Madrid

Dos años esperando a la licencia para instalar un ascensor: "Mi marido tuvo que llevar andador y no podía ni salir a la calle"

Consuelo Martín y su marido, Juan Fernández, posan en la entrada de su edificio, con la fachada visiblemente deteriorada y sin ascensor.
Sergio García

"Nosotros éramos los jóvenes hace 42 años, pero ahora somos los mayores ya", declara en el portal de su edificio, en el distrito madrileño de Hortaleza, Consuelo Martín, una ama de casa de 67 años. A su lado, su marido, Juan Fernández, un guardia civil jubilado de 74 años que ya camina con dificultad y que llegó a estar literalmente atrapado en su vivienda hace unos años cuando una neuropatía le impidió andar durante semanas haciendo imposible que pudiera subir y bajar los dos pisos sin ascensor que separan su vivienda de la calle. "Tenía que ir con andador por casa y no podía ni salir", relata Consuelo.

Además, el matrimonio tiene una nieta con parálisis a la que su padre tiene que cargar en brazos cada vez que quieren visitar a los abuelos. El hermano de Juan, que vive en el primero, es cojo y apenas puede ya subir y bajar las escaleras. Por todos estos motivos, cuando una revisión del Ayuntamiento determinó que eran necesarias obras para rehabilitar la fachada en el edificio, construido en 1969, los vecinos decidieron en junta aprovechar para añadir un ascensor en el exterior.

Han pasado ya dos años desde que la junta de propietarios diera el visto bueno y ni han recibido la licencia de obra ni han podido pedir las ayudas que da la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento, por lo que llevan meses recaudando fondos sin haber visto un solo andamio. "Todo lleva un tiempo, todo lento, lento y no se empieza la obra", se lamenta Consuelo, que es la vicepresidenta de la comunidad de ocho viviendas. "Yo ya me pongo en lo peor y espero que podamos tener ascensor en 2026".

A su lado está José Manuel Fernández, un administrador de fincas colegiado que gestiona unas 60 comunidades, incluida esta, y que asegura que unas 10 se encuentran en una situación similar, con largas esperas para poder iniciar una obra. "Estas tardanzas son lamentablemente habituales", asegura Fernández, que añade que desde que la comunidad toma la decisión de iniciar las obras hasta que estas concluyen pueden tardar "tres o cuatro años".

El primer motivo, denuncia, es la tardanza por parte del Ayuntamiento en conceder la licencia de obra y, después, los plazos de espera hasta recibir las ayudas tanto del consistorio municipal como de la Comunidad de Madrid.

Más de un año esperando la licencia de obras

Las licencias de obras en la capital las conceden técnicos de las 21 juntas de distrito y los administradores de fincas se quejan de que en cada uno de los distritos llevan tiempos muy diferentes e incluso dependiendo de cada técnico los plazos pueden variar meses. El Colegio de Administradores de Fincas (CAF) de Madrid publicó un comunicado en marzo pidiendo al Ayuntamiento que fijara unos criterios objetivos únicos para la concesión o denegación de obras para dar alguna certeza a las comunidades de vecinos de cuándo podrán realizarse las reformas.

"Los plazos de respuesta del Ayuntamiento son muy largos en cualquiera de los trámites a efectuar", denuncian los administradores de fincas en su comunicado, indicando que una licencia de obra por un procedimiento ordinario como el de la mencionada comunidad de Hortaleza puede tardar entre un año y un año y medio.

"El problema es la diferencia de criterios que aplica cada junta municipal y cada técnico municipal", explica Enrique Fernández, asesor de Arquitectura del CAF de Madrid. "Una licencia que se está tramitando de la misma forma, es posible que en Arganzuela te pidan una documentación y que en el Centro sea totalmente distinto. El problema que tenemos es que cada junta municipal y cada técnico de cada junta interpreta la ley como considera y te piden una documentación distinta y los plazos son también distintos".

Para el arquitecto, en la raíz del problema está la excesiva burocracia, que podría simplificarse si se estableciera un criterio único para toda la ciudad, y la falta de personal que hace que las montañas de licencias por aprobar no dejen de crecer en las oficinas de las juntas de distrito. "Con toda la burocracia que realmente se requiere, se necesita un cuerpo de personal mucho más grande", sentencia Fernández.

Desde el área de Distritos del Ayuntamiento se admite que existe una disparidad de tardanza dependiendo del distrito debido a la también muy diversa demanda que existe entre unas zonas y otras de la capital en cuanto al número de licencias de obra solicitada.

Comunidades obligadas a pedir préstamos

Cuando en la comunidad de Consuelo y su marido Juan se supo que había que afrontar obligatoriamente la obra de la fachada el administrador les presentó las opciones posibles. La más barata, arreglar el ladrillo, visiblemente dañado en la parte trasera del edificio, podía podía costar unos 30.000 euros. Mucho más caro era introducir un aislamiento térmico, que elevaba el coste hasta los 77.000 euros, pero las ayudas del Ayuntamiento y de la Comunidad y el potencial ahorro en energía que iban a tener los pisos la convertían en la opción más interesante. Sumado a la obra del ascensor, para lo que también existen ayudas, toda la reforma tiene un presupuesto de 220.000 euros.

"Sin licencia no podemos pedir las ayudas y sin ayudas no podemos acometerla porque asciende a unos 220.000 euros entre ocho viviendas y tres locales. Comunidades pequeñas como esta, si no pueden asumir las obras obligatorias, tienen que acabar acudiendo a financiación de un banco, un proceso siempre delicado", explica el administrador José Manuel Fernández. "El Ayuntamiento sí está adelantando el dinero, pero la Comunidad de Madrid no lo adelanta hasta que no termina la obra por lo que tienen que adelantarlo los vecinos".

Las propias ayudas también llevan sus plazos, aunque las del plan Rehabilita del Ayuntamiento -pensadas para reformas de accesibilidad, conservación, eficiencia energética y salubridad- sí se adelantan antes del inicio de la obras, no es el caso de las de la Comunidad, lo que obliga a los vecinos a adelantar el dinero.

El volumen de solicitudes de ayudas también ha ido aumentando año a año, según datos aportados por el área de Vivienda del Ayuntamiento, pasando de los 1.586 del año 2020 en el plan Rehabilita a los 2.582 del año 2023 y se han abonado más de 200 millones de euros en cuatro años frente a los 25 millones abonados en los cuatro años anteriores. 

El éxito en el desarrollo de este plan podría estar parcialmente explicado, precisamente, por lo que los administradores critican de la gestión de las licencias: el Ayuntamiento sí que ha aumentado el personal dedicado a esta gestión. Según informa Vivienda, se han ido firmando encargos con EMVS Madrid para colaborar en la gestión del plan Rehabilita, de manera que, según han ido creciendo las solicitudes, se ha ido incrementando el personal asignado.

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Redactor 20minutos

Escribo reportajes sobre cuestiones sociales desde conflictividad laboral y desigualdad económica hasta tendencias y consumo, con el denominador común de ser historias contadas a través de vivencias personales de sus protagonistas. Anteriormente, he cubierto información local y economía en 20 Minutos y fui corresponsal freelance en Colombia y Reino Unido.

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