómago ‘está conectado’ al colon a través de nervios que desencadenan el reflejo de evacuar. Tan pronto como el estómago del perro se llena, envía una señal al intestino grueso para que este comience a procesar y eliminar los desechos. Por eso, la mayor parte de los perros suelen defecar poco después de haber terminado de comer, aproximadamente en los siguientes 30 minutos.

Esta evacuación casi inmediata después de comer no es la comida recién ingerida, sino la comida del día anterior, ya que el alimento permanece más tiempo en el estómago de los perros que en el estómago de los humanos.

Esta diferencia se atribuye a las adaptaciones evolutivas de los perros como carnívoros facultativos-omnívoros, lo que les permite procesar y eliminar los alimentos de manera más eficiente.

Vanessa M. Clavijo
Divulgadora

Empecé Antropología Social y Cultural, tengo el certificado profesional del curso de técnica en gestión medioambiental, el curso “The Truth about Dogs and Cats” de la universidad de Edimburgo y el curso “Capacitación social en educación canina, tenencia responsable y gestión del bienestar animal” de la UNED. Colaboro escribiendo sobre animales en '20minutos', 'Etología Canina' y para la Cátedra de Animales y Sociedad de la Universidad Rey Juan Carlos. He criado con responsabilidad gatos y perros, he sido asistente de tiendas de animales y auxiliar de peluquería canina y felina y me he dedicado a la gestión, atención y mantenimiento de especies animales e instalaciones en núcleos zoológicos.

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