Carles Puigdemont (Junts) ha llevado a su partido a ser la fuerza independentista más votada (35 escaños) como hipotético líder de la oposición. Pero el expresident fugado podría tener una carta bajo la manga, y en ella estaría implicada estabilidad del Gobierno central.
La jugada parece improbable, pero el mecanismo es claro: Puigdemont podría exigir ser investido como president catalán de nuevo, con la abstención de los socialistas. De no ser así, el político huido podría 'amenazar' con hacer caer al Gobierno central. "Queremos evitar una repetición electoral. En próximas comparecencias podremos dar más detalles de las conversaciones que creemos que podemos hacer", dijo anoche.
Comentarios