Khadija Amin Periodista
OPINIÓN

Turistas extranjeros en Afganistán

Puesto de seguridad a la entrada de la carretera que conduce a las ruinas.
Puesto de seguridad a la entrada de la carretera que conduce a las ruinas en Bamiyán.
Agencia EFE | EFE
Puesto de seguridad a la entrada de la carretera que conduce a las ruinas.

La muerte de tres ciudadanos españoles en Afganistán ha provocado una importante reacción internacional.  Tras la caída del país en manos de los talibanes en 2021, Afganistán se ha convertido en una prisión de mujeres afganas. Los talibanes han eliminado todos los derechos de la mitad de la población. Pero, al mismo tiempo, los viajes de turistas extranjeros han aumentado.

En los últimos tres años se han establecido numerosas oficinas de turismo que facilitan el viaje, el alojamiento y los visados de turista a Afganistán. Más de la mitad de los visitantes han sido ciudadanos españoles, pese al comunicado de advertencia del Ministerio de Asuntos Exteriores español.

Una recomendación que "carece de efecto vinculante y opera como mero aviso o consejo" que recuerda que el viaje se realiza siempre por cuenta y riesgo del viajero, y que todos los gastos derivados de la hospitalización, la repatriación de heridos o el traslado de cadáveres corren a cargo del particular.

 

Cualquiera que viaje a Afganistán sabe que el país está ahora en manos de un grupo terrorista que ha matado a miles de ciudadanos extranjeros y afganos durante años, un grupo que ahora quiere turistas para lavar su imagen. Pero confiar en los talibanes es un error, porque los talibanes no tienen piedad de nadie.

Los talibanes han brindado la oportunidad a los viajeros extranjeros de viajar para encubrirse y llamar la atención del mundo, pero no pueden garantizar adecuadamente su seguridad.

Ayer, un grupo de extranjeros que viajaban a la provincia de Bamiyán fueron asesinados y heridos por hombres armados desconocidos en el bazar de Bamiyán. Tres ciudadanos españoles murieron y otro resultó herido.

Una fuente que habló bajo la condición de anonimato asegura que un gran número de turistas se alojaban en el Hotel Serena en Kabul, a la espera de viajar a diferentes lugares. Entre estas personas había muchas familias con sus hijos.

"Nuestro mensaje a los turistas de todo el mundo es que hoy Afganistán no tiene un gobierno legítimo", dice Maryam Marouf Arvin, fundadora de movimiento de los sábados morados, "en los últimos tres años hemos visto a muchos turistas venir a Afganistán y blanquearlo, transmitir que no hay un problema de seguridad, mientras las niñas a partir de 12 años no pueden estudiar y las mujeres tampoco pueden trabajar". "Y no debemos olvidar que todos los grupos que operan y lo hacen en Afganistán cuentan con el apoyo de los talibanes", añade Arvin.

Elena de León es miembro de la Federación de Asociaciones de Mujeres de la Comunidad de Madrid (FAMCM), lamenta la muerte de los ciudadanos españoles, pero asegura que nunca viajaría a Afganistán salvo por los derechos humanos y los derechos de las mujeres: "Ahora mismo Afganistán no es un lugar seguro para ser visitado por las mujeres, en particular si viajan solas, por el extremismo islamista que niega que sean personas garantes de derechos. Su vida no les importa nada. No es de recibo ir a un país donde hay que estar escondida o disfrazada para pasar desapercibida, so pena que el motivo no sea el turístico, sino la lucha por los derechos humanos". 

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