Sara Carbonero vivió uno de los peores golpes de su vida en 2019. Su entonces marido, el portero Iker Casillas, acababa de sufrir un infarto. Cuando todavía estaba recuperándose del impacto de esta noticia, ella tuvo que asumir otra en sus propias carnes: debía ser operada de urgencia de un cáncer de ovarios.
La enfermedad la atacó duramente: duras sesiones de quimioterapia que le hicieron perder su preciosa melena y tres operaciones quirúrgicas, la última en 2020.
La periodista y empresaria (es dueña de la marca de ropa Slow Love con Isabel Jiménez) consiguió superar la enfermedad, con algún susto entre medias. Pero en el camino, su relación con Iker Casillas, padre de sus dos hijos, Lucas y Martín, se rompió.
Casillas se declaró 'culpable' de esta ruptura, al reconocer que afectado por su propio estado de salud, no había estado a la altura mientras duró el tratamiento de Sara.
A pesar de que su matrimonio no funcionó, la pareja mantiene una buena relación: tanto que la periodista celebró sus 40 años con una gran fiesta el pasado mes de febrero, a la que Iker asistió, coincidiendo con su novio actual, el cantante Nacho Taboada.
"Muchísimas gracias a todas las personas que estáis aquí. Todas habéis colaborado a hacerme llegar hasta aquí, sobre todo, desde hace cinco años atrás, que yo me prometí que si llegaba este día iba a ser lo que está siendo, casi una boda".
Cerca de ella ha estado Iker, desde luego, pero sobre todo su gran amiga Isabel Jiménez, su hermana Irene y su madre, quien también tuvo un percance de salud hace unas semanas.
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