Un centro de día para personas sin hogar que cuida también de sus perros y gatos: "Tienen un vínculo especial con sus animales"

  • "Hay gente que piensa que las personas sin hogar no tienen derecho a tener animales, pero no es cierto".
GRAFCVA493. ALICANTE, 14/05/2024.- La trabajadora social, Luisa Martín, junto a Paco y su mascota "Kika", usuarios del CIBE (Centro de Intervención de Baja Intensidad) de Cruz Roja en Alicante donde se benefician del servicio pionero en España que presta el centro para gente sin techo y sus mascotas. EFE/Morell
La trabajadora social, Luisa Martín, junto a Paco y su mascota "Kika", usuarios del CIBE.
EFE/MORELL
GRAFCVA493. ALICANTE, 14/05/2024.- La trabajadora social, Luisa Martín, junto a Paco y su mascota "Kika", usuarios del CIBE (Centro de Intervención de Baja Intensidad) de Cruz Roja en Alicante donde se benefician del servicio pionero en España que presta el centro para gente sin techo y sus mascotas. EFE/Morell

 El centro de día que gestiona en la ciudad de Alicante Cruz Roja para personas sin hogar que padecen adicciones desarrolla un programa pionero que incluye cuidados a los perros y gatos que viven con estos usuarios en la calle.

A espaldas del estadio Rico Pérez, el Centro de Intervención de Baja Exigencia (CIBE) de la institución humanitaria alicantina proporciona piensos, collares y pastillas antiparasitarias, así como un lugar para duchar y asear a las mascotas, champú incluido.

El programa va más allá de la atención material ya que informa a los usuarios (personas sin techo consumidores de alcohol y/o drogas) del contenido de la Ley de Protección Animal y se denuncia ante cualquier indicio de un posible caso de maltrato a las mascotas, algo que no ha ocurrido hasta ahora.

La trabajadora social del CIBE Luisa Martín ha relatado que quienes duermen en la calle "tienen un vínculo especial con sus animales" y que éstos "les ayudan a conectar con el entorno social", pese a lo cual "hay una carencia absoluta de atención integral a estas personas y a esos perros o gatos".

Ante esta realidad, este centro de Cruz Roja permite que estos animales entren en las instalaciones e, incluso, se da la opción de que puedan quedarse durante unas horas si el usuario tiene que acudir a alguna cita incompatible con la presencia del animal, por ejemplo sanitaria.

La comida para los perros y gatos llega gracias a donaciones de una tienda para mascotas de la ciudad, Madagascar, y con fondos propios se sufragan collares contra las garrapatas, pulgas y para prevenir la leishmaniosis.

GRAFCVA491. ALICANTE, 14/05/2024.- Oscar y su mascota "Loco" son usuarios del CIBE (Centro de Intervención de Baja Intensidad) de Cruz Roja en Alicante beneficiandose del servicio pionero en España que presta el centro para gente sin techo y sus mascotas. EFE/Morell
Oscar y su mascota "Loco".
EFE/MORELL

"Hay gente que piensa que las personas sin hogar no tienen derecho a tener animales e, incluso, algunos creen que los cuidan mal pero no es cierto sino todo lo contrario", ha asegurado Martín, ya que ésos se responsabilizan "lo mejor que pueden" y convierten a los animales en su vínculo principal con una sociedad que, a menudo, les invisibiliza.

De hecho, los trabajadores sociales han comprobado que tener una mascota aumenta las probabilidades de inserción y mejora el pronóstico de recuperación de las adicciones.

Francisco Javier, de 54 años, vive en la calle con 'Kika', una cruce de pincher con ratonero andaluz, y se siente agradecido por la atención que Cruz Roja le ofrece para una perra que ve y trata como si fuera su hija.

"Me cuida más ella a mí y que al revés", ha asegurado este usuario, quien duerme con su perra en una tienda de campaña en los aledaños del CIBE y quien ha comentado que hacerlo juntos le permite conciliar el sueño "más tranquilo" porque sabe que si alguien se acerca, 'Kika' avisa".

Ha explicado que la atención que le ofrecen le ayuda sobremanera a tener a la perra en condiciones, por ejemplo con un collar antiparasitario que cuesta entre 30 y 35 euros y que, seguramente, no se podría permitir.

Lo mismo piensa Óscar, quien tiene a 'Loco', un perro mestizo de dos años y medio, a quien trata de cuidar por delante de sí mismo. "Antes él que yo", ha recalcado antes de asegurar que la responsabilidad que le supone tener al perro a su cargo hace que diariamente se meta en "menos líos" en la calle y a estar más centrado.

El próximo objetivo es tratar de concertar alguna acción con veterinarios para facilitar las vacunas y la atención de urgencias. Hasta ahora, la recolecta del personal del centro y la colaboración desinteresada de voluntarios del centro, como Paloma, ha permitido afrontar este tipo de gastos. 

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